V.- CONSCIENCIA

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Había sido un día largo, demasiado largo. Eli estaba sentada en el pequeño sillón frente al televisor comiendo una hamburguesa mientras veía Iron Man. Amaba Marvel. Pero en ésta ocasión, ni siquiera sus héroes favoritos podían consolar la amargura que sentía. Había rechazado a un buen chico. No es que estuviera deseando ir y decirle que se había equivocado y sí quería una relación. Era el hecho de que él se había comportado increíblemente bueno con ella desde el momento en que ella entró en su oficina por primera vez. Era alguien respetable, responsable, guapo, rico, amable. Y la quería. Pero aún con todo eso, sentía que había algo que ocultaba. "Nadie puede ser tan perfecto", se decía. La verdad es que sólo tenía miedo a salir herida de nuevo.

"La verdad es que yo, yo soy Iron Man"... Terminaba la película.

Eli tomó un sorbo de su Coca Cola y apagó el aparato. No sabía qué hacer. Mañana tenía que volver al trabajo y dar la cara a su jefe. No sabía cómo la trataría. Y no sabía cómo debía tratarlo de ahora en adelante. Ya había rechazado chicos antes, muchas veces gracias a su amiga Bambi que parecía tener como única meta en la vida conseguirle novio a su amiga.

Entró a la ducha y se escuchó la puerta del departamento abrir.

-Hola? Quién está ahí? -preguntó cautelosamente mientras cerraba la llave del agua-.

-Hola bebé. Me extrañaste? -dijo su amiga riéndose mientras había la cortina de baño-.

-Oh qué haces Lau?! -reprochó Eli mientras le quitaba la cortina a su amiga de la mano para volver a cerrarla y continuar su aseo- Me has sacado un susto terrible.

-Bueno, tú me diste esta llave. Así que, me llamas y me dices que necesitas hablar porque tienes un gran cargo de consciencia. No es inusual en ti. Lo que sí me admira y de hecho, es por lo que estoy aquí, es porque mencionaste un chico. Cuéntamelo pero ya.

-Podría bañarme y contártelo cuando salga? -Eli claramente creía que podía esperar 5 minutos para esa historia-.

-Uhm, claro. Tengo toda la noche. Traje mi pijama Girl -dijo Lau mientras salía en busca de la nevera para ver qué robaba de comida-.

Cuando tomó un vaso de agua fría y una fruta, se puso a ver las curiosidades del estante de su amiga, y notó que en un rincón empolvado aún estaba aquel retrato, no sabía por qué lo conservaba aún después de todo. Era Eli y Enzo en su primer aniversario de novios. Sintió pena por su amiga. Había dado tanto en esa relación, le había dado tanto a Enzo, que la terminó dejando sin nada.

LEGADO Y PASIÓN.Where stories live. Discover now