Chloé estaba estática, no sabía cómo es que debía de reaccionar ante aquella inesperada acción por parte de Félix, su maltrecho cerebro había hecho las maletas y de había venido a despegarla o a traerle el desayuno.
El beso termino abruptamente cuando se oyeron golpes en la puerta de la habitación, era Jean. Seguro había venido a traerle el desayuno.
La reencarnada se apartó del Fathom y carraspeo, tratando así de aclarar su mente.
—Ve y prepárate, hablaremos más tarde— Dice la rubia, intentando mantener la compostura, aunque le era imposible, ese había sido su primer beso ¡Y fue con Félix nada menos!.
Félix se puso en pie, visiblemente incómodo, él no dijo nada y solo se fue de la habitación, usando como medio de escape el cuerto/bodega que servía como conexión entre la habitación de la Bourgeois y la suya.
La Bourgeois murmuró un simple "Adelante", luego de que el Graham De Vanily se fue.
Jean ingreso a la habitación, sosteniendo una charola donde llevaba una taza humeante de leche con chocolate y unos croissants, este hombre si la entendía. También agradecía que su apetito fuera similar al de la Chloé original, porque no sabía que haría de no haber sido así.
Acompañando al hombre estaba Pollen, que salió desde su bolsillo, comiendo un bombón de chocolate relleno de miel.
La Bourgeois le agradeció al hombre y le dijo que iba a prepararse para ir al colegio, el Armand salió, diciéndole que su padre le había enviado un regalo, disculpándose por no haberle podido conseguir la estatua (le dijo que está llegaría a París en una o dos semanas, como máximo).
También le dijo sobre los brazaletes Totwoo, que habían sido enviados por la Señora Amelie, le dijo que se los traería pronto (se guardo para si mismo que había estado allí no hace mucho).
Cuando el hombre se retiró, Chloé se permitió soltar el chillido que había estado conteniendo desde hacia minutos atrás. La reencarnada no podía creer que el Graham De Vanily la había besado, ¡Los labios de Félix eran tan cálidos y suaves, además, tenían un exquisito sabor mentolado!.
Aquel sonido agudo hizo despertar a Duusu y a Clover, ambas se pusieron alerta y buscaron la fuente de aquel gritó tan agudo.
Pollen por su parte, sonrió al ver qué su Reina estaba tan emocionada, no sabía que había sucedido en el lapso de tiempo en el que se fue junto al Senescal, pero se notaba a millas de distancia, que sea lo que sea que aconteció, fue bueno.
La abeja observó cómo la Bourgeois empezaba a dar saltos.
Parecía que las cosas entre ella y el Seigneur habían empezado a florecer.
Sonrió al verla tan feliz, la rubia tomo a Clover en brazos y danzo por la habitación, tarareando una dulce balada.
—Mi Reina, ¿No debería desayunar e irse preparando para el colegio? También, debería avisarle al Seigneur que se preparé—
La reencarda se detuvo en medio de la habitación, sus ojos se posaron por un breve instante en la Kwami. Dejó cuidadosamente a la serpiente sobre un sillón y, caminó de manera calmada hacia la bodega, por dónde se había escabullido Félix.
Bueno, mintió, no caminó, corrió presurosa hacia la puerta y cayó al suelo al enredarse con sus propios pies, se lastimó el mentón, pero aún así se levantó.
Atravesó el cuarto y abrió la puerta.
—¡Félix!—
El rubio se sobresalto al ver ingresar a la Bourgeois a su habitación, ella parecía tan feliz y calmada, seguro había tomado la decisión de dejar toda la situación que había acontecido entre ellos en la última hora.
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La Nueva Chloé Bourgeois
Aventura"La abeja es más honrada que otros animales, no porque trabaje, sino porque trabaja para los demás".