No Me Sueltes (VQL #2)

Capítulo 1

Hola a todas! Ya estamos de vueltas y espero no dejarlas sin leer por un mes entero -perdon por eso :/ (Barby del futuro: jeje, creo que ya lo hice). -. Gracias por seguirme hasta hoy en día, por comentar, votar, y lo más importante, leer las pelotudeces que escribo.

Espero que les guste el capítulo ^-^.

*_*

- Bonita, ese trasero no se moverá solo. Está pegado a tí - comentó Claire cuando vió que no planeaba salir del auto con ventilación - Ahora sal de ahí que tienes que mover las cosas.

- Yo no saldré de aquí para trabajar porque 1. Afuera hacen como cuarenta grados y moriré si lo hago, no quiero ser chancho asado, y 2. No seré yo la que mueva todo, tú deberías hacer algo. Lo que me lleva a, 3. Mueve tu tus cosas.

- Yo dirijo - Dió dos palmadas - Sal de ahí chancho, o te asaré más tarde.

Intenté ignorarla por lo que quedaba de tiempo hasta que llegara alguien a ayudarnos pero unas manos en mis tobillos me sacaron a la fuerza de los asientos de la camioneta.

- Bonita, creo que tu amiga te ha pedido algo - frente a mi estaba el chico mas divertido y encantador que he visto en mi vida.

Jeremy, el nuevo novio de mi amiga, me había arrastrado fuera del auto y ahora me miraba como lo hizo en este último mes, con una sonrisa de superioridad en el rostro.

- Te odio - lo empujé fuera de mi camino y me fui directo al maletero. Saqué mis maletas y las arrastré como pude por el camino, hasta que llegué a recepción.

Hice una larga cola y cuando llegué hasta la mujer sentada frente a una computadora ya había pasado media hora, y en todo este tiempo mi amiga no había llegado junto a mi. Presenté una hoja con mis datos y la mujer me entregó otra con el número de habitación, horarios, número de casillero y una llave.

Recorrí el campus de arriba a abajo, sin embargo, no encontraba el edificio Lincoln por ningún lado así que me detuve y apoyé mi trasero en una de las maletas para descansar. Todos los que pasaban junto a mi me miraban de una forma extraña pero ninguno se detenía para ayudarme. Que diferente es este primer día al anterior. Junto a mi escuché a una chica hablando por teléfono en español por lo que la detuve. Ella me miró extrañada y antes de dirigirse a mi colgó la llamada.

- ¿Quien eres para hablarme? - preguntó con enfado.

- Lo siento, es solo que te escuché hablando español y... y - ella me interrumpió.

- ¿De donde eres?

- De Argentina pero vengo de Estados Unidos con una amiga que perdí de vista hace ya algunas horas, y me he perdido. ¿Podrías ayudarme? - puse mi mejor cara de perrito mojado bajo la lluvia y con un suspiro asintió - Busco el edificio Lincoln.

- Tienes suerte de que me dirijo para alla. Sígueme - ella tomó una de mis maletas y yo arrastré las otras dos - Es extraño ver personas como tú y yo aquí. No hay muchos que hablen nuestro idioma. A mi me tomó tiempo adaptarme y no voy a permitir que alguien como tú arruiné mi popularidad.

- ¿Es que siempre tengo que encontrarme con las populares? - susurré para mi misma.

- ¿A que te refieres? - preguntó indignada - Si quieres no te ayudo y te dejo abandonada aquí, y encuntras tu cuarto por tus propios medios.

- No lo considero algo malo pero espero que las cosas no sean como en mi último curso - me miró intrigada por la noticia e hizo una seña para que continuara - Tuve unos problemas con un grupo de chicos.

No quería aclarar más pero la cara de esta chica me demostraba que no me dejaría en paz hasta saberlo todo.

- Tranquila, con un poco de sexo todo se resuelve - mi cara se contrajo del asco - No me digas que eres virgen - asentí con el rostro sonrojado por tal pregunta - ¡Escándalo! Espera a que se lo diga a mis amigas. Ya te conseguiran a un chico guapo para perderla.