Parecía que subía y bajaba. Me pegaba con fuerza contra el colchón y luego me despegaba tanto que sentía que volaba en el aire por un milisegundo, pero ni con eso bastaba para que saliera de la cama. El techo se tendría que caer encima mio para que algo así ocurra.
- ¡Levántate de una maldita vez! - escuché a alguien gritar. Hice caso omiso a cualquier ruido y seguí recostada con los ojos cerrados - ¡Ya es mediodía!
Sentí unas manos levantarme y una persona llevándome. Las manos me soltaron y caí. En agua. Fría. Salí a la superficie y vi a nueve personas riéndose a carcajadas en el piso.
- ¡¿Que carajos tienen dentro de sus cabezas?! - nadie se detuvo a observarme y mi irritación iba en aumento - ¡Tienen mierda en vez de un cerebro, por eso les falla pensar!
Salí chorreando agua y entré en la casa. Subí al cuarto, cambié la ropa mojada por la de la noche anterior y bajé las escaleras con la cartera y los zapatos es una mano. Antes de irme le lanzé, al chico con el que dormí, las cosas mojadas a la cara.
- Eres un imbecil - espeté enojada a pocos centímetros de su rostro. Di unos pasos atras - Y esperaba más de ustedes, pero tal parece que la gente vive su vida ocultando quien es en realidad.
Cerré al puerta y esta tembló por el golpe. Caminé varias cuadras sin saber a donde iba realmente. Por mi lado pasaron un grupo de chicas que llevaban un buzo con el logo del colegio, por lo que me detuve frente a ellas.
- ¿Sabrían decirme como llegar a su colegio?
Recibí un par de indicaciones especificas y me dirigí por donde me indicaron. Veinte minutos más tarde y ya estaba cruzando la reja del campus.
Llegué a mi residencia arrastrando los pies del cansancio. Sentía que una bomba había explotado en mis pies y los había explotado, si daba un paso más estoy segura de que caería. Abrí la puerta de mi cuarto y no encontré a nadie en él. Me puse el pijama y me acosté. Al poco tiempo caí en un profundo sueño.
*****
A mi alrededor se escuchaban voces. No recordaba en donde estaba acostada pero sentía que debía salir se ese lugar lo más rápido posible. Abrí mis ojos para encontrarme con dos caras identicas.
Mandy y Mindy.
- Hola - saludaron al mismo tiempo.
Aun adormilada les respondí con una leve sonrisa y un ligero y muy vago movimiento de mano.
- Alguien te busca - dijo una.
- Y después queremos hablar contigo - siguió la otra.
Salí de la cama y me dirigí a la puerta. La abrí. Estabamos frente a frente. Él con una expresión desinteresada mirando al vacio. Yo aun me encontraba en estado post-dormir por lo tanto mi mente no registraba quien era ese chico o si lo conocía.
- ¿No piensas saludarme? - preguntó él.
Parpadeé. Esa voz me era familiar. Froté mis ojos y volví a parpadear. Ese chico era Mark. Quien no esperó a que procesara la situación, tan solo me tomó de la muñeca y me arrastró por el pasillo, escaleras abajo y fuera de la residencia. Caminamos por el campus y entramos en otra residencia.
En los sofas de la sala compartida estaba Aaron sentado leyendo un comic. Corrí hacia él y salté a sus brazos.
- Creía que estabas muerto - dije con mi cara escondida en su pecho.
Comenzé a llorar. ¡Dios! Este chico se había arriesgado por querer sacarme de esa ciudad. Lo extrañaba aunque no haya pasado tanto tiempo. Era una persona en la que podía confiar. Saqué mi cabeza de su pecho y me dirigí a su cara. En su mejilla planté un sonoro y húmedo beso.
- Hola a ti tambien, querida Ariana - comentó divertido.
- Te extrañé tanto - susurré con mi rostro a centímetros del suyo.
- Si hubiese sabido que tenía que darte un pasaje de avión a cualquier parte del mundo para que me quisieras creeme que lo hubiese hecho antes.
Detras nuestro sonó una tos fingida. Había olvidado que Mark estaba aqui con nosotros.
