Vanitas es el tipo de novio que no le gustaría la idea de que conocieras a Misha
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──── ¿Qué sucede? ──── Preguntó con incredulidad la hermosa vampiresa mientras alzaba una ceja mostrando confusión ante el repentino empujón hacia un callejón que le había dado su novio.
──── ¡Nada! Pero prefiero evitar esta calle, ¿No sería mejor caminar y ver las calles de París desde el techo? ──── Habló Vanitas mientras se asomaba desde el callejón para observar las calles de la ciudad con cautela.
──── Vanitas, el restaurante de nuestra cita no está en los techos. ──── Respondió la vampiresa alzando una ceja.
──── Podemos tener nuestra cita en los techos. ──── Resopló Vanitas mientras fruncía el ceño y miraba a la chica nuevamente.
Ella ladeó la cabeza en confusión al ver lo cauteloso que se había vuelto Vanitas repentinamente y como parecía buscar a alguien en específico entre las personas que caminaban a lo largo de la hermosa ciudad.
──── ¿A quién buscas? ──── Cuestionó a su novio mientras entrecerraba los ojos con incredulidad.
──── A nadie. ──── Contestó el contrario rápidamente antes de tomar a la chica de la muñeca y comenzar a caminar tratando de que ambos se alejaran de aquel lugar lo más pronto posible.
──── ¿Por qué tanta prisa?
──── ¿Por qué tantas preguntas?
──── Estás actuando raro.
──── Por supuesto que no, solo quiero llegar rápido.
──── ¡Hermano! ──── Una voz chillona resonó detrás de la pareja, Vanitas se sobresaltó al reconocer de quién provenía rápidamente mientras que la chica se sintió confundida y se dió la vuelta para encontrarse con la vista de un niño de ojos azules y cabello blanco. ──── ¡Me alegra mucho verte hermano! ──── Agregó el niño para luego abrazar a Vanitas desde atrás.
──── ¿Hermano? ──── Cuestionó la chica con incredulidad y notó lo tenso que Vanitas estaba ahora.
──── Vámonos. ──── Dijo Vanitas en cuanto el niño lo soltó y comenzó a caminar nuevamente apretando en agarre en la muñeca de su pareja.
──── Hermano, ¿Quién es ella? ──── Preguntó el menor siguiéndolos y detallando con curiosidad cada facción de la chica.
──── Soy su pare-
──── No es nadie. ──── Interrumpió Vanitas mientras aceleraba el paso pero ella forzó a Vanitas a detenerse.
──── No me niegues. ──── El tono de la chica era severo y se cruzó de brazos con molestia, Vanitas soltó un suspiro de frustración.
──── ¡Tu novia es muy linda hermano! ──── Dijo el niño con una gran sonrisa, era tan adorable ante los ojos de ella pero para Vanitas era como ver al mismísimo demonio delante de él.
──── ¡Aww! ¡Pero que niño tan dulce! ¿Por qué no me dijiste que tenías un hermanito? ──── Comentó la chica con una sonrisa a la vez que acariciaba el cabello del niño.
──── Si hermanito, ¿Por qué no le hablaste sobre mi? ──── El niño lo miró con una sonrisa que desprendía inocencia pero Vanitas conocía la malicia que se escondía detrás de esos ojos cándidos.
──── _____, nos vamos. ──── Ordenó Vanitas severo.
──── No deberías dejar a tu hermano vagar solo por las calles. ──── Expresó ella con suavidad.
──── Él no es mi hermano, vámonos. ──── Declaró Vanitas en un tono frío y distante, lo cual confundió a la chica.
El niño comenzó a llorar provocando que la chica lo cargara y comenzara a acariciarle el cabello para luego mirar a Vanitas con molestia frunciendo el ceño, Vanitas bufó con molestia al ver el espectáculo que hacía el niño de cabello blanco.
──── Vanitas, ¿a qué te refieres? ──── La chica ahora estaba claramente confundida.
──── Mi hermano odia a Misha y papá, por eso mató a papá y trató de matar a Misha. ──── Replicó el menor entre sollozos, los ojos de la chica se abrieron en sorpresa ante lo dicho por el niño y al mirar a Vanitas notó lo tenso que estaba, su mandíbula y puños estaban apretados.
──── Vanitas... ──── Murmuró ella aún estupefacta por las palabras del menor.
──── _____, nos vamos. ──── Repitió Vanitas entre dientes en un tono amargado, su respiración se había vuelto irregular y estaba temblando.
──── No lo entiendo... ¿De qué habla este niño? ──── Dijo confundida para luego bajar al niño de sus brazos.
──── ¿Oh? ¿No se lo has dicho todavía hermanito? ──── Expresó el niño mientras se limpiaba las lágrimas y una pequeña sonrisa maliciosa se formaba en la comisura de sus labios.
──── Tsk, vámonos. ──── Ordenó Vanitas en un tono más severo antes de tomar a la chica de la muñeca con brusquedad y comenzar a alejarla del niño.
──── Uh, ¿Ya se van? ──── Murmuró el niño para sí mismo. ──── ¡Hasta luego hermanito! ¡Fué un gusto conocerla señorita _____! ──── Exclamó con una sonrisa mientras movía su mano en forma de despedida.
La pareja desapareció de la vista del menor y él solo rió entre dientes. Vanitas se veía muy tenso y la chica lo había notado, veía su frustración y lo atormentado que estaba pero estaba muy confundida como para poder decir algo. El silencio entre ambos fué largo mientras ella se dejaba arrastrar y su mente se llenaba de preguntas, luego de algunos minutos caminando decidió romper el silencio.
──── Vanitas, ¿Quién es ese niño? ¿De qué estaba hablando?
Vanitas se detuvo enseguida, su cuerpo temblaba y ni siquiera volteó a mirarla, sus puños estaban apretados y su respiración era agitada.
──── _____... Ignora todo lo que dijo y no hagas más preguntas...
La chica se quedó en silencio por un momento y luego abrazó a Vanitas por detrás.
──── Confío en ti... Te seguiré amando incluso si lo que él dijo es cierto. ──── Susurró ella a su oído antes de darle un beso en la mejilla y sonreír cálidamente, tomó su mano con suavidad y comenzó a caminar. ──── Ven, vamos tarde a nuestra cita.
Una expresión de sorpresa se hizo presente en el rostro de Vanitas que comenzó a seguirle el paso hacía el restaurante, unos pocos segundos después sacudió la cabeza mientras volvía a la realidad.
──── Tsk, eres molesta con ese tono dulce, ¿Qué quieres? ¿Provocarme diabetes? Déjate de tanta dulzura. ──── Dijo Vanitas irritado por el comportamiento de la chica.
──── Tu eres adorable cuando te enojas por pequeñeces. ──── Respondió ella soltando una risita.
──── ¡No estoy enojado! ──── Exclamó él de vuelta con molestia lo cual hizo reír a la chica nuevamente.
──── ¡Por supuesto que no, escandaloso! ──── Contestó ella con burla y sarcasmo.
