Gerión me observaba con seriedad mientras yo sentía que los segundos eran horas. No sabía qué hacer, cómo mirarlo. Mi boca estaba seca mientras sentía mi piel estremecerse de pies a cabeza. Me sentía expuesta y vulnerable. Él se mantenía en silencio esperando alguna reacción de mi parte pero yo solo quería encogerme y ocultarme en cualquier rincón de la casa, o huir eso era lo mejor, escuchar todo lo que aquel hombre iba a decirme y largarme de ese lugar al que nunca debí haber entrado.—¿Qué crees que haces, Bianka? —me preguntó con enojo.
No hablé. «¿Qué cojones iba a decirle?»
Estaba cansada de pedir disculpas, de cometer errores cada dos por 🕒, estaba dispuesta a dejarme llevar por la marea y que pasase lo que el destino tuviese planeado. Gerión paseó sus ojos por mi cuerpo desnudo y negó con la cabeza. Se levantó de su silla y comenzó a quitarse su camisa, luego me la ofreció.—Cúbrete, por favor.
Asentí en temblores y agarré la prenda. La tela caliente cubrió mi cuerpo y me sentí un poco más segura. Mis ojos fueron al torso desnudo de Gerión y no pude evitar soltar un suspiro que él notó. Era tan fuerte y robusto, su piel bronceada parecía perfecta y sus músculos estaban definidos detalladamente, no pude evitar pensar cómo se sentiría tocarlo. Apretó sus manos en puños sobre la mesa y me dió una clara mirada de advertencia por lo que aparté mi mirada al suelo.
—Toma asiento.
Separó la silla que estaba a su lado para mí y mientras obedecía su orden mis piernas me fallaron y caí al suelo. Estaba completamente nerviosa, había perdido el control sobre mi cuerpo. Manos y piernas me temblaban, mis ojos se humedecieron y sentía que estaba a punto de sufrir un ataque cardíaco.
Gerión se puso de pie rápidamente y se agachó a mi lado en el suelo. Sus manos me sostuvieron por la cintura y me levantaron del suelo hasta sentarme encima de la mesa. El aire no llegaba a mis pulmones y solo podia sollozar sin pronunciar palabra.
—¡Mierda! —la preocupación era obvia en el rostro del hermano mayor—. Bianka, cálmate, no voy a hacerte nada malo, solo quiero conversar.
—Yo… —me costaba hablar—, siento mucho todo esto.
No podía controlarme mientras las lágrimas caían por mi rostro. Había sido humillada delante de todos. Sentí unos pasos bajar por las escaleras y luego la mirada de Austros se encontró con la mía. Sentí un nudo en la garganta y sin pensarlo me lancé al cuerpo de Gerión y escondí mi rostro en su cuello. Lloraba sin control mientras mi cuerpo se sacudía con espasmos por los nervios.
—¡Ves la mierda que provocas! —le gritó a Austros.
No me atrevía a sacar mi rostro y enfrentar la mirada perversa de Austros. Envolví mis brazos alrededor de la cintura de Gerión y sentí su cuerpo tensarse, pero no me importaba. El calor que emanaba me daba la poca seguridad que necesitaba en ese momento. Sentí unas manos agarrar las mías y separarlas del cuerpo de Gerión, levanté mi rostro para encontrarme con la mirada de Austros.
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COVET "Siete Corazones Para Bianka"
RomancePoison Apple es uno de los burdeles de la ciudad. Allí Bianka es vendida por su madrastra a un hombre desconocido, solo que él no cuenta toda su verdad. Ella será su sirvienta pero también la de sus seis hermanos. Era simple, lavar, limpiar y cocina...