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Kyojuro Rengoku |°| Kimetsu no Yaiba

Título: Esperanza en la luz de una vela.

Tipo: 🔥.

Brillante como un rayo de sol...
Su sonrisa iluminaba hasta el momento más obscuro y calentaba los corazones de quienes tuvieran el placer de conversar con él, ciertamente, me enamoré desde el primer instante, era ese rayo de luz que mi obscura vida siempre necesito... Dude un momento antes de tocar finalmente la puerta de la entrada de madera. No tuve que esperar mucho.

-¡Hola ____!

Salí de mis pensamientos cuando escuché la voz de Senjuro, sonreí al ver como este lanzó sus brazos hacia mí en un fuerte abrazo, lo recibí con alegría al no verlo hacia ya un tiempo atrás.

-Haz crecido mucho, ya casi me alcanzas.

Senjuro sonrió con ternura antes de tomar mi brazo para entrar a su hogar, e estado aquí muchas veces cuando era joven pero desde la muerte de Ruka parece cada vez más descuidado.
Observe a lo lejos al señor Rengoku y este pareció notarme un poco después, hice una reverencia la cual fue respondida por un pequeño movimiento de cabeza, Senjuro me alejo del lugar... Quizás porque sabía lo desagradable que podría ser gracias al alcohol, aunque al menos me soportaba estando sobrio.

-¿Quieres ver cuanto e mejorado con la espada?

-Me encantaría.

Me llevo hasta la zona en la que practicaba, tomando una espada de práctica de kendo y comenzando a darme una demostración.
Podía notarlo, lo incómodo que le hacía sentir el sentir que no era bueno en este oficio que su familia mantuvo durante generaciones. Aun así, le felicité ya que parecía realmente estar enforzandose.

-Realmente has practicado mucho.

-Es que... -Respondió con suavidad sin verme- De verdad quiero ser tan fuerte como mi hermano y tú.

Mi corazón se llenó de ternura por sus palabras, no dije nada ya que parecía sentirse avergonzado así que solo desvíe la mirada hacia el cielo y suspiré.

-Tu hermano... ¿Aun está en esa misión?

Senjuro asintió algo preocupado. -Si, me dijo que sería un enfrentamiento algo complicado pero que prometía salvar a todos.

Sonreí sin darme cuenta. -Si, suena como Kyojuro.

Un silencio se hizo presente pero sentía la mirada de Senjuro.

-Ah... Cuando llegue el momento, debes observar la llama de una vela.

Su comentario fue tan ilógico que solo me mantuve en silencio por un momento, mi expresión era notable pues mi contrario tuvo la necesidad de volver a hablar.

-Es por eso que toda nuestra descendencia tiene el color del fuego, eso fue lo que me dijo mi mamá.

-Ah... ¿Cuando llegue el momento? -Aun estaba confundida.

-Ya sabes, cuando Kyojuro y tú se casen tendrán muchos bebés, y mis sobrinos tendrán también el mismo color de cabello.

Lo escuché atentamente, no reaccione hasta que no procese por completo lo que acaba de decir, mis mejillas se sonrojaron y mis movimientos se volvieron algo erráticos.

-¡¿Bebés?!... -Desvie mi mirada de él -¿Porque... Dices algo como eso?

Senjuro no parecía comprender por completo, supuse que era por su edad así que trate de relajarme.

-Ustedes... Tú estás prometida con mi hermano ¿Cierto? -Pregunto confuso.

Yo negué varias veces con la cabeza, mi contrario levanto su mirada al cielo antes de susurrar algo que no parecía que quisiera que yo lo escuchará.