☆ sastre ☆

t a i l o r 2

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—S-Si... Aquí lo traigo. — Responde nerviosamente, comenzando a temblar un poco mientras intenta sacar el vestido de aquella bolsa.

El mayor lo mira fijamente, encontrándolo un poco torpe, pero lindo de cierta forma.

Observa su cuerpo sin disimular, sus largas, suaves y acaneladas piernas que son expuestas gracias a que solo usa un pequeño short café, dejando ver fácilmente sus curvas. Su camisa combinada con aquel chaleco de abuelito se le hacía adorable.

Taehyung extiende el vestido tímidamente y se lo entrega para que aquel apuesto pelinegro lo revise.

—Veamos... Al parecer tiene unos cuantos rasguños de... ¿Gato? — Taehyung asiente mientras observa embobado las facciones de aquel hombre, y como sus músculos se marcan sobre la ropa. — Y también se nota que lo han cortado... No es tan grave, se puede arreglar, solo quedará un poco más apretado, espero y eso no sea un problema. ¿Para cuándo lo ocupas exactamente?

—A-Ah... Sí, mi hermana asistirá a la fiesta del aniversario del pueblo mañana, y quiere que el vestido quede listo a más tardar para hoy. — Responde con un notorio sonrojo en sus mejillas, observando detalladamente al pelinegro.

El mayor vuelve a observar al pequeño rubio, encantado de lo tierno que es, jamás le había llamado la atención alguien tan joven, y mucho menos un chico, pero debe admitir que no quiere dejar ir a aquel lindo muchacho.

—Bueno, puedo tenerlo listo exactamente hoy mismo...— Menciona con una sonrisa de lado, gustoso del poder que sentía al intimidarlo.

Los ojitos del menor brillan al saber que el apuesto sastre podrá arreglar el vestido y que no tendrá tantos problemas con su molesta hermana.

—¡Muchas g-gracias! Enserio que creí que no podría, pero me ha salvado...— Grita de emoción mientras dibuja en su rostro una hermosa sonrisa en forma de corazón, que atrae demasiado al pelinegro, contagiándosela de inmediato.

—Claro que podré, pequeño, es tan sencillo arreglar aquel vestido, que puedes esperar aquí mismo si gustas a que lo termine, no es necesario que te anote en la lista para que después vengas por él. — El pelinegro saca de su bolsillo una pequeña libreta con un bolígrafo. —Aunque personalmente, me encantaría saber tu nombre.

Taehyung se sonroja nuevamente por milésima vez, nervioso ante la profunda mirada que le otorga aquel hombre, gustándole, y sintiéndose culpable por ello.

—K-Kim Taehyung... Taehyung.

—Taehyung... Lindo nombre. — Responde mientras lo anota en su pequeña libreta, regalándole una bonita sonrisa al tierno rubio.

—Mmh... ¿U-Usted como se llama? — Pregunta con sumo nerviosismo. Siente que puede ser un poco molesto para el sastre el que le pregunten por su nombre.

El mayor lo observa con una sonrisa coqueta, no puede quitar sus ojos de aquel hermoso muchacho, y sabe que no quiere hacerlo, pero, ¿Cómo podría mantener una conversación con el bonito Tae, sin que sea por cuestión de trabajo, y que a la vez no parezca extraño?

—Mi nombre es Jeon Jungkook. A tus servicios, bonito. — Le responde guiñándole un ojo, observando como Taehyung baja su mirada rápidamente, haciéndolo soltar una pequeña risita.

Taehyung se queda sin palabras, aquel hombre... Jungkook, le acababa de llamar bonito, y también le guiñó... ¿Está coqueteándole? Si es así, no puede evitar sentir una pequeña corriente eléctrica de satisfacción y nerviosismo, que mientras mira sus zapatitos, sonríe tímidamente pensando en cómo sería salir con él.

Rápidamente se retracta. ¿Salir con él? Ni loco. ¡Nos acabamos de conocer!

Bueno, si quisiera, pero, Jungkook se ve demasiado mayor y maduro como para pensar en salir con un niñito como él. Qué tontería.

—Taehyung, ¿Puedes venir con el vestido por favor? Este es el cuarto en donde cosemos.

Taehyung inmediatamente obedece, siguiéndolo rápidamente a aquella pequeña habitación. Acaso estarán... ¿Solos?

—¿Usted trabaja aquí solo? ¿Es su propio jefe?— Pregunta.

—No, mi padre es el dueño de este lugar, hay más empleados aparte de mí. Pero por la fiesta de mañana, les han dado el día libre para ayudar con los preparativos del pueblo.

Taehyung asiente, mientras observa como Jungkook saca el vestido de la bolsa y lo analiza nuevamente.

—¿Tu padre es sastre? Si es así, se nota que le gusta mucho, porque este lugar es muy bonito.

Jungkook lo observa y sonríe, le parece demasiado lindo.

—Así es, a él siempre le ha gustado mucho coser. Creció solo con su madre, por lo que ella le enseñó de todo esto, por lo que encontró un pasatiempo en la sastrería. Le gustaba crearse disfraces, ropa y más cosas así. — Taehyung sonríe al escuchar tan linda historia, viendo los ojos de Jungkook brillar al hablar de su padre. —Así que cuando yo nací, él quiso compartirme todas sus experiencias, enseñándome también a coser. Debo admitir que de igual forma me llamó mucho la atención, y cuando era niño, me gustaba crearme mis propios disfraces para las fiestas, así como lo hacia él en sus inicios. Después mi padre decidió construir una sastrería, y aquí me tienes.

—Wow, es muy lindo que hayan hecho algo donde puedan hacer lo que les gusta. — Responde mientras le regala aquella sonrisa de corazón que a Jungkook le empezaba a gustar.

—Bueno Taehyung, el vestido se puede arreglar fácilmente, pero la abertura es algo grande, así que si la coso, podría quedar un poco más apretada de lo normal... Para eso, necesito hacerlo en un modelo, así el vestido quedara a la medida exacta. — Comenta, intentando evitar sonreír para no ser descubierto en su pequeña travesura.

Taehyung asiente sin entender.

—Mmh, ¿A qué te refieres? ¿Cómo que necesitas un modelo?

Jungkook sin evitarlo, sonríe, por la ternura de Taehyung y por lo lento que es.

—No tengo maniquíes femeninos para poner el vestido y coserlo a la medida exacta de una mujer. — Observa a Taehyung, inspeccionando sus gestos, acercándose lentamente a él.

—Eeh... No puedo traer a mi hermana ya que salió, aparte no importa si el vestido queda apretado, ella es delgada, casi tenemos el mismo cuerpo, no creo que sea problema. — Responde inocentemente. Aun sin comprender lo que quería el mayor.

Jungkook se acerca un poco a Taehyung, poniéndolo más nervioso de lo normal.

—Bueno, en ese caso, ¿Podrías ponerte el vestido para mí? TaeTae.

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