CAPÍTULO 8:"Declive"

512 68 30
                                    

Maldita sea Lee Felix y su engatusante encanto para convencerlo en todo. Él sabía perfectamente lo que hacía y cómo debía hacerlo para hacerle aceptar lo que sea que le propusiera, y Jisung se odiaba por ni siquiera pensar en la posibilidad de negarse en cada petición del pecoso. Pero incluso si realmente no tuviera ganas de levantarse de su cómoda cama, iría sin dudarlo a cualquier lugar que Lee le indicara, porque hoy más que nunca, debía acompañarlo en todo momento, porque un corazón roto no era algo fácil de arreglar, y su amigo era caracterizado por ser alguien muy sensible y de autoestima impredecible.

Así que helo aquí, en el gimnasio de la empresa. Estaba ahí desde las 5 am, y ahora el reloj marcaba las 11: 34 am. Su cuerpo se había acostumbrado a la vida sedentaria desde hace ya varios meses, y sólo se ejercitaba cada muerte de obispo, por lo que, inevitablemente, le había costado horrores volver a retomar una rutina de actividad física. Ya iban cerca de 3 meses de esta nueva rutina y, aunque se había acostumbrado de cierta forma, no podía evitar maldecirse mentalmente por tener que estar 5 horas consecutivas ejercitándose con Felix; todo porque el australiano de bonita sonrisa había decidido mejorar su físico con el banal objetivo de gustarle a Seo Changbin.

Sí, entendía en cierto punto a Felix, él había estado mucho tiempo enamorado secretamente de Changbin, tanto que, con el tiempo, ese enamoramiento se fue haciendo cada vez más evidente, pues prácticamente todos los miembros lo presentían. Todos menos Changbin.

Aquellos que ya veían venir lo obvio tan sólo esperaban el día en el que el australiano menor se animase a revelar sus sentimientos. Pero nadie esperaba que, de un día para otro, un tímido Changbin y un nervioso Chan les hicieran saber de su relación amorosa en una de las muchas prácticas de baile que tenían. La mayoría de los miembros se lo tomaron bien, incluso les hicieron saber que los apoyarían sinceramente.

― ¿Y Felix? ―preguntó Hyunjin, quien rebuscaba con la mirada al nombrado. De la nada, habían perdido rastro del Lee menor.

―Iré a buscarlo.

Han no dudó un segundo en pararse y salir rápidamente de la sala. Sabía perfectamente que la noticia no había sido tomada de la mejor manera por su amigo. Ya podía imaginar la cara roja y llorosa del australiano.

Lo buscó por todos lados, prácticamente se recorrió toda la empresa, sin embargo, no había rastros de Felix, parecía haberse esfumado de la faz de la tierra, y para colmo de los colmos, resultó que no había llevado su celular, pues cuando intentó llamarlo, el que terminó por contestar fue Jeongin.

Quizás se sintió descompuesto y se fue antes ―dijo Jeongin al otro lado de la línea.

―Pero dejó su celular en la sala de prácticas. Felix nunca se va a ningún lado sin su celular ―recordó Jisung, todavía preocupado.

Cariño ̴ ―una voz diferente se escuchó―. ¿Qué sucede?

―Hyung, no encuentro a Felix ―contestó aún más nervioso, en tanto mordisqueaba las uñas de la mano que tenía libre ―. Lo busqué por todos lados y nada.

¿Por qué no les preguntas a las personas que estén pasando por ahí? Quizás alguien lo haya visto ―propuso Lee.

Jisung odiaba interactuar con desconocidos, o mejor dicho; odiaba interactuar con personas que no sean los miembros de su grupo. Pero odiaba más no saber el paradero de Lee Felix.

Y, aunque le hubiera gustado prepararse mentalmente, la presencia de cierta conocida le puso alerta.

― ¡Yeji noona! ―le llamó, y esta rápidamente lo reconoció y se acercó a saludarlo ―. Noona ¿Has visto a Yongbok? Salió de la sala de prácticas hace media hora y no lo encuentro por ningún lado ―preguntó y explicó de forma acelerada. Realmente no quería perder más tiempo, cada minuto que pasaba hacía que se sintiera aún más ansioso; el temblor de sus manos era prácticamente incontrolable.

𝑪𝒖𝒕𝒊𝒆 𝑳𝒊𝒑𝒔 ⊱ 𝐒𝐊𝐙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora