El hombre que volaba de noche

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La mente intoxicada, una botella en la mano
El corazón en pedazos con pegamento ígneo en las puntas de los dedos.
Humo de un cigarro sabor a menta mezclado con saliva.
Las turbinas retumbando en los oídos.

Sueños asesinados del alma son los que me conforman; dices que voltee a otro lado, mientras miras al cielo.
Llueve; piensas en tus alas de cartón y las amantes de cera que no te aman.
¿No lo ves?
Te venden para el bien de su gente.
¡Guerra de clases!
¡Balazo al corazón!

Pasado, presente, futuro.
Ciclo en cenizas.
Bendita la pólvora.
Bienaventurado el gatillo.
Alabada la chispa.
¡Dios bendiga el fuego!

Glorioso el fin de una era.
La historia es de los vencedores,
El fin pierde la consciencia en silencio.

¡Viernes Santo!
Bendecidos los que lloran.
Malditos los que se pudren.
¿Justicia?
Lo legal y lo justo son espejos.

¿Quién bendito?
¿La inocencia?
Falacia de los corazones de plomo,
Mentes férreas.

Maquinaria pesada.
Corazón de reloj,
No hay quién te cuide
¿Un hada?
¿Elfo?
Un demonio de entre las fauces del infierno.

El hombre que mira al cielo.
El que vuela sin despegar los pies del sueño.

Retazos de existenciaWhere stories live. Discover now