Capítulo 11.

20K 2.4K 51
                                    

Sexto mes de embarazo.

Jimin que había despertado debido a unas náuseas terribles hace un par de minutos, ahora se miraba maravillado en el espejo.

Su vientre era grande y sus pechos eran muy sensibles debido a la lactancia, la doctora Nayeon le había dicho que ya podría también sentir a su bebé moverse en algún momento inesperado, al igual que en la ecografía para revelar el sexo de su bebé había mostrado ser un niño que se estaba desarrollando excelente.

—Jim, ya despertaste —dijo Jungkook entrando lentamente por la puerta de la habitación del doncel.

Estos seis meses habían sido muchas experiencias para ellos, desde ir juntos a las citas prenatales, convivir día tras día, hablando sobre ellos, sobre sus trabajos, sobre sus cosas favoritas, pasar tiempo juntos y conforme que avanzaban los días se daban cuenta de sus disgustos y actitudes, sus pequeñas costumbres que descubrieron del contrario.

Por ejemplo, Jungkook descubrió que Jimin tenía una manía de jugar con un bello anillo que portaba en mano, que lo que el menor le dijo, era de su madre y fue encontrado entre los escombros de su hogar destruido en una caja de madera que milagrosamente no se quemó, dándole vueltas por su dedo cuando estaba ansioso o a veces involuntariamente.

Y Jimin descubrió que Jungkook tenía el hábito de apretar los labios cuando se sentía nervioso, o que jugaba con una moneda entre sus dedos pasándola de lado a lado cuando sentía su paciencia acabarse con sus trabajadores.

Por lo que ya se daban ciertas libertades mutuamente, como entrar a sus habitaciones en las mañanas, cocinar juntos a pesar que Jeon realmente nunca había cocinado, pero ayudaba a lavar los platos, y después de un largo día de trabajo para ambos en sus oficinas se sentaban a ver alguna serie juntos.

—Nuevamente las náuseas matutinas, regresaron peores que nunca —dijo dedicándole una sonrisa, tomando algunas prendas de sus cajoneras.

—Te haré un té, eso ayudará.

—Gracias Kookie.

Si, también se llamaban de manera más cercana y cariñosa, algo que salió natural un día y no pudieron frenarlo al escapárseles por accidente cada vez que se hablaban.

Mientras Jimin entraba al baño a asearse, Jungkook se dirigía a la cocina de la residencia.

Si bien cocinar no era para nada lo suyo, podía hacer té.

—Ya se lo conté todo a las tías Jinzhu y Yinzhu, y ellas me contaron todo igual, no más secretos —decía frente a su computadora, donde podía verse a sus dos hermanos en pantallas separadas.

¿Se molestaron las tías? —preguntó preocupado Jin, mirando el asentir de su hermanito.

—Quieren darle caza a Seojoon y hablar con Jungkook.

Hoseok se rió.

Espero las tías si le arranquen la cabeza a esa rata de Seojoon.

Jimin, Hoseok, tengo algo que contarles —dijo animado el mayor, buscando algo entre unos papeles que tenía frente a él.

—¿Qué es Jinnie? —preguntó el doncel, aceptando un rebanada de pastel que Jungkook le alcanzó, saludando hacia la cámara para volver a retirarse tras una sonrisa de agradecimiento del menor.

Oh Minnie, que bien te trata el cuñado —dijo pícaro Hoseok, recargando su mentón en sus manos.

—Calla —murmuró comiendo un poco.

Jin solo soltó una risita, tomando una hoja que puso frente a la cámara, asomándose él un poco por encima.

¡Estoy embarazado!

Jimin y Hoseok pusieron un rostro de sorpresa. Realmente los había tomado de sorpresa.

¡Felicidades Jin! —felicitó Hoseok, tomando por los hombros a quien parecía ser Taehyung mientras se quitaba sus audífonos, que estaba a su lado un poco apartado trabajando en su computadora, comenzando a agitarlo de un lado a otro escuchándose como le contaba sobre el embarazo de Seokjin.

—Jinnie felicidades, serás el mejor papi del mundo —dijo alegre el pequeño doncel, recibiendo la risita de su hermano, quien parecía brillar.

Gracias Minnie.

Y durante una hora y media más, finalmente terminaron su conversación semanal.

—¡Kook, adivina! —dijo emocionado Jimin, llegando rápidamente donde Jungkook se encontraba con un trabajador que le daba una carta de color negro—. Ah, perdón, interrumpo —dijo apenado, con intención de retirarse.

—¡No!, digo, no, no interrumpes.

El trabajador con una reverencia se fue a seguir su trabajo, mientras Jeon se acercaba y se hincaba perfectamente para besar el vientre de Jimin.

Jimin había dejado de funcionar.

Un enorme sonrojo se apoderó de las mejillas del doncel, haciendo sonreír a Jungkook.

Se veía tan hermoso con sus mejillas rojas.

—¿Qué me querías decir Jim? —dijo ya de pie, tomando las manos del doncel, besando sus nudillos con cariño.

—M-Mi hermano Jin, está en cinta —dijo con una tímida sonrisa, con sus mejillas aún encendidas mientras las mariposas en su estómago pasaban a ser un tornado.

—Eso es maravilloso, Jin será un estupendo papá.

—¡Eso mismo le dije! Él tiene todo lo que caracteriza como a una madre amorosa y dulce —dijo animado.

Realmente estaba emocionado, sería tío, y su hijo tendría un primito de su misma edad con quién jugar cuando ambos fueran más grandes y pudieran caminar, incluso puede que dos primitos, pues Hoseok pensaba en adoptar con Taehyung.

—Al igual que tú Jimin, serás una excelente mamá —los labios de Jungkook rozaron su oreja en un dulce susurro, sacándole de su ensoñación.

—Gracias, i-igual, serás un excelente papá —murmuró tímidamente.

Se sentía tan pequeño teniendo tan cerca a Jungkook.

Y mutuamente, se vieron a los ojos.

Hubo un silencio, donde nada fue incómodo, al contrario, se sintieron bien, mirando los ojos del contrario.

Jungkook comenzando a arriesgarse, decidió en dar un movimiento.

Tomando a Jimin de la cintura, lo acercó a él un poco, decidido a besarlo, y el doncel solo esperó.

Pero un quejido del menor hizo alertar a Jungkook

—¿¡Estás bien!?

Jimin abrió sus ojos maravillado, con su mano en su vientre.

—Ven, aquí —tomó la mano del mayor, colocándola en su vientre.

Jungkook abrió sus ojos en sorpresa y emoción. Su hijo acababa de dar una patadita.

embarazado del jefe de la mafia  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora