Noche

1.2K 43 0
                                    

Le sonreí a Charles, mientras caminábamos después de salir de la pista. Habíamos estado celebrando toda la noche, la luna brillaba en Mónaco.

"No bebas mucho" le dije, con una sonrisa. El día entero había sido genial, pero estaba demasiado cansada para ir de fiesta. "Ven conmigo" respondió Charles, entrelazando nuestras manos.

"Estoy muy cansada" respondí, viendo su mirada llena de esperanza. "No, ven a casa conmigo" respondió Charles, acercándome más a él, nuestros pechos estando pegados.

"Tienes que disfrutar esta victoria, ve a divertirte" dije con entusiasmo, sin querer acabar con su noche ya. "Me voy a ir a casa igualmente, ha sido un día largo" dijo, una sonrisa curvando sus labios.

"¿Seguro?" pregunté, elevando mi mirada hacia Charles. "Amelia, no quiero hacer otra cosa aparte de estar contigo" respondió Charles, posando su mano en mi mejilla. Sentí como me sonrojaba ligeramente ante su comentario.

En ese momento todo se sintió demasiado bueno para ser verdad. Charles ganó su carrera en casa, y me había elegido a mí, quería estar conmigo.

Mi mente repetía una y otra vez ese beso, con ganas de volver a sentir sus suaves labios en los míos.

Sentí como si tenía un vacío en mi corazón, y acababa de ser llenado. Como si Charles fuese una pieza en el confuso puzzle de la vida, en el que por fin había encontrado el lugar correcto.

"Aunque no te prometo que sea capaz de mantener mis manos lejos de ti" dijo él con una sonrisa descarada, mientras caminábamos hacia su apartamento, con nuestras manos entrelazadas. Yo rodé mis ojos, apartando la mirada para tratar de esconder el rubor en mis mejillas.


"Está un poco desordenado, perdona" dijo Charles cuando entramos al apartamento. "Nada a lo que no esté acostumbrada" respondí, quitándome mis zapatos.

Charles tomó mi mano, llevándome hasta la sala de estar, dónde se sentó en el sofá. Soltó mi mano para indicarme que me sentara a su lado. Pero en cambio, me senté en su regazo, a horcajadas y mirándole de frente, mi vestido subiéndose un poco por mis muslos.

"Dios Amelia" dijo Charles dejando escapar un agitado suspiro, causando que una sonrisa de lado apareciera en mis labios. Me incliné sobre él, besando suavemente sus labios. Pero Charles rápidamente tomó el control del beso, besándome apasionadamente.

En un movimiento rápido, bajó a mi cuello, causando que mi respiración se agitara un poco. Puso sus manos en mi cintura, y me atrajo más a él.

"He soñado con esto por años" susurró Charles, besando mi cuello y causando que se me escapara un leve gemido.

Charles se separó, con una sonrisa llena de deseo en su cara. Apartó un mechón de pelo que estaba en mi cara, sonriendo mientras me miraba.

"No sabes lo mucho que quiero arrancarte ese vestido" susurró Charles en mi oído, haciendo que cada musculo de mi cuerpo se tensara.

"Pero deberíamos tomarnos las cosas con calma" añadió él, acunando mi cara en sus manos. Aunque lo que quería decirle era que no, aunque cada parte de mi cuerpo lo deseara más que a nada...

Sabía que tenía razón.

Asentí, pasando mis dedos por su pelo. "¿Quieres ver una peli?" preguntó Charles, levantándose del sofá y levantándome a mí con él.

"Claro" respondí, con mis piernas enrolladas en su cintura. Charles me llevó hasta su habitación, dejándome con cuidado en la cama.

"Sorprendentemente, nunca he estado aquí dentro" dije mirando alrededor de la habitación. Encima de la cama estaba colgado un cuadro de su victoria en Monza, la foto era de él celebrando con el público.

Caminé hasta una pequeña estantería, donde había una planta y marco de fotos. "Dios me veo horrible, ¡Mira mis dientes!" exclamé, mirando la foto que había en la estantería.

Éramos Charles y yo de niños, abrazados y riendo, se podían ver mis dientes torcidos. "Pero qué dices, ¡Mira lo linda que estabas!" respondió Charles, abrazándome desde atrás.

"¿De verdad tenías que ponerla en la habitación?" bromeé, mi corazón derritiéndose mientras miraba la foto. "Oh cállate" respondió Charles, riéndose contra mi cuello. "¡Imagínate todo lo que habrá visto la pobre niña!" respondí bromeando, causando que Charles se riera aún más, con su cara enterrada en mi cuello.




"¿Qué quieres ver?" preguntó Charles, la habitación ahora en la oscuridad, solo con la luz de la televisión. Estábamos tumbados en la cama, Charles solo tenía puestos unos pantalones de chándal y yo su camiseta de Ferrari.

"Te vas a arrepentir de haber preguntado eso" respondí con una sonrisa, apoyándome en su pecho. "¿The Notebook?" preguntó Charles riendo. "Qué bien me conoces"

"¿Amelia?" me llamó Charles en voz baja. La película ya había terminado, y ahora estábamos tumbados en la oscuridad, abrazados bajo la sábana.

"Dime" respondí, escuchando sus latidos. "Perdón por todas las veces que he sido un idiota. Yo, uh... Sé que todavía tengo que compensarte, bueno, por básicamente todo" dijo Charles en voz baja, jugando con sus manos.

No respondí, él ya estaba más que perdonado, pero estaba bien escucharlo reconocer sus errores.



"¿Cuántos hijos quieres tener?" pregunté un par de minutos después, rompiendo el silencio. "¿¡Qué!?" exclamó Charles, casi ahogándose con sus propias palabras, descolocado por mi pregunta.

"¿Vamos a planear eso ya?" preguntó Charles, riéndose mientras me miraba. "Nunca dije que tuviera que ser conmigo" respondí sonriéndole.

"Si te soy sincero, eres la única con la que me imagino teniendo hijo–" dijo Charles, pero antes de que pudiera terminar, lo interrumpí con un beso.

"Quiero dos pequeños Leclerc corriendo por la casa" dije cuando me separé del beso. Charles me sonrió, mientras jugaba con mi pelo.

"Tres pequeños Leclerc-Fabian" susurró Charles, dándome un beso en la frente.

Cerré los ojos cuando volví a apoyar mi cabeza en su pecho. Sin darme cuenta, Charles ya se había dormido, y su pecho subía y bajaba tranquilamente al ritmo de sus respiraciones.

Un sonido en el móvil me sobresaltó, sacándome de mis pensamientos. Me salí con cuidado del agarre de Charles, cogiendo mi móvil de la mesita de noche.

Pero para mí sorpresa, no era mi móvil, era el de Charles. Era solo un mensaje de su amigo, felicitándolo por la victoria. Pero eso no fue lo que me llamó la atención.

Su fondo de pantalla era la foto que mi madre nos había hecho en Abu Dhabi, aquella que publicó. Pude sentir mis mejillas sonrojarse mientras miraba la foto con atención.

Apagué el móvil, volviéndolo a dejar en la mesita. Le di a Charles un rápido beso en la mejilla, antes de volver a tumbarme entre sus brazos. Me dormí sonriendo.

Soy una chica con suerte.

——————————————————————————

Gracias a todos los que habéis mostrado tanto apoyo, lo aprecio muchísimo <3

¡Espero que os haya gustado este capítulo!

Lamentablemente solo quedan un par de capítulos más...

Y perdonad por haceros esperar tanto, últimamente estoy un poco ocupada <3

[ autora original: ¡¡ ahshwjan !! ]

It's always been you [ES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora