Capitulo 4.

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NOTA: Algunos personajes que aparecen son creados por mi, la historia es mas o menos relacionada al anime y manga. Omito algunas cosas o las cambio.

Leahne recargo su cabeza en la puerta del carruaje, el dolor de cabeza se hacia cada vez más notorio ocasionando que llevara su mano a su frente. Aquella situación le estaba irritando y lo que lo empeoraba aún más era la presencia del hombre enfrente suyo, quien no paraba de echarle el ojo en vez en cuando. Después de pensarle tanto suspiro hablo – le puedo hacer una pregunta, aunque al parecer se va a oír bastante estúpido...

– Hazla – dijo apartando su vista hacia la ventana que se encontraba alado de él.

– ¿Me puedes volver a repetir el motivo del porque me encuentro aquí? Tengo la cabeza revuelta y aun no logro comprenderlo.

– El doctor que atendió a los chicos, por si no lo recuerdas son a los que has dejado en mal estado, quiere saber que mierda fue lo que les has hecho. No me digas nada, guárdatelo cuando te interroguen ­– dijo sin prestarle atención en esa ocasión.

Leahne se removió en su asiento, la hackea le estaba matando – esta bien... – algo le había causado intriga, el hecho de como lo supieron ­– ¿Cómo se han enterado de lo que paso ayer? Digo si se puede saber.

– ­No eres la única en utilizar la magia de memoria pronto sabrás a que me refiero y también deberías de saber sobre lo otro de lo que te han acusado ­– Langris se acordó de lo que sucedió en la mañana antes de ir con Fitnesse. Una de las sirvientas de la mujer había ido a declarar en contra de Leahne y lo que le causo más gracia fue cuando palideció al escuchar al de peinado de hongo decirle ¨Pronto sabremos si lo que has dicho es verdad¨ resultando que todo lo que dijo eran puras mentiras. Julius le había pedido que no comentara la verdad a nadie, ya había encontrado la excusa para retenerla y en esos momentos iba a utilizar esa carta.

­– Disculpa, no oí bien ¿Aparte de que se me acusa? ­– pregunto confundida.

Langris aclaro su garganta ­– esa persona vio cuando amenazo a un miembro de la familia real ­– Leahne al escuchar semejante mentira no pudo evitar voltearlo a ver ocasionando que por el movimiento se mareara, intento pronunciar algunas palabras de protestas, las palabras no salían. Langris por otro lado se concentro en mirar el paisaje continuando ­– y abusando de su estadía le pidió algunas prendas para pasar desapercibida, el testigo afirmo que le dio muchas.

La mujer paso su vista a la mochila que llevaba en su regazo ­– "Mierda" ­– pensó al verla ­– me podría dar el nombre de ese testigo.

­– No ­– dijo secamente ­– no estas en posición de saber eso además ha pedido que sea anónima, no quiere que le hagas daño.

Golpeo levemente la parte trasera de su cabeza contra la pared detrás suyo, aquella revelación había empeorado su situación. Pensó detenidamente quien pudo a ver mentido; la señorita Finesse lo dudaba mucho, ella no es así, lo decía por los recuerdos que vio de ella. Así que solo quedaban la servidumbre, uno de ellos tendría que ser. Tendría que usar de nuevo su magia para saber más afondo, aunque implicara que callera en cama varios días, era un riesgo que tomaría sí o sí. ­– ¿No le importa si tomo una siesta? ­– Langris no dijo nada, tomándose su silencio como un sí, puso en plan su marcha. Se sumergió en sus recuerdos y justo paro en donde veía por primera vez a la mucama llamada Amelia, toco su espectro utilizando a la vez su magia de espacio-tiempo; el hechizo que había utilizado consistía en mostrarle lo que la persona u objeto que había hecho o visto después de aquello hasta llegar al presente. No tenia que buscar más ya había dado con el culpable, por un momento pensó que había tenido un poco de suerte, que no le iban a traicionar así. Sintió la cachetada mentalmente con esto volvió a confirmar su odio contra la gente adinerada.

Black Clover: El Reino del BastoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora