Maldito Normie I

901 68 31
                                    

Punto de vista de Enid.

Por fin había terminado de organizar todo mi armario de ropa que usaría este año. De nuevo tenía Miércoles de compañera y por suerte, era un poco menos fría, permitiendo que de vez en cuando le diera un abrazo. 

—Ahora un poco de música—active mi reloj digital y la canción comenzó a sonar.

Entonces vi a Miércoles entrar por la puerta, paré la música y me dispuse a saludarla cuando ella dio un fuerte y sonoro portazo. Luego dio un grito de rabia antes de sentarse en su escritorio. La cara era de pocos amigos, todavía más...

—¿Qué sucede?—pregunté acercándome.

Ella suspiró para relajarse un poco.

—He ido a la cafetería de Jerichó y...un normie...

—¿Te ha insultado?

—Mucho peor que eso.

Yo me apoye sobre su escritorio.

—¿Te ha golpeado?—ella negó—¿peor?—asintió.

—Me ha...me ha...pedido una cita—yo abrí los ojos—no...Enid no.

Di un fuerte chillido de alegría y le pedí que me contase con todo detalle lo que había sucedido.


Punto de vista de Miércoles

-Flash Back-

La cafetería me traía malos recuerdos pero necesitaba entrar a tomar algo porque no aguantaba más las ganas de caminar sin un buen café. Desde lo sucedido con Tyler, no había regresado y ahora ese lugar estaba algo cambiado.

—¿Qué te sirvo?—preguntó la camarera.

Le di mi pedido y mientras esperaba, saqué un libro para leer. Era sobre monstruos, recién había escuchado que algún nuevo monstruo andaba por los bosques, aunque no había victimas, haciendo que sospechase que se trataba de una broma para asustar a la gente del pueblo.

—Aquí tienes—dijo un chico un poco más alto que yo, pelo negro y con una sonrisa que me recordaba a mi compañera de cuarto.

—Gracias.

Estuve un rato leyendo y disfrutando de la tranquilidad. En mi habitación Enid no paraba muchas veces quieta o siempre estaba haciendo cosas. Mis ojos se posaron sobre el joven que no dejaba de mirarme en ciertas ocasiones, no era muy discreto que digamos. Tal vez le asustaba que fuera una excluida.

Cuando fui a pagar, estaba él solo. 

—Aquí tienes tu cambio—dijo dándome las vueltas.

Aproveche el momento para preguntarle.

—Me has estado mirando mucho—el joven puso cara pálida, de haberle pillado—¿tienes algún problema conmigo?, tal vez...¿por qué soy una excluida de Nevermore?.

—No...yo...—empezó a balbucear.

—¿Entonces?.

El chico miró a todos lados y luego se acercó un poco a mí.

—Me gustaría...me gustaría...

—¿Si?

—¿Tendrías la amabilidad de ir a una cita conmigo?—yo abrí los ojos de par en par.

Estaba muy sorprendida, ¿realmente lo estaba diciendo en serio?.

—¿Es una broma?

—No, en absoluto

Historias de NevermoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora