Hijo de muggles [Dramione]

Capítulo O6: Tratar con dragones

Capítulo 6: Tratar con dragones

Hermione se pasó la lengua por los dientes frontales mientras yacía despierta en su cama con dosel. Podía escuchar a Lavender y Parvati arrastrando los pies, preparándose para su estancia en Hogsmeade, preguntándose mutuamente su opinión sobre qué deberían ponerse. Y, sin embargo, lo único en lo que Hermione podía pensar era en la terrible experiencia de sentir cómo le crecían los dientes y luego tener que hacerlos encoger por Madame Pomfrey.

Con un profundo suspiro, finalmente se sentó para comenzar su propia tarea de encontrar algo que ponerse para el día. No es que importara; ella sólo pasaría tiempo con Harry, quien era básicamente su hermano. Y además, parecía que a los chicos que la rodeaban nunca parecía importarles lo que ella usara de todos modos.

—Chicos—refunfuñó mientras pensaba en un chico específico que le causaba mucho dolor.

Hermione no era estúpida y se dio cuenta de que Malfoy estaba siguiendo el juego cuando comentó sobre tener que ducharse cuando chocó con él en Cuidado de Criaturas Mágicas. Por supuesto, eso no le impidió sentirse herida, pero no lo habría considerado una violación de sus términos.

Peor el maleficio, fue un paso demasiado lejos.

Una vez más, Hermione fue lo suficientemente consciente como para ver que Malfoy nunca había tenido la intención de golpearla con el maleficio. Pero aun así sacó su varita hacia Harry y planeó golpearlo con el terrible hechizo que le haría crecer los dientes. Aunque, para ser justos, también estaba decepcionada de Harry porque intentó maldecir a Malfoy. Y si iba a ser justa, no podía atribuirle el maleficio a Malfoy si no iba a aplicárselo también a Harry.

Pero eso no significaba que no pudiera hacer sudar un poco al rubio.

En lo que a ella concernía, COÑO estaba oficialmente cerrado por hoy, y Malfoy tendría que hacer arreglos para reunirse en otro momento. Si realmente sentía remordimiento, con suerte, acudiría a ella. No tenía absolutamente ninguna intención de perseguir al estúpido chico, sin importar la curiosidad que tuviera sobre él y su misterio.

Espera no. No él y su misterio. Sólo el misterio... para la investigación.

No necesitaba más información sobre el propio Malfoy. Sus burlas y comentarios hirientes se habían convertido en un elemento básico durante el tiempo de Hermione en Hogwarts, y aún no se había disculpado por nada de eso. No es que ella realmente esperara que él lo hiciera. Además, este extraño acuerdo que tenían era sólo temporal. Pero aún así, era difícil no hacerle ilusiones de que este extraño descubrimiento de su estado sanguíneo lo ayudaría a convertirse en una persona decente. Desafortunadamente, Malfoy era inmaduro con respecto a sus emociones.

O tal vez simplemente inmaduro en general.

También se enfadaba rápidamente y era muy egocéntrico. Hermione sospechaba que en realidad nunca había aprendido a hacer amigos. Los Slytherin con los que pasó tiempo se conocían porque todos crecieron juntos. Sus relaciones parecían tener más que ver con alianzas y creencias compartidas que con una amistad real. Hermione tuvo que aceptar que si continuaba trabajando con Malfoy, tendría que abordar todo desde una perspectiva diferente. El chico podía ser impredecible y a menudo le recordaba a un dragón dormido esperando ser provocado.