Enamorada de un normie III

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Punto de vista de Enid.

No sabía dónde me iba a llevar Tn, estaba algo nerviosa, tal vez era porque después de lo de Ajax aquello me parecía una cita. Aunque probablemente él no lo considerase así. Lo primero fue ir al cien a ver una película de la cual había sacado las entradas. No podía creer de cual se trataba, era una romántica, Ajax no quería ir a verla porque no le gustaba de ese tipo, las consideraba demasiado aburridas y predecibles.

—Gracias por traerme a verla—dije mientras comía unas pocas palomitas.

—No es nada, sabía que te gustaría—respondió mientras ponía el teléfono en silencio.

Durante toda la película, pude ver a la gente en parejas y besándose en ciertos momentos. En mi interior me dolía un poco por la ruptura con Ajax. Tenía ciertas ganas de llorar cuando sentí que Tn me tomaba la mano y me preguntaba en un susurro si todo iba bien.

—Si, yo solo...no importa—se acercó a mi oído y me dijo que lamentaba si era demasiado haberla traído por lo de Ajax.

Me miró con cierta tristeza, se sentía culpable.

—No te preocupes, entre tú y Miércoles...me habéis ayudado a salir adelante. Bueno, voy poco a poco—comenté tratando de animarme.

—Cualquier cosa me dices, ¿ok?—asentí.

Ciertamente deje de estar triste, pero también nerviosa. Me sentía muy relajada, era una salida más con amigos como cuando iba con Yoko. 

Tras la película, fuimos a caminar un rato por el pueblo, visitar alguna tienda y tomar un café. Me sentía algo cansada de toda la tarde que había tenido. Incluso algún pequeño bostezo salía de mi boca. Tn se reía viéndome y yo me hice la enfadada.


Punto de vista de Tn.

La tarde con Enid había sido muy entretenida y divertida, después del café tocaba regresar a la academia así que me ofrecí a llevarla. Durante el camino, la joven cerró los ojos mientras yo hablaba y contaba alguna cosa. Cuando me quise dar cuenta, se había quedado dormida.

Al llegar, tuve que despertarla y dio unos pequeños bostezos.

—Que sueño tengo—dijo mientras apenas era capaz de mantenerse despierta.

Enid salió y apenas podía caminar recta.

—Anda, te llevo—dije mientras la cargaba a mi espalda.

—No quiero...ser...una...molestia—susurró.

La llevé hasta su dormitorio y al abrir, vi a Miércoles escribiendo.

—Se ha dormido—dije en voz baja antes de dejarla en la cama.

—Lamento mucho que tengas que cargar con ella—respondió mientras la tapaba.

—No es nada—dije. 

Miré su dormitorio dividido en dos, quedaba claro de quien era cada lado.

—Ah, es verdad, querías ser escritora—señalé la máquina de escribir—¿qué tal lo llevas?.

—Ninguna editorial quiere publicarme porque soy demasiado...¿siniestra?

—Oye, conozco a un amigo que trabaja en una editorial, podrías hablar con él—ella volteó.

—¿En serio?

—Claro, para eso estamos los amigos—sonreí.

Charlamos un rato, aún quedaba tiempo para mí y encima podía ir en coche en un momento. No recordaba a una Miércoles tan amable pero me gustaba saber que había cambiado un poco en ese lugar. Escuchamos una voz detrás nuestra.

—¡Me he quedado dormida!—exclamó ella.

—Si, Tn te ha cargado en sus espaldas—dijo la gótica.

—¡Lo siento mucho!—se disculpó avergonzada.

—No ha sido nada, aunque he de decir que pesas bastante—bromeé haciendo que Miércoles sonriera y ella se cruzase de brazos.

Pero cuando más a gusto estaba con ellas, sonó mi teléfono, tenía que regresar a casa que mi madre esperaba con la cena puesta.

—Espera, te acompaño—Enid se puso las zapatillas.

Al llegar al patio me pidió nuevamente perdón por lo sucedido. Yo le resté importancia, solamente quería que se lo pasase bien, eso es todo. Ella me rodeó con los brazos pero en está ocasión sin fuerza. Nos quedamos así parados un rato, su olor a frutas del bosque me encantaba. Deslicé mi mano por su espalda, con un ligero masaje y al hacer eso, Enid frotaba su cabeza en mi pecho.

—Gracias por todo tu apoyo—susurró.

—Oh venga, deja de dar las gracias—replique—me gusta ayudar, además, somos amigos.

—Si—dijo al alzar su cabeza.

Me quedé viendo sus labios, eran de un rojo intenso debido al labial. Sentía unas grandes ganas de besarla, pero sabía que no estaba bien, me sentía mal porque creo que me estaría aprovechando de un momento de debilidad de ella.

—Enid...—me sentía débil mirando a los ojos, como si estuviera bajo un hechizo—debo irme...yo...

—¿Si?, bueno...puedes quedarte...¿unos cinco minutos más?.

¿Cómo negarme a algo así?, trague saliva y asentí haciendo aparecer una sonrisa en su cara que me hizo volcar el corazón.

—Creo...creo...—empezó—creo que estoy sintiendo algo por ti.

Yo abrí los ojos.

—Y yo igual pero...creo que debes aclarar todo, apenas has roto con Ajax y aunque no fuera la mejor relación...siento que sería muy pronto. Quiero que estés segura de tus sentimientos.

—Entiendo...¿y si solo es un beso?

—No, así se empieza—debía mantenerme firme.

Pero la verdad es que me moría de ganas de cometer ese error, mi corazón y mente impulsaban a hacerlo. Enid me sonrió de nuevo y fue acercando su cara poco a poco. ¿Debía cometer ese error?. Si, nuestros labios se juntaron brevemente, sabía a fresa y me encantó poder sentirlo.

—De-Debo irme—dijo al sonar la campana dando el último aviso para ir a cenar—buenas noches Tn.

Se marchó corriendo y yo me quede viendo como entraba a la academia. Suspire ante mi acción, la había besado, difícil que pudiera dormir aquella noche.

Regresé a casa a cenar y cuando subí a mi cuarto, vi los mensajes de Enid. Me paso fotos suyas en la cama tirada o fotos de Miércoles jugando con Cosa. Me hizo mucha gracia verla de aquella manera.

—Gracias por todo—dijo acompañando el beso con el sticker de unos labios.

—No es nada—mi sticker era de pulgar arriba.

Después de despedirse de mi, me quedé viendo el techo de mi habitación mientras en mi mente no paraba de formarse el beso con Enid. Mis labios deseaban probar de nuevo ese beso. No recuerdo en que momento me quedé dormido, pero sí de algo estoy seguro es que me quedaría frito mientras recordaba ese momento.

A la mañana siguiente desperté y lo primero que vi fueron unos mensajes de Enid pidiendo su apoyo para la Copa Poe. Al no saber que era, le pregunté y me llamó no solo para explicarlo, sino para que fuera de invitado a animar junto al resto de alumnos de la academia.

Continuará...

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