Epílogo.

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Epílogo:

"Una atracción que traspasa el tiempo"

Un Nathan Adams más mayor vive su vida de lo más tranquila, hasta que la vista de una mujer familiar despierta en él un sentimiento que olvidó hace años.

Su reloj y recuerdos fueron borrados, pero hay cosas que ni el espacio y ni el tiempo pueden borrar...

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Era un día más en la ciudad de St. Peanutsburg, dónde Nathan Adams vivía temporalmente.

Temporalmente porque en una semana volvería a su pueblo natal, en Japón, debido a una transferencia de trabajó, era una oferta que aceptó por el aumentó del salario, y porque extrañaba la ciudad dónde nació y creció sus primeros once años de vida.

Consiguió un buen puesto en el trabajo de su padre, gracias a los consejos del mismo, pudo avanzar mucho desde que terminó los estudios hace tres años.

En general todo parecía irle bien, tenía un buen empleó, volvería a su antiguo pueblo, y dejaría el pequeño apartamento dónde hospedaba.

Nathan reflexionó bastante en la cama, claro que extrañaría algunas cosas de San Peanutsburg, como amigos y compañeros de trabajo con quienes había entablado una pequeña amistad, juntó con la comida y ambiente del lugar, la cuál había visto caminar mucho a través de los años.

-"Pensándolo bien, ¿Que tanto habrá cambiado las cosas desde que me fui?"-Nathan sé preguntó en un momento de su supuesta reflexión, colocando su mano bajó su mentón, mientras miraba el techo.-"Han pasado doce años, doce años..."

Nathan volvía a tratar de recordar cómo era su antiguo pueblo, recordaba bien detalles frívolos, como la comida y cultura diferentes entre su antiguo y actual pueblo, los lugares donde iba a casar insectos con sus amigos, y no mucho más.

Le dió un poco de dolor de cabeza al tratar de recordar más, Nathan pensaba que era suficiente, pero estaba ése sentimiento de estar olvidando algo importante para él.

Su mente divago hasta esos momentos de la escuela, a su profesor, sus amigos de siempre Eddie y Oso.

Katie...

El joven adulto sé concentró más en su antiguo romance de primavera con Katie Forester, a diferencia de Eddie y Oso, con quienes aún se hablaba por la red al día de hoy, ella fue un caso distinto, luego de entrar a secundaria, no volvió a saber de la castaña, hasta años después, cuándo su madre quien había vuelto a Japón, que la joven Forester sé había vuelto maestra en su antigua escuela.

Sorprendentemente Nathan no sé perdió pensando más en Katie, comenzó a divagar más en sus otras compañeras que tuvo en la escuela, solo para darse cuenta que apenas las recordaba.

Recordaba vagamente a Kelly y Lulú, antiguos enamoramientos de sus amigos, Zoey, la recordó con algo de nostalgia, fue su primera amiga, con la cual sé separó el tiempo en la primaria, e Valeria Luna, su recuerdos eran confusos, sabía que eran unidos en la primaria y durante la secundaria, Pero Nathan no recordaba todo lo que hacían, aunque algunos le habían dicho que ambos tenían un "hobby" en común, por lo cual pasaban mucho tiempo juntos. Tiempo que no recordaba...

Lo de Valeria era confuso, de nuevo el joven adulto sintió un ligero dolor de cabeza al tratar de recordar más, juntó a ese sentimiento de disgustó al no recordar algo, algo que al parecer, fue importante en ese tiempo.

Nathan golpeó su cabeza, acariciando su cabellera castaña oscura, pensando que sé desvió bastante del tema que ya había olvidado, antes de recordar que era por el tema del regresó a su tierra natal, dejando atrás lo demás...

-Una atracción no muy común-(Yo-kai watch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora