Poison Apple es uno de los burdeles de la ciudad. Allí Bianka es vendida por su madrastra a un hombre desconocido, solo que él no cuenta toda su verdad. Ella será su sirvienta pero también la de sus seis hermanos.
Era simple, lavar, limpiar y cocina...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Este no es un cuento de hadas y Bianka no es una princesa. Ellos la compraron y ahora les pertenece. Son rudos, musculosos y la alerta de peligro se enciende en su mente cada vez que alguno se acerca.
Sabe que debe ser cautelosa, que debe portarse bien y obedecerlos. Son sus amos y ella es solo una simple sirvienta. Sin embargo, no puede evitar fantasear con ellos cada noche antes de dormir. Su mente le juega trampas perversas en las que ellos le ofrecen el placer que tanto necesita.
Quiere que sean suyos, los desea con cada fibra de su piel. Pero su madrastra fue clara, solo debe ser su sirvienta, nada más o correría el riesgo de morir.
¿Cómo luchar contra la tentación cuando convives todo el tiempo junto a ella?
—Te he visto, Bianka —me dice mientras su manos se mantienen sosteniendo las mías por encima de mi cabeza. Siento mi interior sacudirse con deseo al tener su respiración tan cercana—. He visto como te tocas a escondidas.
—Yo no hago eso —miento y mi corazón comienza a latir con fuerza.
—No intentes engañarme o vas a arrepentirte —me amenaza—. Se que nos deseas White, a cada uno de nosotros. Anhelas tenernos en tu cama y gemir nuestros nombres.
