Queen Bee corría y saltaba por los tejados de París, a su lado iba Argos, ambos estaban buscando a Inverso, quien a su vez estaba intentando localizar a Nathaniel, con el fin de obligarlo a hacer un cómic con él.
La de traje a rayas sabía dónde estaba el Kurtzberg, por ello se dirigían hacia el Louvre.
Mientras saltaban, la reencarnada puso notar que el humor del Graham De Vanily era mucho más alegre, seguía teniendo su mueca de siempre (la de querer que todos se mantuvieron a por lo menos 10 metros de él), pero su aura era más relajada, ¿Qué lo habrá puesto así? Quizás luego lo iba a averiguar, por ahora era primordial mantener su mente centrada en encontrar a Nathaniel y ponerlo a salvo, luego debían derrotar a Inverso, lo cual no debía ser tan difícil, mientras siguieran el plan que la rubia había trazado.
Al llegar al enorme Museo, ingresaron y empezaron a buscar a la copia barata de Nagato... ¡Que diga! ¡A Nathaniel!.
Recorrieron el museo por un par de minutos, aquel lugar parecía un laberinto, tenía suerte de que Félix pareciera conocerlo bien o habrían acabado perdidos.
En poco tiempo dieron con Nathaniel, que estaba junto a Alix, que patinaba alrededor de los asientos que había allí para observar las pinturas.
—Quizá debíste darle una oportunidad para explicarse— Dijo la patinadora.
—¿Cuál es el punto? Quería burlarse de mi. Cómo todos— La voz de Nathaniel se oía enojada y herida.
—No es posible que seá culpa de Marinette. Ella jamás se burla de la gente—
—¿Crees que me adelante un pocó?—
Antes de que la pelirrosa pudiera contestar, Queen Bee se acercó a ellos junto a Argos, poniendo en alerta a ambos chicos.
—¡Nathaniel Kurtzberg!— Llamá la rubia. —¡Te estuvimos buscando por toda la ciudad!—
—Tu... Tu eres la chica abeja... ¿Por qué me estabas buscando?—
—¡No tenemos tiempo! ¡Debemos movernos!— La reencarnada le hizo una mieada a su compañero y este solo asintió.
Argos se acercó a Nathaniel, para luego tomarlo en brazos como si fuera una damisela en apuros, mientras que Queen Bee cargaba a Alix, ambos chicos no entendían que estaba ocurriendo y de dónde es que habían salido aquella pareja que traían puestos trajes heroicos.
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En frente del Ayuntamiento.
El Alcalde Bourgeois estaba dando un discurso.
—¡El espacio no es basurero!— Grito uno de los manifestantes.
Se escucha la voz del alcalde a través de los altavoces. —Gracias al programa del basurero espacial, toda la basura se guardará en basureros orbitales. Convirtiendo a París en la ciudad más limpia del mundo—
—¡Uuuh!— Abucheo Iván. Junto a él, Mylène sostiene un letrero de manifestante, advierte que se acerca a Inverso.
—¿París, la ciudad más limpia? Eso ya lo veremos. ¡Inversión!— Lanza el avión de papel, golpea al alcalde.
—Ordenaré qué los satelites liberén toda la basura de vuelta en París, convirtiendo a nuestra ciudad en el basurero más grande del mundo—
—¡Jajajaja!—
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La Nueva Chloé Bourgeois
Pertualangan"La abeja es más honrada que otros animales, no porque trabaje, sino porque trabaja para los demás".
