Black Clover: El Reino del Basto

Capitulo 1.

Luego de que Leahne derrotara a Sally al descubrir su verdadero rostro, sorprendió al resto de participantes dejándolos boca abiertos por su comentario y entre ellos uno que otro no se había tomado en serio aquello si no que siguieron chismorreando de que solo quería llamar aún más la atención. Sally fue retirada en una camilla mientras los miembros de las diferentes órdenes discutían acerca de que tipo de magia había usado el chico misterioso al final teniendo en cuenta que en el resto de las pruebas solo demostró su agilidad, puntería y sin recalcar su asombrosa fuerza. Los capitanes reconocieron el hecho de que había estado ocultando dicha magia, no sabían del porque hasta ahora, el mismo participante respondió esa duda. Su salida épica basto para llamar la atención de William.

Leahne camino a paso rápido afuera del recinto, ahora no llevaba la capucha. No se fue tan lejos de ahí, solo se había sentido bastante hostigada por a ver captado la atención de todos. Se escondió entre unos pilares y en donde vio como cada participante pasaba al frente del resto para ver si alguna orden lo había seleccionado. Despueste de setenta aspirantes, el primero es elegido por Gueldre Poizot capitán de la Orca Purpura y continuaron rechazando a más. Le llamo la atención uno de los participantes, hasta donde alcanzo a escuchar el grimorio del joven era un trébol de cuatro hojas y ahora todos los capitanes habían alzado la mano. "Para ser un plebeyo tuvo mucha suerte" pensó, pues incluso Amanecer Dorado y Águila plateada querían reclutarlo, esas dos ordenes se caracterizan por solo tener miembros de la realeza y nobleza, el chico se termino uniendo a Amanecer Dorado.

También hubo otro joven que capto su atención, era demasiado energético. Cuando fue turno de el nadie levanto su mano, noto que se sintió frustrado por el rechazo e incluso el capitán de los Toros Negros aclaro lo sucedido – Es normal – su comentario hizo callar a la multitud, el silencio reinaba y los demás capitanes escuchaban atentamente lo que decía su compañero – Aunque seas hábil en combate, nadie quiere un poder que no se sabe de donde procede. Al fin y al cabo, lo que se busca en un caballero mágico... es poder mágico. – sintió el gran poder mágico del capitán. Yami mostro el nivel de poder de un capitán ocasionando que los presentes se intimidaran mientras bajaba en frente del chico – Nadie quiere a alguien sin poder mágico. Esa es la realidad. Antes dijiste que querías llegar a ser Rey Mago ¿No? Eso significa que tendrás que superar a los nueve capitanes – el pobre chico se tensó por la situación – Tú, que no tienes poder mágico, ¿Sigues diciendo lo mismo ahora que tienes delante?

El joven llamado Asta apretó sus puños tensando a la vez su mandíbula, tartamudeando le dijo – Aunque no entre a ninguna orden hoy... Por mucho que tropiece, y sin importar lo que me digan los demás... ¡Me convertiré en Rey Mago algún día! – afirmo, y su determinación convenció al hombre enfrente de él.

Yami empezó a reír. – Eres muy divertido. Únete a nuestra orden. Digo que te acepto en los Toros Negros. Y no tienes derecho a negarte – lo miro con cierta aura oscura en su rostro. – En los Toros Negros experimentaras todo tipo de penurias, prepárate. Pero espero que algún día llegues a ser Rey Mago.

En total fueron quinientos doce, este último nadie había levantado la mano y con eso finalizo el examen de caballería. – Bueno al fin y en cuenta valió la pena a ver venido – se auto comento Leahne, quien paso por la multitud. Los espectadores al ver pasar en fila a los que no fueron seleccionados comentaban cosas como; ¡Buen trabajo! ¡No se preocupen! ¡Sigan esforzándose! Su intención era subirles un poco el ánimo.

Rio por debajo, paso cerca de la enfermería en donde Sally la ve, apretó sus dientes del enojo y se dispuso a cobrar venganza por haber sido humillado y derrotado por una insignificancia como él, al estar inconsciente no supo acerca de que el joven podía usar magia. Lo siguió hasta un bar. – No creas que saldrás ileso después de avergonzarme, Lion. Por tu culpa... tuve que entrar a la orden mediocre de las Mantis Verdes. En la de los insectos... voy a ser la burla de mi casa... mi familia me odiara. Y lo peor de todo ¡Esa es la que más odio! – apretó sus puños con severo enojo al recordar que por a ver sido incompetente en la última prueba, Amanecer Dorado ni Águila plateada la habían escogido y se suponía que, si o si tendría que estar adentro de una de esas dos órdenes, pero no, su padre le obligo hacer el maldito examen solo para demostrar que tan fuerte se había hecho su casa. En ese instante contrato a unos magos rebeldes dándoles la descripción de Lion, su trabajo consistía en dejarlo postrado en la cama para toda su vida. Les prometió que si hacían bien su trabajo serian bien recompensados, la mujer recalco ser parte de la nobleza – La vida no es tan bonita... pronto veras el infierno, tenlo por seguro.