Procura no quemarte, si la lava te alcanza, ¡Te destrozará!
– No tienes oportunidad de ganar – una bofetada cayó directo en su cara, escupió una bocanada de sangre – Lo sabes.
– Demonios, detesto tu ingenuidad, Alteza – contestó burlón a lo lejos, admirando la escena de dos vacas resistiéndose a ir al matadero.
El príncipe heredero de WuYong forcejeaba con las cadenas que lo ataban mientras era rodeado por dos pequeños demonios, los secuaces y clones de aquel demonio de blanco.
Jun Wu estaba totalmente inconsciente, débil por las quemaduras y muerto si no fuera por el grillete maldito tatuado en su cuello. En la mayor parte de su cuerpo, ya no eran reconocibles como extremidades de un cuerpo humano, quemadas hasta lo más profundo por el fuego y la lava.
Tonglu vociferaba apunto de hacer erupción como lo había hecho hace más de dos mil años.
– Queda solo un día para que ustedes no tengan más opción que dejarse ser consumidos por mi – hablaba con ilusión, viendo la boca del volcán arder en un mar rojo de sangre y lava.
– Si claro, sobre mi cadáver – respondió el príncipe, logrando quitarse de encima a uno de los secuaces con un codazo contra el árbol.
– Ya estás muerto, niño bruto – no se molestó en mirarlo, admirando desde la rama del árbol donde estaba sentado los gritos de las almas en el volcán a la distancia – lo que tienes en el pecho no es más que una simple ilusión de un órgano que no tiene vida.
– Te equivocas – asfixió al otro demonio, acorralándolo su cuello contra el suelo con su pierna, teniendo sus movimientos retenidos por las cadenas que lo mantenían sentado en el suelo – Me siento más vivo que nunca.
Bai Wuxiang solo se burló, mirando de reojo al cuerpo inconsciente de Jun Wu.
– Es una lástima que se haya vuelto tan débil a causa de ese patético Guoshi Principal, tenía un carácter prometedor.
– ¿A quién llamas patético, basura inútil?
Los dos que estaban conscientes voltearon sus cabezas para observar como una figura vestida de negro caminar tranquilamente hacia ellos.
Sobre sus pies, el suelo temblaba bajo del volcán, la tierra se calentaba y los árboles a sus alrededores no eran más que un recuerdo hecho cenizas de la naturaleza ahora muerta. Encadenados al suelo subterráneo de piedra del volcán, estaban Jun Wu y el príncipe, chamuscados y con heridas sangrantes por todo su cuerpo.
Mei Nian Qing vio de reojo a Jun Wu, y sintió su corazón retumbar en su pecho ahora más que nunca. El alivio y la preocupación se mezclaban en su pecho dándole un picor en los ojos.
– Tanto tiempo sin vernos, Bai Wuxiang.
La calamidad rio con burla, mientras daba vueltas alrededor de Mei Nian Qing. – Pero miren quien es, el cobarde más grande de todo WuYong.
– Tú no eres mejor que yo.
– Te equivocas – se paró enfrente de él, y Mei Nian Qing sintió a necesidad de alzar la cabeza, para verse cara contra máscara – Soy mejor que tú.
Trastabillo unos momentos cuando escucho un chirrido debajo de él. Bai Wuxiang se alejó unos pasos, dándole la espalda. Mei Nian Qing miro debajo suyo, tratando de no perder el equilibrio, y debajo de sus túnicas se aferraban dos cadenas de metal alrededor de sus botas, enterrándolo unos centímetros bajo tierra.
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Eterno Volcán
FanfictionSiglos de dolor son dificiles de borrar tanto de la memoria como del corazón. La vida de los mortales es fugaz y su raza es determinada por una amnesia fatal, mientras que los inmortales viven durante siglos y eternidades. Y aún así, perdonar, es ca...