- ¿Y a mi no me extrañaste? - preguntó con una sonrisa traviesa.
- Claro, al hermano menor de Chris, como no - comenté con el sarcasmo brotando por todos mis poros.
No podía impedirlo. No tenía nada en contra de Mark, pero al ser el hermano del chico que tanto odio me hace odiarlo a él por igual.
- Me queda claro que no es de tu agrado verme por aqui - se sentó en el sofá frente al nuestro y yo me acomodé junto a Aaron - Cambiando de tema, ¿Como es que llegaste aqui? -sin mucho esfuerzo señalé al chico junto a mi - Ok, lo entiendo. ¿Y Claire? ¿Todo bien con ella?
Mis ojos se fijaron en los suyos y le envié una mirada envenenada - No deseo hablar de ella en este momento.
- Ya se lo que paso. Desde que se fueron de la ciudad hemos estado en contacto con ella para saber como les estaba yendo y donde estaban. Fue nuestra informante hasta que pelearon.
- ¿Por eso vinieron?
- No, estamos aqui porque mi madre dice que debemos ser mas educados y que tenemos que aprender a convivir con otros. Ella eligió traernos a esta carcel. Esto es pura coincidencia - dijo señalando un espacio imaginario entre los dos - Y mister aqui presente - señaló a Aaron - Vino con nosotros porque nos quiere.
- Entonces Mister aqui presente, es un tonto - comenté.
Estuvimos un largo rato hablando de lo que pasó en la ciudad en mi ausencia y lo que hize yo en ese tiempo. Cuando terminamos eran como las seis de la tarde y mi estomago no había recibido ningún tipo de alimento en todo el día, así que me levanté de un salto y, sin despedirme, me fui a la cafetería a comer.
Caminé por los pasillos del edificio y la mayoría me miraba. ¿Qué hize yo ahora? No tenía ninguna respuesta a esa pregunta y tampoco habían pistas. No quise darle demasiada importancia y entré a la cafetería, que se encontraba vacía a excepción de la mujer de limpieza y la mujer de la cantina, que se mantenían una animada conversación. Sin interrumpirlas, tomé un paquete de papas fritas y dejé el dinero exacto sobre el mostrador. Luego de eso me fui a mi cuarto.
En el se encontraban las gemelas sentadas sobre sus camas leyendo unas revistas. Me senté en la mía y revisé mi celular, el que tenía un par de llamadas de mis padres, que atendería más tarde, y un mensaje. Un mensaje de Chris.
'Deja de juntarte con mis amigos. ¿O quieres que las cosas sean como hace unos meses?'.
Sin meditarlo decidí responder al mensaje.
'Tu rostro es el que terminará como hace unos meses, feo y sucio. Ahora deja de molestarme. Esto ya no es Houston'.
Lo envié.
A los cinco minutos se escuchó un golpe en la puerta. Las gemelas ni se inmutaron por lo que tuve que abrir yo. Allí parado estaba Chris, de brazos cruzados y con una expresión furiosa en el rostro. Al verme me jaló del brazo por el pasillo hasta sacarme de la residencia. Terminamos en un espacio verde, que en ese momento estaba desolado y ya había oscurecido.
- ¿A que te refieres con 'Esto ya no es Houston'? - se notaba enfadado y su mirada daba miedo.
Di un paso atras.
- A que no puedes andar por ahí mandoneándome. Lo hacías en Houston, ¿Y ahora lo haces tambien aqui? - grité en su rostro.
- ¿Quien me lo impide? - se encongió de hombros, desinteresado.
- Esto ya no es como antes, no jugamos con las mismas reglas - sin esperar su respuesta, di media vuelta y me dirigí a mi residencia.
*****
(A/N): Pido disculpas por la larga demora pero estuve ocupada con varios examenes y proyectos escolares. Pero estoy de vuelta.
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Barby
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No Me Sueltes (VQL #2)
Teen FictionAriana y Claire terminan en Inglaterra gracias al intento de escape, uno fallido. En el internado cada una se hace con un grupo de amigas, y comienzan a distanciarse. GRAN ERROR. Chris necesita un respiro de su vida, ¿Y que mejor idea que un intern...