MephiLand.

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La elección de Izumo parecía la mejor. No sólo pudo reiniciar el concepto que los demás tenían sobre ella, también obtuvo algunos elogios e incluso hubo compañeras que le dijeron haber dejado atrás una desgracia para encontrar al chico correcto. Es decir, alguien que cuidaba tanto de ella tendría que ser un buen partido, seguro.

Con toda la conmoción se sintió completamente satisfecha. La mejor parte de ser la «empleadora» del convenio, era que Rin cooperaba siempre cuando hiciera falta. Además no tuvieron que ser demasiado cariñosos delante de nadie porque su interacción resultaba más bien tranquila ante el resto.

Su plan se desarrolló sin dificultades, permitiéndole desempeñar excelentes resultados para cada asignatura durante las pruebas. Incluso hubo clases en las que quedó a la par de Yukio.

Mientras festejaba las calificaciones, Shiemi se acercó a ella llena de sonrisas—. Felicidades Izumo. Has quedado en los puesto más altos de todo el curso.

La aludida levantó el rostro de forma orgullosa, encuadró las hojas de los test sobre su pupitre encogiendo sus hombros como si fuera lo más natural del mundo. Le había costado bastantes desvelos de repasos como para sacar una mala nota. Ante la conversación, otras chicas se reunieron alrededor para elogiarla.

—Cielos, eres increíble Izumo. Tienes las mejores notas, un historial escolar excelente y un novio estupendo. Me pregunto cómo logras equilibrar todo —murmuró alguien. El resto estuvo de acuerdo preguntándole cómo le fué a Okumura.

Izumo sintió un poco de timidez para responder. El chico apenas había conseguido notas aprobatorias en sus exámenes. Aunque las demás tampoco le dieron demasiada importancia, alegando que él era un deportista grandioso e incluso fue elegido para representar a su colegio en una competencia venidera. Tras esa revelación, la chica de cabello púrpura se sintió ligeramente... Extraña.

¿Por qué ella no sabía que él iba a hacer algo tan importante?

De acuerdo, no era su derecho tener curiosidad. Ellos solo hacían negocios respecto a su noviazgo falso, así que no era de su incumbencia el itinerario próximo del chico. Sonrió; fingiendo que ya lo sabía, luego escuchó como cada una hablaba sobre lo que le daba la gana. Al menos hasta que Shiemi retomó la palabra—. Por cierto, el grupo está planeando ir a MephiLand para celebrar que terminamos los exámenes. También vienen ¿verdad?

Kamiki puso una expresión rígida. Para ser francos, desde que cambiaron a su amiga Paku de instituto, no se relacionaba con otras personas además de algunas conversaciones -bastante- esporádicas, porque le era difícil entablar amistades. Incluso no consideraba a Moriyama una amiga como tal, la gente asumió su cercanía porque compartían habitación pero ella estaba lejos de admitir tal vínculo entre ambas.

Con eso, significaba también que pocas veces realizó eventos grupales. Resultando un poco vergonzoso rechazar al sentirse fuera de lugar  con sus compañeros en un ámbito que no fuera escolar. Se mordió el labio ponderando las opciones aunque todas las excusas viniendo a su mente eran de mala calidad. Intentando parecer comprensiva, se giró hacia el pupitre trasero para llamar a Rin.

El chico se encontraba discutiendo con Suguro antes de poner atención a Izumo—. ¿Sucede algo?

—Las chicas dicen que el grupo planea ir a MephiLand el fin de semana ¿Quieres ir?

Rin parpadeó con cierta sorpresa, estaba a punto de preguntarle lo mismo—. Si quieres ir. Está bien para mí.

Los demás intercambiaron miradas ante su «coqueteo», emitiendo risitas—. Hey, dejen de presumir y díganos si vienen o no —exclamó alguien. Entonces Izumo confirmó su asistencia, sintiéndose nerviosa de pronto. Era la primera vez que hacia algo con tanta gente.

 ¿Están saliendo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora