Enemies to lovers [KOOKGI]

016

El nuevo rumor en todos los pasillos llevaba al rubio a una posición algo extrema, para todos fue una sorpresa que Hoseok llegará de la mano con Jeon y se mostrará algo demasiado cariñoso, pues hace solo la semana pasada era Min quien se suponía estaba tras el número uno de la facultad. Los rumores fueron desde que Jungkook lo había rechazado hasta un punto más lejano diciendo que él se "quería" meter entre Jeon y Jung, en realidad esta vez nada fue su culpa, o quizás sí, ilusionarse.

Esa no fue la peor parte, jamás en su vida había tenido vergüenza por algo, es más nunca le importó escuchar su nombre en cada pasillo, pero ahora era diferente, su seguridad se fue a la basura, pronto se sentía demasiado vulnerable, realmente creyó ser fuerte pero algo que no quiso aceptar se hizo presente, le gustaba Jungkook, lo había atrapado como nadie más en todo ese tiempo, no podía evitar sentirse miserable si lo veía con otro, no creía poder hacer como si nada ocurriera mientras alguien más compartía con él aquellas tardes.

Jalaron de su brazo y eso lo trajo de vuelta a la tierra, viendo a su amigo más alto y con el cabello algo más largo de lo regular, no lo pensó mucho y lo primero que hizo fue refugiarse entre sus brazos, debido a la diferencia de altura fue fácil ocultar su rostro entre su pecho aspirando en ligero toque del perfume sobre la tela de su hoodie.

— Yoon ¿qué pasó? anoche no respondiste a mis llamadas_— preguntó curioso de la actitud del rubio tan extraña_—

— es que no quería hablar con nadie_—dijo con el sonido de su voz apagado mientras se hundía lo más que podía en aquel gran hombre_—

— me dejaras sin respirar, cariño ¿qué pasa? _— volvió a insistir esta vez dejando mimos en su cabello_—

No hubo respuesta, hasta que finalmente lo liberó de su agarre, para mirarlo a los ojos y buscar el motivo. Si embargo no obtuvo nada solo la mano de Yoongi tomando la suya y aspirando fuerte para decidirse a entrar al salón.

Para nada fue una agradable experiencia, tener a Jungkook junto a Hoseok toda la clase, en especial escucharlos todo el tiempo puesto que eran los únicos que se ofrecían a leer o responder alguna pregunta de los maestros y no era algo malo, es decir de aquel modo no tenía a estos preguntando al azar y dejando en ridículo a los que no tenían ni idea de lo que hablaban, pero su mayor delirio era tener que ver las sonrisas entre ambos o el jugueteo de sus manos.

Se enojó con él mismo, es decir cuál era la maldita necesidad de enamorarse si ya sabía la sensación tan desagradable de perder autonomía, y el daño emocional que trae esa etapa, así que la detestaba, lo suficiente como para quererse sacar los ojos y dejar de ver aquellas acciones de Jungkook con otra persona.

Finalmente llegó el tormento de la salida, guardó todo lo antes posible y tomó de la mano a Joon desesperado por irse y aunque algunos curiosos se acercaron a tratar de descubrir algo solo puso su mejor sonrisa y carisma despreocupado para notarse lo suficientemente inmune a lo que estaba pasando.