𝑬𝒑𝒊𝒔𝒐𝒅𝒊𝒐 8

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Debe ser una odiosa broma.

«¡El maldito me besó!»

Su mente y sus mejillas eran un desastre, sus pensamientos estaban siendo una explosión de juegos artificiales y el rosado se iba apoderando poco a poco de sus cachetes. Caminaba de un lado a otro, procesando todo aquello que había sucedido hace unas pocas horas.

Se sentó, volvió a pararse y volvió a sentarse, el movimiento incontrolable de su pierna evidenciaba su alteración.

- Maldita sea. - murmuró - Ese idiota me las pagará. - se enderezó suavemente de su lugar para no despertar al infante que yacía en su cama.

Suspiro con pesadez, su mejor amigo se le había confesado. . .¡y huyó desde su ventana!

«Que cobarde»

[. . .]

El pecoso despertó ante la bulla de unas gruesas gotas cayendo a lo lejos.

- ¿Kacchan? - llamó Izuku recién despertado.

No podía ver con exactitud que hora marcaban las agujas del reloj, toda la habitación tenía nula luz, así que trató de bajarse de la cama y dirigirse a la puerta donde provenía el ruido. Y efectivamente, era el de ojos escarlata con una bata de ducha.

- ¿Te desperté? - pregunto de repente el rubio quien ya había notado la presencia de el infante.

El de cabellos verdes no dijo nada, solo lo miró tímidamente. Katsuki pasó por su costado, empezando a secarse sus cabellos con una toalla aparte. El menor lo seguía con la mirada, con curiosidad de saber cuál sería su siguiente movimiento. Pero el espectáculo no duró mucho, ya que el pre-adolescente lo mando afuera para poder cambiarse tranquilamente.

Al estar afuera de esta, pudo darse cuenta de un pequeño gran cambio.

«¡El olor de Kacchan volvió!»

Aquel simple hecho hizo tranquilizar a Izuku, quien fue a la cocina por algo de comida, pero al estar a unos pasos de entrar, escuchó las voces de los padres de Kacchan.

- ¿Qué vamos hacer? Tal vez y nos estamos preocupando demás. - habló la mujer con tono nervioso.

- Por favor amor, recién hoy día le dieron los resultados al pequeño. - ese era Masaru, un alfa tratando de tranquilizar a su esposa.

Midoriya pudo haber ignorado con tranquilidad aquella conversación si no fuera porque mencionaron al adolescente.

- ¿Qué pasará con Katsuki si Izuku llega a manifestarse estando ellos dos solos? Podría ser peligroso. Ser alfa implica muchas cosas Masaru.

«¿Peligroso? ¿Puedo ser peligroso para. . . Kacchan?»

Ese pensamiento lo angustió. Con los ánimos hasta por los suelos se dirigió a su habitación. Se tumbó en su cama con pesadez. - No quiero ser peligroso para Kacchan. . .- murmuró

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el portazo que dio el rubio a su puerta.

- Oye Deku, ¿Ya te vas a dormir? - preguntó echándose en la cama junto al peliverde.

𝐀𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐄𝐭𝐢𝐨𝐩í𝐚 - Dekubaku -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora