EPISODIO 15

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Jake se soltó de Heeseung y salió de la habitación tan rápido como pudo. Este último se quedó de pie frente a su computadora muy decepcionado.

— ¿Pasa algo? —preguntó el profesor y Heeseung se volvió a sentar en su silla.

—No pasa nada... hum, creo que tenía que irse.

—Así que vives con un amigo... —Heeseung sonrió y bajó nervioso la cabeza, eso era tan evidente.

—¿Solo habla conmigo ahora?

—Sí, tus demás compañeros se han ido, solo estamos los dos, pero creo que es tarde.

—Lo es, debo dormir.

—De acuerdo, Heeseung, ha sido un gusto hablar contigo, hasta mañana.

Heeseung cerró su computadora sintiendo que el profesor Bang era más que un simple profesor, podía entenderlo y además que era muy grato entablar una conversación con él y eso para él era esperanzador.

Suspiró inflando sus mejillas al recordar la rara actitud de Jake, debía arreglar las cosas, al menos aclararlas y además estaba curioso por saber cómo estaba y si pensaba quedarse en casa.

Salió de su habitación y caminó nervioso por el pasillo hasta llegar a la habitación de huéspedes. Había una luz tenue de la lámpara pasando por debajo de la puerta, así que se animó a entrar.

Jake terminaba de ponerse una camiseta que le serviría de pijama y al ver a Heeseung acercarse con esa mirada dulce, frunció el ceño. ¿Cómo Tzuyu le prohibía tener que dormir lejos de su hijo si éste mismo entraba así a la habitación que le habían dado? Jake giro su cabeza evitando verlo.

—¿Qué quieres? —preguntó frío y entrando a la cama para terminar de jalar las mantas para cubrirse.

—Yo quería saber cómo estás, solo te fuiste de mi habitación, así sin más.

—Tu madre me ha prohibido estar en tu cuarto Heeseung, y no sé qué haces aquí. —el pelinegro se mordió el labio inferior y Jake lo miró de reojo. Su vientre se contrajo, quería tomarlo de sus brazos y jalarlo hacia él, pero debía contenerse.

—Lo sé, solo quería decirte que... tu mamá me dio pequeñas vacaciones, se quedará en casa con Ni-Ki. —Jake frunció el ceño.

—¿Pero qué mierda dices? Eso es terrible...

—Jake, es su madre, ella necesita tiempo con su hijo pequeño, quizá tú también debas darle una oportunidad. —Jake suspiró comenzando a airarse, el tema de su familia era uno muy sensible.

—Y tu ¿Por qué mejor no traes a tu padre a vivir aquí? —Contesto de la peor manera y vio como el pelinegro se incomodaba y dejaba de verlo—. Así me molesta el tema, no vuelvas a mencionarme a mi madre.

—Está bien, no tienes que ponerte así conmigo. —Hizo un puchero y le dio la espalda, sentándose en el borde de la cama, Jake sonrió ante eso, ese era su Heeseung, ese chico que desprendía ternura natural y quizá por eso sentía tantos deseos de quitarle todo eso. Golpeó su cama y Heeseung volteó a verlo—. ¿Qué pasa?

—Deseo dormir. —Heeseung entendió eso y se puso de pie. Bajó un poco decepcionado la cabeza, ¿Dónde estaba el Jake que deseaba darle un beso? Incluso se sintió feo. Llevó una mano a su labio sintiéndolos fríos y secos, hubiese deseado un beso de buenas noches, siguió sus pasos y mojos sus labios con su lengua. Jake apretó los dientes e hizo puños en la cama.

—Buenas noches, Jake —dijo bajito y cuando estuvo por irse, Jake decidió hablar.

—¿Qué día es tu cumpleaños? —Heeseung se detuvo en el camino.

Babysitter || JakeSeungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora