It's always been you [ES]

Epílogo

El sonido una voz aguda y familiar se hace presente en mis oídos, mientras me doy la vuelta al otro lado de la cama. Pero dónde me espero encontrar a Charles durmiendo todavia, solo hay sábanas frías y un espacio vacío.

Abro los ojos, la luz de la habitación abrumándome. Dejo escapar un gruñido, mientras me levanto de la cálida manta y de la cama que se sentía como el cielo.

Una cálida ráfaga de aire golpea en mi cara, miro hacia la otra punta de la habitación, donde veo el balcón abierto. La luz del día en Monte Carlo, que iluminaba la habitación a través de las cortinas.

Mis pies descalzos que hacían contacto con el frío suelo, pasando a la calidez del suelo del balcón. Llevaba puesta una camiseta de Charles, y mi pelo estaba desordenado y recogido en un moño.

Mi mirada se pasea por todo el balcón, hasta que lo encuentro a él. Charles, con sus pantalones de chándal gris y sin camiseta, ahí parado, con ella brazos.

No puedo evitar derretirme al ver esa escena. No quiero ni acercarme a ellos, para no interrumpir su momento.

"Papa..." pude escuchar como Juliet decía, con su pequeña voz, a punto de dormirse. Charles y ella estaban bajo el sol, sus rizos marrones brillando. Desde el balcón se veía el muelle, uno de los lugares más bonitos por la mañana.

Silenciosamente me acerco a ellos, el sonido del mar de fondo. "Buenos días" susurro sonriendo, el cansancio era notorio en mi voz.

"Buenos días Chérie" dijo Charles suavemente, con su voz rasposa. Su pelo completamente desordenado, haciéndolo ver incluso más guapo.

Con su brazo libre, me rodea los hombros, y deja uk suave beso en mi frente. "Te quiere tanto" le digo a Charles en voz baja, acariciando la cabecita de Juliet.

Chatles me sonríe, sé que eso significa el mundo entero para él. "La semana pasada solo habló de lo emocionada que estaba por que Papa por fin volviera a casa y le contara cuentos para dormir" le digo, apoyándome en él.

Esta semana empezaba el parón de verano. Algo que Juliet y yo llevábamos esperando desde hace un tiempo.

A pesar de que Juliet y yo íbamos a las carreras de Charles algunas veces, siempre echábamos de menos tenerlo en casa. Así que cuando llegan las vacaciones de verano, no nos separamos ni un segundo de él.

Al principio íbamos a planear unas vacaciones, pero en cambio, decidimos quedarnos en Mónaco. Queríamos pasar la mayor cantidad de tiempo posible con los amigos, la familia, y más importante, nosotros tres.

"Juliet y yo tenemos tanta suerte de tenerte, la verdad es que no sé que harías sin ti" dice Charles, el aire moviendo nuestro pelo. Todo lo que hice fue pegarme más a él, todo era más tranquilo y más fácil cuando estaba entre sus brazos.

"Y ellos también van a tener mucha suerte de tenerte" susurro Charles, con una sonrisa en sus labios, acariciando suavemente mi barriga de embarazada.

Nos enteramos de que estaba embarazada otra vez hace unos 5 meses. La verdad es que me sorprendí bastante, porque habíamos acordado esperar a que Juliet fuese más grande, antes de tener más hijos. Ya es lo suficientemente estresante tener a una niña de 3 años corriendo por toda la casa.

Me sorprendí aún más, cuando me enteré de que eran gemelos, dos niños, para ser exactos. Me asustó al principio, si los genes Leclerc van a ser tan fuertes como fueron con Juliet, tendré a 2 niños salvajes y aventureros corriendo por ahí.

Pero cuando el tiempo fue pasando, me emocioné más y más, y Charles promovía aún más la emoción.

Siempre ha querido chicos, de eso no cabe duda.
Su familia ideal siempre ha sido de 3 hijos, pero en cuanto supo que íbamos a tener una niña, se olvidó de todo eso.