VII

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Cosas tensas y momentos tensos, ¿Pero dónde está el Príncipe Heredero? 


 – ¿Está seguro el Guoshi Principal, de qué es el libro que busca? – el grueso libro fue entregado en las manos de Mei Nian Qing por He Xuan.

A He Xuan y Hua Cheng les preocupaba en un principio que el Guoshi no pudiera cargar con un libro tan pesado, pero al ver que lo tomó con tanta naturalidad, se miraron a los ojos por un momento.

– Espero que sí.

– Si la suposición de Guoshi es correcta, espero que sepa que nos adentramos en terrenos peligrosos.

– No me tienes que advertir del peligro, Hua Cheng, tengo más siglos de experiencia que tú – comentó casualmente, ignorándolo por completo desde ese momento.

Colocó el pesado libro sobre la gran mesa en el centro de la estancia, a los ojos de todos y empezó a pasar página por página, mientras Mu Qing y Yin Yu se encargaban del segundo libro que habían traído las calamidades. Al poco tiempo, también llegó Xie Lian con otro libro aún más grueso debajo del brazo.

A primeras, el libro que Pei Ming había encontrado contenía información bastante importante, pero no les era útil, así que quedo descartado por completo. Pero Guoshi decidió conservarlo para estudiarlo en otra ocasión.

Mei Nian Qing se encargaba del libro que se le había sido entregado, que trataba en su totalidad del estudio de los núcleos de energía de los demonios, su comportamiento en ciertas mutaciones y la influencia que tiene la cantidad de energía espiritual que contenga sobre este, pasaba las páginas lentamente, procurando leer cada palabra para no pasar por alto cualquier indicio o dato que pudiera ser importante.

He Xuan y Hua Cheng se encargaban, con Xie Lian y Yin Yu, traducir, comprender y asimilar la información del libro que Hua Cheng había señalado de su biblioteca personal. Ese contenía más que nada información sobre las almas malditas, caídas en desgracia y su camino de transmigración, también hablaba sobre el comportamiento de los núcleos cuando el dueño pierde de golpe los poderes espirituales.

Y los demás, los demás solo preparaban sus armas. Feng Xin y Mu Qing en especial habían sido amenazados con ser sacados a patadas de la misión si empezaban a discutir y arruinaran la concentración de la investigación.

Paso un tiempo antes de que pudieran asimilar toda la información que sus cerebros estaban recibiendo, pero teniendo información suficiente, Xie Lian cerró el libro.

– Guoshi – habló Xie Lian – En este momento ¿Puedes decirnos ya que es lo que piensas al respecto?

Mei Nian Qing paro de leer hace algún tiempo, cuando ya había obtenido toda la información que necesitaba para saber que, realmente, su teoría era cierta. Solo que no había dicho nada para poder organizar sus pensamientos y pensar en que hacer a continuación.

Todos los presentes lo estaban mirando esperando respuestas. Sabían que si Mei Nian Qing los había llamado no era solo para ayudarlo a buscar un libro en una biblioteca gigante, algo realmente grave estaba pasando.

– La buena noticia, es que se exactamente lo que paso – se volteó hacia los presentes – la mala, es todo lo demás.

Mei Nian Qing se apoyó en el borde de la mesa y cruzó los brazos, con la mirada algo perdida.

– ¿A qué se refiere el Guoshi Principal? – preguntó Lang Qian Qiu.

En realidad, no sabía por dónde quería realmente comenzar a explicar todo lo sucedido, porque si empezaba directamente por el origen, se iban a enterar de golpe lo que a él mismo todavía le costaba asemejar.

– Cuando Tonglu despertó, la primera vez, cuando WuYong padeció su muerte bajo toda esa lava y ceniza. Todo, era producto de una calamidad celestial.

. . .

Ahora no podía parar, porque ya había comenzado por el punto de inflexión. Algunos tenían expresiones de palidez, y eran los mismos que sabían lo que eso significaba.

– Pero, como sabemos, no paró cuando el príncipe fue desterrado.

Creyó que, con eso, el resto empezó a atar algunos cabos sueltos que conocían, y con eso, algunos podían llegar a la conclusión final. La calamidad celestial del príncipe de WuYong se alteró, cuando su maestro se volvió loco y su energía espiritual se desnivelo.

Dando origen al volcán demoniaco.

Y mientras más lo pensaba, con los miles de detalles faltantes por explicar, todo tiene un único origen y culpable. Por eso no quería hablar en un principio, porque si empezaba, no podía parar y todos se darían cuenta de que la culpa de todo lo que paso y estaba pasando era culpa de los cielos. Así que se tomó un momento para pensar cómo iba a seguir a continuación.

A quienes tenía enfrente, todos, sin excepción, tenían algún tipo de conexión con el reino del cielo, siendo la mayoría oficiales celestiales, desterrados o no, y los otros dos siendo calamidades, eran seres con el destino de ascender en su vida mortal. Todos sabían o tenían una idea de cómo funcionaba la energía espiritual en un cuerpo.

Y si su conclusión llegará a ser correcta, entonces eso dañaría la reputación de muchos oficiales celestiales, incluido el mismísimo Xie Lian, y cambiaria la perspectiva que los adoradores tienen hacia los dioses. Sería una calamidad tan grande como cuando Hua Cheng destruyó a los treinta y tres dioses de la corte celestial. Solo que está vez, los implicados eran los dioses de la corte superior, quienes eran los que ahora tenían la autoridad para mandar desde que se decidió no nombrar al siguiente emperador. La reputación de las calamidades también estaba implicada.

Y también significaría que comenzaría como un secreto a voces que pronto se haría más grande, hasta que se llegue al descubrimiento del, alguna vez, poderoso reino de WuYong. Lo que llevaría a los adoradores a descubrir la verdadera razón por la que desapareció el emperador celestial de la dinastía anterior, Jun Wu, y al anterior a él.

Estaba pensándolo demasiado, y mientras más reflexionaba, era peor.

– Guoshi . . . – Xie Lian trató de acercarse, pero retrocedió de inmediato.

¿Qué se supone que debía hacer?

– Oigan – habló Shi Qing Xuan, mientras simultáneamente se comunicaba con alguien por la matriz de comunicación privada – Algo ha pasado en mi palacio.

– ¿Qué cosa?

Shi Qing Xuan abrió los ojos en grande cuando escuchó la noticia.

El príncipe desapareció.

– ¿Cómo que desapareció? – preguntó Xie Lian.

– Los guardias dicen que, lo vieron entrar a su habitación, y nunca volvió a salir.

– Alguien se lo llevó – aportó Yin Yu.

– Y yo sé exactamente quién – Mei Nian Qing volvió a mirar al libro de espaldas suyo – Prepárense para pelear contra Bai Wuxiang – miro fugazmente a todos los presentes.

– ¿Cuál es el objetivo de la pelea? – preguntó por primera vez algo sensato Pei Ming.

– Es más complicado de explicar de lo que creen, necesito que confíen en mí. No hay tiempo para explicar, tenemos que ir a Tonglu.

Todos los demás lo miraron ponerse la capa y caminar hacia la salida, sin tener más opción que seguirlo.

– Exactamente ¿Qué vamos a hacer? Por lo menos podrías explicar eso – dijo Qi Ying.

– Vamos a volver a fusionar a Jun Wu con Bai Wuxiang y el príncipe – respondió, saliendo de Mansión Paraíso. 

Eterno VolcánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora