Muchos afirman que vivir para siempre es algo genial. Pero cuando has vivido siglos enteros sin la posibilidad de morir, y sabiendo todo lo que tuvo que ocurrir para obtener esa maldición, es lo contrario.
Es sabido que el destino se deleita con el...
Nueva entrada: "Gabriel ha luchado con determinación para llegar a este punto y ahora se enfrenta al más incierto desafío. El Señor Oscuro de los Licántropos debe ser derrotado si Gabriel ha de tener alguna posibilidad de traer a su amada de vuelta. Temo que sufra aún más una vez que descubra la verdad, aunque su odio y su deseo de venganza no deben ser subestimados. Tiene el Guantelete y tiene el arma de Gandolfi. Es una fuerza con la que incluso el Señor Oscuro tendrá problemas para lidiar. Bien... pronto superará a este mal. Pronto el mundo estará libre de los Señores de la Sombra, y planes por mucho tiempo soñados darán sus frutos. Adelante, amigo mío... ve y quiebra a esta criatura de una vez por todas."
...
Gabriel estaba moviéndose, hasta que se detiene observando cómo estaba saliendo un rayo hacia el cielo, simbolizando que en ese lugar se encontraba su enemigo.
Moviéndose Gabriel hacia esa dirección poco a poco, hasta finalmente pisar el lugar, notando cómo en el centro se encontraba un círculo azul brillante, deteniéndose Gabriel unos metros del mismo.
Poniéndose de rodilla y acercando una de sus manos al mismo, sintiendo mucha energía saliendo del mismo, hasta que cuando escucha un sonido detrás de él se termina parando.
Girando su mirada, notando primero esta persona tenía unas vestimentas parecidas a los miembros de la Hermandad de la Luz.
Gabriel: He venido a cumplir la profecía. -Dijo creyendo hablar con otro camarada de la Hermandad.
Al girar por completo su mirada, ve ya el rostro y apariencia de este individuo.
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La criatura tenía rasgos humanos y lobos, una gran barba, resaltables colmillos orejas puntiagudas y llevaba un gran martillo en la mano derecha, lo único que no llevaba de aquel uniforme de la Hermandad era en el torso a excepción de brazos y piernas.
???: ¡Mis acólitos no mentían! ¡Un guerrero de la Hermandad, aquí en suelo Licántropo! -Dijo la criatura.
Gabriel gira su cuerpo hacia donde estaba él, la criatura le hablaba mientras movía el gran martillo que tenía en su mano.
-Me pregunto, guerrero, si eres consciente de dónde estás y de quien soy...
Gabriel responde seriamente al escuchar las palabras del amo de los Licántropos.
