8.Vamos, Nuestro Ritmo.

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En unas de las mejores tierras de Japón, se encontraba una antigua familia de magos. Mirando el espectáculo en el cielo, la heredera de la familia Aozaki estaba intrigada. ¿Cómo es posible que alguien haya conseguido la Quinta Magia? Hasta donde sabía, ella era la única en conseguirla.

—Así que hay más caminos aparte de los Aozaki— se dijo Touko, había estado enojada con su abuelo por un tiempo, porque el maldito cerró el camino de los Aozaki a la raíz. —Espero que no ponga fin a la raza humana.

Sentada a su lado se encontraba su hermana menor, y sucesora de la Quinta Magia.

—No puedes ni imaginar el problema que se avecina— Aoko ya se podía imaginar el escenario, un pandemonio dentro del pandemonio. —Aunque estaría interesante conocer a otro usuario de la Quinta Magia.

—La Guerra Forjada y la Incursión Demoniaca, esto va de mal en peor— Touko se masajeó las sienes, ya estaban en números rojos y no podían permitirse tener más bajas.

No solo la Asociación Mágica y la Santa Iglesia se vieron afectadas, sino también Atlas, la Asociación del Entierro y el Mar Errante. Los propios Apóstoles Muertos se metieron de lleno en esto, desatando una guerra que duró 10 generaciones. Para rematar, Gaia mandó demonios que terminaron con 2 agentes de Alaya.

Lo único que se ganó fue perder tiempo y recursos. Por un extraño milagro, el Mago de las Joyas salvó lo que quedaba, deteniendo con éxito toda la barbarie.

—A veces me pregunto si las cosas pueden...— En ese momento, Aoko fue interrumpida, o más bien amenazada, por su hermana mayor.

—Ni se te ocurra seguir esa oración— enserio tenía suficiente de esta mierda.

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Para Waver Velvet, también conocido como Lord El-Melloi II, junto a su asistente y aprendiz Gray, ambos se encontraban en su oficina, tomando el té y ordenando unos documentos sobre un nuevo estudiante. Luego, observaron desde la ventana el cielo nocturno, moviéndose poco a poco hasta volverse un frenesí imparable, hasta detenerse con la misma velocidad que empezó.

Ahora había muchas estrellas a la vista.

La vista fue maravillosa, algo digno de recordar e imposible de olvidar. El Reino Unido por fin tenía un cielo limpio y memorable. La humanidad de esta parte del globo estaba anonadada. Sin embargo, los más perspicaces se hicieron la misma pregunta.

¿Qué clase de brujería es esta?

Lord El-Melloi II apagó su tabaco dejándolo en el cenicero y suspiró cansado ante este nuevo enigma que lo había dejado perplejo. —Dejaré por un tiempo el tabaco— no necesitaba ser clarividente para saber que la Asociación de Hechicería y la Santa Iglesia estarían patas arriba escupiendo espuma por la boca.

Fate/Artisan OdysseyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora