18: Fin

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— ¡Izuku! — Llamó Katsuki desde el balcón de su casa hacia su ahora esposo, Izuku Midoriya, el héroe Deku, su compañero de trabajo y de vida —¡Izuku! — Gritó otra vez ganándose la atención de su marido que estaba sobre el cielo levitando con su pequeña hija Izuki chillando de emoción al ver toda ciudad desde ahí arriba —¡Baje a comer los dos!¡Hace mucho frío afuera!¡Se van a enfermar!

— ¡Papá, se ve muy lindo aquí arriba!¡Ven con nosotros! — Gritó alegre la pequeña ceniza con mechones verdes, una sonrisa grande con sus mejillas rojitas.

— Si, lo sé, garrapatita. Es muy bonito y todo, pero tienes que venir a comer — Comentó Katsuki cruzándose de brazos molestó, su hija de rió junto a su otro padre haciéndolo suspirar resignado —¡Ya bajen!¡La comida se va enfriar!

—Un rato más, Kacchan — Proyecto Izuku con una sonrisa, el cenizo rodó sus ojos.

—¡Si, un ratito más, papá! — Indicó la infante jalando los cabellos verdosos de su padre a quien no le importó el dolor en su cuero cabelludo.

Katsuki suspiró, le tocó usar su última estrategia para que su esposo e hija bajarán de su vuelo nocturno. Se dió la vuelta fingiendo que iba entrar a la casa y se dió por vencido.

— Que pena que no puedan bajar de haya arriba... Hice Katsudon — Dijo mirando de reojo como Izuku y la pequeña Izuki se miran uno al otro, sus estómagos gruñeron de hambre en solo por el platillo que preparó Kacchan — Bueno, Supongo que me tocará--

—¡Vamos enseguida! — Gritaron ambos, Katsuki sonrió victorioso al ver cómo su marido desciende de su vuelo con cuidado.

— Glotones — Burló el cenizo tomando en brazos a la infante pecosa que hizo un punchero tierno.

—¡Quiero mi Katsudon! — Exclamó Izuki alzando sus bracitos molesta.

— Si, garrapatita ya sé que tienes hambre — Dijo el rubio haciéndole cosquillas a la pequeña que se rió a carcajadas hasta que su padre peliverde la puso en su silla.

Katsuki sirvió la cena a su hija que en un un instante devoró la comida mientras Izuku y él seguían comiendo observando como la infante de cinco años se llena los cachetes de comida. Izuki al dar por finalizada su comida alzó su cuenco vacío hacia sus padres.

—¡Quiero más! — Indicó ella extendiendo su plato a Katsuki quien lo tomo y empezó a servirle más comida a su hija. Izuku se rió haciéndole una pequeña bromita.

— Se te va explotar la panza de tanto comer, Icchan — Comentó el peliverde de manera tierna notando como su hija hace un punchero tierno y se cruza de brazos molesta.

A Izuku le gusta molestarla porque parece una copia de Kacchan cuando se enoja, cosa que tanto el cenizo y su hija negarían rotundamente el parecido entre ambos.

—¡Eso no importa!¡Tengo hambre! — Exclamó Izuki estampando sus manos en la mesa que tenía enfrente de ella — Además, tú me dijiste que cuando tuviera hambre que comiera hasta que quedara llena.

— Está usando tus palabras en tu contra, padre~ — Rió Katsuki de manera burlona a su marido que también hizo un punchero tierno —¿Tu también quieres otro plato de comida?

— Si...

El cenizo solamente sonrió burlón sirviendo más comida a su pequeña familia, estaba muy contento con su vida de la cuál cambio hace cinco años cuando a él y a Izuku les llegó la noticia de que tenían una hija. Bueno, la vida de Katsuki cambio radicalmente cuando a Izuku se le inundó su apartamento y le pidió vivir con él.

