Prologo

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En Kikka, la ciudad del castillo, se estaban lanzando fuegos artificiales por la celebración del examen de ingreso para los siguientes nuevos reclutas de los caballeros mágicos. La mayoría de la gente que se veía en aquel lugar, algunos con apariencia de que no eran de por ahí sino más bien era de que habían ido de visita a la ciudad igual que Leahne.

Leahne Ancelin era el nombre de la mujer de cabellera semi rubia naranja quien se encontraba recargada en el barandal en medio del puente, sostuvo su barbilla con una de sus muñecas. Ladeo su cabeza observando lentamente con sus hermosos ojos purpuras el lugar enfrente, esas tierras eran totalmente desconocidas para ella. Suspiro al recordar el motivo por el que se encontraba ahí; no quería, lo detestaba, solo lo hacía para complacer a sus padres.

En las calles se veían como los empleados de dichos negocios utilizaban su magia para atraer la atención de las personas y más de los extranjeros. Leahne estaba maravillada por lo que estaba viendo, cierto sonrojo se había hecho presente en sus mejillas; varios transeúntes habían pasado alado de ella mostrándole un poco de su mercancía y quedo impactada al ver el elevado costo que tenían algunos productos. Se las había arreglado, invento cualquier pretexto con el fin de que entendieran que no compraría nada, en esos momentos andaba demasiada corta de capital.

Unos minutos después decidió dirigirse al recinto del examen sin antes recoger su cabello; se había echo una trenza y de ahí la enrollo haciéndola un bollo, se puso un cubre bocas color negro que le hacia conjunto a su vestimenta de igual color y por último se echó encima su capucha. El plan inicial era pasar desapercibida y que no la reconocieran, pero por lo que llevaba puesto no lo iba a lograr así que paso al segundo plan; aparentar ser un hombre, se había puesto una venda en el pecho para ocultar sus voluptuosos senos, una de las cosas que la diferenciaban del sexo masculino. En esos momentos solo le importaba que creyeran que solo es otro niño bonito, pensó.

Siguió caminando hacia su destino mientras comía unos dulces de chocolate que compro en uno de los puestos por estar en oferta, ¡Tres por uno! definitivamente no se reprocharía después de ver malgastado así sus pocas monedas de oro, era un lujo y una oportunidad que rara vez se podría dar en su desgraciada vida. Al llegar al lugar donde se realiza el registro, se encuentra con mucha gente rodeando el edificio con la finalidad de dar ánimos a los participantes, vaya espectáculo. Cuando le toca pasar a ella, se había registrado con el nombre de Lion Ancelin de acuerdo con su plan.

Mientras esperaban a que diera inicio el examen, dentro se encontraban varios anti-pájaros que se agrupan alrededor de aquellos con menor poder, ninguno se había acercado a Leahne con cada paso que daba estos se alejaban más, al notarlo observo detenidamente aquel suceso sin ni siquiera prestar atención al frente, termino chocando con un hombre de mediana estatura de cabellera marrón, quien al instante volteo a ver al causante. Leahne intento disculparse, pero las palabras no salían de su boca al ver su como ese sujeto la miraba con desprecio mostrando su imponencia, había logrado intimidarla. El hombre paso de largo mientras la mujer escucha atentamente a los aspirantes, quienes reconocieron al sujeto como el vicecapitán del Amanecer Dorado, Langris Vaude era su nombre y a lado de el se encontraba el capitán de dicha orden, William Vangeance, esa orden es considerada la más fuerte. Pese a ser de las más recientes, se ha situado como la orden de caballería con más estrellas; de acuerdo con las estrellas que han coleccionado por su excelente desempeño al completar misiones.

– Vaya espectáculo has dado joven misterioso – una mujer de tes güera le hablo por detrás, Leahne volteo a verla sin decir ni una palabra – mucho gusto soy Sally O'Ryan, pero para ti simplemente Sally. – se presentó amistosamente después de que el Amanecer Dorado se retirara.

– Lion – respondió cortantemente. Leahne pensó que solo quería ligar o le quería sacar provecho.

La tal Sally no parecía querer apartarse de allí así que opto por moverse de ese lugar y en donde pudo ver con claridad en la parte superior del recinto como entraban los capitanes de las órdenes de caballería; Nozel Silva, de las Águilas plateadas; Fuegoleon Vermillion, del León Carmesí; Rill Boismortier, de los Ciervos Aguamarinos; Jack the Ripper, de las Mantis Verdes; Charlotte Roselei, de las Rosas Azules; Gueldre Poizot de las Orcas Púrpura; Dorothy Unsworth de las Pavo Reales Coral y Yami Sukehiro, de los Toros Negros.

Black Clover: El Reino del BastoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora