Te amo

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Me desperté por el sonido de la alarma de Charles. Fui yo quien la apagué, mientras mis ojos se acostumbraban a la luz.

Los brazos de Charles rodeaban mi cintura, y su cabeza estaba enterrada en mi cuello. "Charles" dije medio dormida, tratando de despertarlo.

Por mucho que quisiera quedarme así, sabía que él tenía que trabajar. "¿Qué?" respondió Charles sin abrir los ojos, su voz rasposa chocando contra mi cuello.

"Tienes que levantarte, te ha sonado la alarma" le dije, pasando una de mis manos por su pelo. Charles se quedó callado, y después soltó un gruñido como queja mientras se levantaba.

"Buenos días chérie" dijo Charles finalmente abriendo sus ojos, dándome un beso en la frente. "Ugh, me quiero quedar aquí" se quejó, acercándome más a él.

Con cuidado me elevó y me cargó en brazos, mis piernas rodeando si cintura. Yo tenía puesta su camiseta favorita, y sonreía mientras me llevaba en brazos con él.

Charles con cuidado me sentó encima del lavabo, dándome un suave beso. "¿Te vas a quedar aquí?" Charles preguntó, quitándose su camiseta. "Si quieres, la verdad es que no tengo planes" respondí, sin quitar mis ojos de sus abdominales.

No importa cuántas veces vea a Charles sin camiseta, nunca me aburriré de esta vista.

"Estás observando" me provocó Charles, mientras abría la llave de la ducha. "Pero me encantaría que te quedases aquí" respondió Charles al tema de antes, posando sus manos en mis mejillas para besarme.

Charles y yo nos turnábamos para quedarnos en el apartamento de uno y del otro. Era increíble la verdad, pasar casi todo el día junto a Charles, e ir con él a casi todas las carreras. La verdad es que solo estaba esperando a que me pidiera por fin ser su novia.

"¿Quieres unirte?" preguntó Charles, mientras se quitaba los pantalones. Se metió a la ducha con una sonrisa de lado plasmada en su cara. Yo de inmediato me quité su camiseta y me metí con él.

"Toma" dijo Charles, dándome una camiseta de Ferrari. Yo me la puse, inhalando la esencia de la colonia de Charles.

"Puedes comprarte algo, vamos a salir esta noche" susurró Charles, besándome suavemente mientras dejaba una tarjeta de crédito en mi mano.

"No lo puedo aceptar Ch–" intenté decir pero Charles posó uno de sus dedos sobre mis labios, callándome. "Te lo mereces" me dijo, dándome un beso en la frente antes de salir del apartamento.

Sonreí mientras miraba a la puerta por la que Charles acababa de salir. Rápidamente me vestí y me arreglé, dejándome puesta su camiseta de Ferrari.

"¡Holaa!" Kika exclamó mientras corríamos para encontrarnos. La abracé cuando llegué hasta ella. "¡Me alegro mucho de que llamaras!" respondí mientras ella me devolvía el abrazo.

Cuando salí de casa Kika me llamó, preguntándome que si quería quedar con ella, ya que estaba en Mónaco por trabajo. Yo de inmediato le dije que sí, y la invité a ir de compras conmigo.

"Charles me dio su tarjeta de crédito..." casi le susurré a Kika, con una sonrisa en mis labios. "¿¡En serio!? Entonces tenemos que comprarte algo muy caro" exclamó Kika, tomando mi mano.

Kika prácticamente me arrastró hasta la tienda de Dior, riéndose cuando vio mi cara al ver los precios.

"Pierre se volverá loco cuando te vea" dije con una sonrisa, mientras ella daba vueltas para enseñarme un vestido. Si yo me comprara vestidos así de caros, estaría en bancarrota.

"¡Ahora tenemos que buscarte algo a ti!" me dijo Kika, mientras salíamos de Dior. Me había negado a comprar algo ahí, los precios me parecían demasiado altos.

It's always been you [ES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora