Los hermanos tensaron las flechas en los arcos. Cristofer contó a veinte de ellos, todos aparentaban entre catorce y veinte años. Se preguntó si tenía oportunidad contra tantas flechas de fuego apuntándole. Sus dobles seguían cerca, sin embargo, incluso con ellos resultaría difícil ganarles.
⸺No disparen todavía ⸺ordenó Leandro.
⸺Tú... ⸺murmuró Cristofer.
Les ordenó a sus dobles subir a los árboles tan alto como pudieran. Los que se encontraban junto a él se volvieron invisibles e hicieron lo mismo que el resto. Elisa y Malcolm no tenían forma de asegurarse de que aún no había dobles apuntándoles.
⸺Escuché toda la conversación ⸺dijo Leandro⸺. Veo que mi querida hermana suelta todo con facilidad cuando le apuntan con una pistola. Bien, ¿qué tal si lo sueltas todo, maldita perra? Me parece que Cristofer merece saber todos los detalles de por qué está aquí.
¿Por qué estaba dispuesto a dar más información? Sólo existía una explicación: nadie dejaba vivo a alguien después de contarle tanto.
Elisa titubeó. Abría y cerraba la boca, indecisa entre hablar o desconfiar de Leandro. Por fin, retomó la historia:
⸺El anterior detective era un mediocre, hasta me olvidé su nombre. De tan perezoso y lento que lo vi no me molesté en tratar de distraerlo o de deshacerme de él; el muy imbécil nunca conseguiría nada. Todo cambió cuando lo retiraron del caso y fue evidente que, a partir de entonces, iban a buscar a alguien más competente. No debí sorprenderme; yo misma vi cómo vomitaba cuando descubrieron el cadáver de Álex. Dejar que lo descubrieran fue un desliz, pero no era tan grave como pensé al principio: nadie sospechó de nosotros y, durante las últimas semanas, Leandro ha vivido aquí en las montañas.
» Llegaste mucho más rápido de lo que esperaba y me vi obligada a actuar. En cuanto acabaste de interrogarme corrí para convocar a un azral, pero tu cochero me descubrió. Supongo que me vio sospechosa y por eso me siguió. Nunca debió hacerse el valiente; seguiría vivo. En realidad, sólo quería herirlo de gravedad, pero tuve una pelea con él y supe que me reconocería. Lo maté y lo dejé en el coche.
» Desde hace un tiempo que Leandro se alió con la Hermandad. Él les da parte del botín y, a cambio, ellos se encargan de que nadie aparezca por acá.
⸺Habría sido mejor que me los encontrara antes de que Malcolm se llevara a Álex ⸺dijo Leandro⸺. Tengo que pagarles bastante para que no me maten, pero no hay problema; el dinero me sobra.
Poner a los hermanos contra él sería lo ideal, pero no se le ocurría una manera de hacerlo. Pese a que su sueldo era más que decente, carecía del suficiente para satisfacer a tantas personas. Por más que les diera un discurso adornado sobre su riqueza, era absurdo pensar que tendría más dinero que el que guardaba un banco.
Elisa volvió a hablar:
⸺Mi intención era atraer a los piroquinéticos para escabullirme contigo por la alcantarilla. No contaba con que el túnel se derrumbara por el gigante y que un grupo de idiotas considerasen que era buen momento para robar. Perdimos a diez hermanos esa noche, pero me deshice de los piroquinéticos. Le comenté a Leandro en qué lugar íbamos a quedarnos para que, durante la noche, enviase allí a uno de sus monstruos. Tal como adivinaste, mi intención era que te quedaras. Planeábamos secuestrarte y llevarte hasta acá. ⸺Sonrió⸺. No te creerás todo lo que me ahorraste viniendo tú solo.
⸺¿Y por qué no matarme? ¿Por qué dejarme vivo y traerme hasta aquí?
La cara de Elisa se llenó de terror. Miró a Leandro, cuyos ojos negros emitieron un destello escalofriante.
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Cazador de Bruma
FantasyCristofer es el cazador de bruma predilecto de la corona androsense. Ha destapado conspiraciones políticas, luchado contra asesinos de poderes extraordinarios y desmantelado conspiraciones políticas. Sin embargo, ahora se enfrentará a un desafío úni...