Pasaron los días desde el encuentro ocasional que tuvieron Sukuna y Cenicienta, y también pasaron días en los cuales cada uno pensaba en su opinión sobre el tema:al pelirrosa le pareció algo casual mientras que para la rubia fue algo raro e inolvidable. Sukuna había seguido explorando el mundo humano, había descubierto cosas nuevas; como que hacía falta carné de conducir para poder manejar un coche(y también que sea tuyo), la policía tenía derecho a dispararle si hacía cosas malas desde su punto de vista, hay más jerarquía social que en el inframundo...
Todo era muy extraño, pero una cosa que no había entendido aún eran los cuadrados o círculos de metal que habían pegados al suelo ¿acaso era la entrada para alguna especie de búnker? Un día se cansó de preguntárselo y decidió levantar una de las placas para ver lo que pasaba. Acabó en un laberinto con olor a mierda putrefacta, y al no saber cómo salir, se tiró ahí hasta pasadas 5 horas. Después de vagar por las alcantarillas, entre ratas, basura y algún que otro cadaver, se dio cuenta de que podía salir de la misma forma de la que había entrado, solo que del revés, y eso hizo.
Se subió por la próxima escalera que encontró y subió por esta, poco después se encontraba en un oscuro sótano. Buscó la salida a ciegas y acabó en una gigante casa que ya le sonaba de algo, como si hubiera estado ahí antes.
Se paseó por los pasillos que estaban brillantes de tan limpios que estaban, lástima que Sukuna y sus pies desnudos opacaran el brillo. Siguió viendo hasta que se detuvo en una imagen, en la que se podía ver una señora arrugada y fea, dos niñas malcriadas (demasiado maquilladas para su gusto, parecían payasos), un señor promedio y una niña de pelo rubio con una expresión un tanto triste, le sonaba haberla visto antes, pero no sabía de qué. Le pareció inútil seguir pensando y fue a buscar la salida, aunque no encontró ninguna, lo que sí encontró fue el jodido gato que le había dejado la espalda como si fuera su rascador. El gato gordo volvió a saltarle a la cara y Sukuna pegó un grito muy poco masculino, pero igual cogió al gato por el cuello y se preparó para estamparlo con todas sus fuerzas contra la pared.
–¡No lo hagas, porfavor!– Exclamó una joven rubia que se acercaba corriendo hacia Sukuna. Aunque en medio de la carrera que estaba haciendo contra la cordura del pelirrosa se resbaló con una esponja y cayó al suelo justo a los pies del chico, el cual no pudo evitar reírse.
– Bonita caída, rubia– Burló el pelirrosa, el cual aún no se había dado cuenta de quién era la chica, ya que le interesaba más si culo que estaba muy bien resaltado en aquella posición. Las fantasías se le fueron cuando la chica se levantó y lo miró con ojos desafiantes.
– ¡¿Quién te crees que eres para meterte en mi casa, tocar todas las cosas, manchar el suelo y estrangular al gato?! ¡Fuera de mi casa completo desconoci...– Ahí fue cuando Cenicienta se dió cuenta de quién era –¿¡ Otra vez tú?! ¿Me estás acosando? –
– No te emociones, rubia, que no es como si me gustara haber acabado aquí– Sukuna suspiró y se encogió de hombros –En fin, prepárame algo de comer, que tengo hambre– pasó de largo a Cenicienta mientras se dedicaba a buscar el comedor, lo que la enfureció aún más.
– Ni que fuera tu exclava, prepárate tú solo la comida en tu propia casa– Dijo siguiendo a Sukuna, nunca sabía que era lo que le pasaba por la cabeza a ese hombre.
–Si 'el banco del parque' es interpretado por tí como casa, no sé cómo quieres que me haga algo de comer ahí– Cenicienta se quedó mirandole raro ¿Era por eso que se metía en su casa? ¿Porque era un mendigo sintecho?
–La casa que tienes pega con las pintas que llevas, ¿no deberías de ponerte una camiseta por lo menos?– Sukuna solo rió ante el comentario mientras se sentaba a la mesa
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Sukuna x Cenicienta [La estrella que más brilla]
Fiksi PenggemarSukuna viaja a la tierra en busca de algo entretenido, aunque se le hace complicado al no conocer las costumbres terrícolas. Escapa de la ley al no saber cómo portarse, hasta que una chica medio esquizofrénica le da emoción a las cosas, así haciendo...