CAPÍTULO 15: "El plan"

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Todo seguía igual para Seungmin. Jeongin seguía ignorándole la mayor parte del tiempo, por lo que Seungmin decidió que ya no haría nada más al respecto, ya no le rogaría por atención, claro que no. Es así que comenzó a hacer lo mismo que Yang, actuando con indiferencia y tranquilidad, como si no le afectara, aunque por dentro el sentimiento de tristeza y frustración seguía aún vigente. Fue así por un tiempo, en el que todo parecía fluir con normalidad, sin percances de por medio, sin embargo, no tuvo que pasar mucho tiempo para que Kim llegara a su límite.

―El atuendo de Hyunjin y Jeongin es como de pareja ―había comentado Felix inocentemente.

Cuando Seungmin presó atención al par, pudo verificar que, en efecto, ambos chicos tenían atuendos combinados, bastantes similares, los cuales le hacía lucir―tal como había dicho Felix―como una pareja; pantalones anchos, camisa de mangas cortas, y camperas de algodón, los colores variaban entre ocre, blanco hueso, gris y verde militar.

Eso fue el colmo.

La estabilidad de Seungmin voló lejos. Aquél pequeño detalle era lo último que lo unía al maknae, y le fue quitado de inmediato. Herido era poco para describirlo en ese momento, se sentía traicionado, humillado, triste, impotente, cualquier tipo de sentimiento negativo que se te ocurriera; eso sentía Kim Seungmin.

Lo normal era que se deprimiera por algunos días, pero ya venía pasando por eso desde hace rato, y ya se había cansado de verse afectado por Yang Jeongin. Así que decidió actuar.

―Hyung, es hora de que tome en cuenta tu palabra ―dijo Seungmin con seriedad, parándose frente al Lee mayor, quien se encontraba leyendo un libro en el living.

― ¿Tienes lo que quiero? ―indagó Minho, mirándolo desde abajo.

―En la heladera, sobre el segundo estante ―contestó rápidamente.

Minho sonrió con satisfacción, y tras acomodar sus lentes por sobre su tabique cerró el libro que estaba leyendo, procurando apartar la página a medio leer con un separador con estampados de Kuromi.

―Perfecto. Comencemos con el plan entonces ―decretó con malicia emanando de su cuerpo.

Lee Minho no era una persona mala, o al menos él no consideraba que fuera así. Pero debía admitir que tenía cierta inclinación al lado oscuro por así decirlo. Una maldad de vez en cuando no te hacía mala persona, sólo alguien un poco travieso. Ya se había mantenido tranquilo por un tiempo prolongado, por lo que ayudar a Seungmin en su plan era una buena forma de cortar con el aburrimiento. Ayudaría a su menor a recuperar la atención de su amigo, disfrutaría de las reacciones del maknae, tendría su preciada dosis de pudín por todo un mes, y si salía todo bien, entonces todos serían igual de felices.

Lo primero que harían era sencillo, jugarían por las noches con la play en la sala, de ésta forma, haciéndose ver con más facilidad. Y aunque Minho no fuera alguien que disfrutara mucho con los videojuegos, al final sí le resultó entretenido, a pesar de la enorme cantidad de veces que perdía en contra de Kim Seungmin.

―Hyung, eres realmente muy malo en esto ―comentó Seungmin mientras reía con ganas.

Minho en cambio le fulminó con la mirada, estaba rojo de la impotencia.

―Quiero la revancha ―dijo el mayor, decidido a seguir con la interminable lucha contra el otro.

―Con esta ya van cinco revanchas, y en todas te derroté ―le recordó Kim, con una sonrisa burlona plasmada en el rostro.

Incluso a pesar de que nunca fueron tan cercanos, la verdad es que a Seungmin siempre le pareció entretenido convivir con su mayor, la forma en la que podía ser tan extrovertido y luego volverse introvertido de un segundo para otro, la actitud temperamental impredecible, y su característica favorita del menor; la facilidad con la que Minho lograba enojarse.

𝑪𝒖𝒕𝒊𝒆 𝑳𝒊𝒑𝒔 ⊱ 𝐒𝐊𝐙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora