Cazado || Gears of war Gay ||

C Д Я I Ñ Ф

Que más podría hacer sino pasar el tiempo con sus chicos.

El adorable joven despertó tarde, para ser como su héroe Marcus Fénix debía ser alguien disciplinado y eficaz, pero amaba despertar casi a medio día.

Desayunar pan tostado (muy tostado, casi al punto de estar quemado por completo) y un zumo de naranjas.

Mamá solía prepararle eso.

Envuelto en sus sábanas podía oler la carne que preparaban los mellizos, apenas regresaba a casa por lo que le era nuevo el asunto de vivir en pareja.

Vivieron juntos en campamentos improvisados cuando pelearon contra la reina Myrrah así que el despertar en su cama solo pero con dos locust atendiéndolo con amor era algo que estaba apenas volviéndose parte de su rutina.

Se puso de pie con dificultad, las consecuencias de la agitada noche estaban llegando.

Pero nada que no pudiera resolver de camino a lavarse los dientes.

Raku lo miró por el pasillo antes de ordenarle a su hermano que se apresurara, Carmine por suerte no entendió lo que decían.

Los mellizos se ocuparon de arreglar la mesa lo mejor que pudieron, había grandes trozos de fruta picada y algo de carne molina con unas especias rojas y por el olor que emanaban; picantes.

El tío Skorge preparó esa receta para su sapien.

Paso por la mañana a darles un plato para Ben, aunque no lo quiera aceptar, él también está preocupado por ellos.

Por la estabilidad de una relación así.

Y también porque les dijo que iría hasta Jacinto para ver unos "asuntos extraoficiales" con Raam y el ahora nombrado, monarca locust, Byron.

Por lo que Tai estaría solo en casa, sin perder más tiempo estuvo cocinando todo lo que María le dictaba por teléfono. Era por eso que lo vieron cocinando el día anterior.

Les dijo que en el refrigerador de la casa había comida apta para humanos, el isleño no estaba por las mañanas ni por las tardes así que podían entrar a esa hora, teniendo prohibido entrar en la noche.

Fue tal su amenaza que usando sus dos metros y sesenta centímetros tomó a Raku del cuello, asfixiándolo con mucha fuerza y apuntando al rostro de Toku con su pistola gorgón.

No estaba de broma.

Hizo que le prometieran que no entrarían a su casa por la noche.

Solo hasta que los mellizos comenzaron a sudar frío lo soltó. Bajando el arma para despedirse de los therons e irse.

El kantus se fue y ahora estaban bastante ocupados en la cocina.

—Algo huele delicioso —el menor sonríe al verlos.

Toku está moviendo con su cuchillo de caza algo de carne en el sartén, mira por sobre su hombro como el Carmine rodeaba su cuerpo con sus brazos.

Solo lo que podía abarcar en realidad.

—Comer...

Carmine frotó su mejilla contra la espalda de su esposo, mientras tarareaba una canción.

A los pocos segundos aparece Raku tomando del cabello al humano y robándole un beso.

Es algo brusco pero sabe de las buenas intenciones del theron.

—Comer... —insiste Toku mientras señala la mesa.

—De acuerdo de acuerdo —se ríe. Sentándose.