Mauro, luego de una larga interrupción romántica, nos explicó lo que había pasado con Matías, que estaba arrepentido por haberle hablado así pero que Ivo era un asqueroso con todas sus parejas y no quería que volviera a lastimar a Matías. Mientras hablaba contándonos como pasaron las cosas, jugaba a hacer caminitos con los lunares de la espalda de Lit, conectandolos.
— D: no creo que quiera verme —dijo— no está en su casa, debe estar con Ivo.
— L: ¿como sabes? —preguntó adormilado—
— D: subió una foto con el perrito de Ivo —dijo— debe estar en su casa
— Dam: tenemos que hablar como personas adultas —dije, en ese momento Lit me mordio un dedo— Mauro no
— L: ¿No? —preguntó ofendidisimo— listo no te hablo más
— D: vamos a bañarnos y vamos a buscarlo —dijo de la nada—
— L: ¿bañarse ahora? Tampoco te hablo más —te puso boca abajo para no mirarnos y me reí enternecido—
Con Mauro nos miramos y pensamos exactamente lo mismo.
— D: entiendo, supongo que la sorpresa se la voy a tener que dar a otro —dijo fingiendo decepción— ¿no te va a entrar la pollera que te mostré el otro dia, no Dami?
— Dam: ¿la negra quien se ajusta a los costados? — pregunte y Mauro levanto la cabeza— no creo Mau
Pataleo como el berrinchudo que és y se dio vuelta mirandonos mal.
— L: puto —dijo mirándome y sonreí— agarrame
Lo agarre a upa y no importa cuanto trate de hacerse el malo, no puede evitar aferrarse a mi y restregarse como un gatito.
— D: mimoso lindo —dijo dándole un beso en el cuello, haciendolo temblar— vamos