Era como si hubiera pasado ayer, un día simplemente estaba ansiando tocar y estar rodeado de los brazos grandes y cicatrizados de su marido, y al otro vives con él, después se hacen novio y tiene una hija, luego se comprometen y se casan. Y finalmente, comienzan a formar e intentar se una familia sana. Vaya, quien lo diría.

Pero, a pesar de todo, Katsuki no se arrepiente de nada porque ver las sonrisas de las dos personas que más ama en su mundo y en el universo, era lo único que necesitaba. Ver cómo Izuku e Izuki inflan sus mejillas pecosas llenas de comida era, era algo que el cenizo jamás se cansaría de ver.

— Parecen ardillas — Murmuró observando como tanto Izuku como su hija alzan una de sus cejas confundidos.

Izuki una niñita que entre pocas palabras es la copia de Izuku físicamente y una copia de Katsuki en términos de personalidad, pero, puede llegar a ser muy amable en momentos en que se lo requieran así como muy traviesa.

Los pobres padres de la pequeña han tenido dolores de cabeza por las travesuras de su adorada hija. Algunas veces ella es muy ambiciosa y cuando quiere algo, si o sí lo debe obtener y no se cansa hasta conseguir su objetivo.

Cómo lograr escalará la estatua de All might que Deku y Katsuki tienen como honor a su mentor en la agencia, han tenido que bajarla muchas veces de ahí. O cuando se cuela en las reuniones secretas de sus padres, observando con curiosidad lo que hablan los héroes profesionales.

Algunos de los compañeros héroes de Deku y Dynamight, le acarician la cabellera, o le regalan una hoja con lápiz para jugar, ella muy inocente gatea por debajo de la mesa hasta llegar a la pierna de su padre e intentar montarse en esta.

Metiéndole severo susto a Izuku cuando hace esto, pero a pesar de que su papá Kacchan la regaña, Deku la dejaría montarse en su rodilla y que se quedará garabateando cualquier cosa en una hoja de papel.

¿Se pueden creer que Izuki siendo una niña de cinco logró hacer un plan completo para una misión secreta de sus padres? Pues para la pequeña Izuki solo fue un juego de laberinto, pero aquella vez que descubrió cómo lograr capturar al villano en la misión de sus padres por simple inocencia.

Todos en la sala incluyendo sus padres quedaron con la boca abierta, más de diez héroes profesionales no pudieron resolver el plan y una niñita de cinco años lo logro en cinco minutos.

Katsuki e Izuku se dieron cuenta que su pequeña bebé era una genio, mientras ella solamente estaba jugando de manera inocente. Izuki, nació sin don, pero, a ella no le importo mucho su ausencia de peculiaridad ya que tenía todo lo quería en su vida.

Era feliz con sus papás, ellos le daban amor y cariño todo los días, también le daban ánimos cuando se deprimía por no tener don, que ella es muy especial y que no tiene que depender de un don para ser genial, ella ya es genial.

Izuki ama mucho a sus padres, y ellos la aman a ella porque fue como una bendición para ambos caída del cielo, algo que si les pedirán volver a elegir, elegirían siempre a su pequeña hija.

— Buenas noches, pequeña garrapatita — Murmuró el cenizo arropando a su pequeña que se había quedado dormida después de comer. Salió de la habitación de la infante para unirse a su marido que lo espera en su propia recamara.

— Cayó rendida, te dije que si comía demasiado se iba dormir rápido — Indicó Katsuki abrazando el pecho del peliverde que sonrió.

— Lo sé, solo era para molestarla — Comentó Izuku besando a Katsuki — ¿Dormimos? O... — Indicó el pecoso con una sonrisa pícara hacia el rubio que no tardó en entender.

— Elijo la segunda opción.

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Fin.






























Perdonen si termine muy rápido está historia, no tenía más nada en mi cabeza para este fic y solamente quería terminarlo. Gracias por apoyar esta historia mientras estaba en emisión, gracias por sus comentarios, me gusta mucho leerlo. Espero que les haya gustado la historia en general ¡Nos vemos! ✨🥺

Pecas y cicatrices - [Dekubaku][FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora