Camellia admiraba el paisaje. Comenzaba a acostumbrarse y ver belleza en la nieve, para alguien que había nació entre flores y el sol, aventurarse más allá y conocer cosas nuevas le trajo muchos buenos recuerdos, cosas que nunca aprendería en su hogar, y la oportunidad de conocer gente nueva, como otros yokai's, y raramente, la oportunidad poco común de entablar amistad con un humano.
-"¡Mellia!"
La pelirroja giró la cabeza, viendo una pequeña cantidad de nieve que bloqueo su vista por un segundos, antes de impactar contra su cara, no le lastimó, pero si la tomó por sorpresa.
-"¡Derecha! ¡Ja-Ja!"
Camellia reconoció la voz, mientras sé quitaba la nieve de su cara, frunció el ceño en una falsa molestia, no pudiendo evitar sonreír traviesa, mirando alrededor, solo viendo más nieve.
La yuki onna pelirroja sonrió con más picardía.-"Je, je. ¿Crees poder esconderte de una princesa?"-Flotó alrededor de la zona, mirando alrededor, aún sin ver a nadie. Ella comenzaba a tener una expresión más dudosa.-"Uh, puede que lo logres"
-"¡Ta-da!"
Algo de nieve sé levantó de golpe, cerca de dónde estaba Camellia, quién chilló, antes de ser silenciada por otra bola de nieve directo a la cara.
-"¡Pow! ¡A tu cara otra vez, he, je! ¡Achu!"-Estornudo, quién parecía ser sólo una niña cerca de sus trece años, morena, de ojos azules y de cabello color castaño oscuro atado a una cola de caballo detrás de la nuca. Su vestimenta era solo un kimono algo rasgado y de colores muertos.
-"¡Eso no es justo!"-Sé quejó la yuki onna, quitándose la nieve en su cara, para luego lanzar una mirada e inflar sus mejillas en un puchero.-"¡No deberías esconderte en la nieve de esa forma! ¡No es algo natural!"
-"¿Me lo dice una chica fantasma sobre qué es natural? Que irónico"-La chica humana lanzó una carcajada antes de ser silenciada por una bola de nieve que fue directo a su frente, la cual hizo tropezarse de espaldas.-"¡Ay!"
Camellia sé frotó las manos luego de arrojar esa bola de nieve.-"Te recuerdo que solo porque algo este fuera de lo "natural" no significa que no lo sea"-Ella frotó alrededor de la niña, sonriéndole con diversión.-"Tenemos nuestras propias reglas en nuestro mundo, como ustedes"
-"Ya se"-Dijo la niña, quitándose la nieve de su cara, mirando un poco molesta a la yokai femenina.
Las dos sé quedaron mirándose, para luego reírse amistosamente una de la otra.
La castaña volvió a estornudar de repente, pero pasó de alto eso, mientras le sonreía a la yuki onna.-"¿Podemos jugar a una batalla de bolas de nieve de nuevo?"
-"Oh, curioso, pudiste preguntar eso al comienzo, antes de arrojarme la primera bola a la cara, dos veces"-Añadió la pelirroja, con las manos detrás de la nuca, y sonriendo con picardía.
-"Buuu, te quejas mucho para ser inmune al frio"-Repuso la castaña, con burla, mientras sé cruzaba de brazos.
-"No me quejo, tontín"-Añadió la yuki onna, estirando la mejilla de la niña un poco, antes de que la misma sé quejará y tratará de golpearla con sus manos, cosa que ella esquivó mientras lanzaba una carcajada alegre.-"Podemos jugar si quieres, pero terminemos antes del atardecer, no me gusta que vuelvas tan tarde, con el clima frio siendo mas intenso"
La niña sonrió ampliamente, mostrando sus dientes en el proceso.-"Bien!-"Exclamó, agachándose discretamente para agarrar un poco de nieve"
-"Y ya que yo acepte"-Añadió la pelirroja, con una mano detrás de la espalda.-"Tengo derecho de, ¡Lanzar el primero tiro!"-Estiró la mano de atrás hacia adelante, lanzando otra bola de nieve a la cara de la castaña, quién no sé esperó ese ataque a traición.
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-Una atracción no muy común-(Yo-kai watch)
FanfictionNathan Adams era un chico común, con una vida común a simple vista, siendo lo único raro en su vida la parte de ser un usuario de reloj Yo-Kai. El chico de trece años había tenido muchas travesías(más bien problemas) con muchos Yo-kai de los cuales...