Shameless | Charlos ;

008;

Abril 23, 2022.
Emilia Romagna, Italia.

—¿Alguna vez pensaste en tatuarte? —Carlos agarró una manzana del tazón que estaba en la mesada de Charles.

—La verdad que no, me encanta los tatuajes en otros pero no en mí. —respondió el contrario entretenido viendo como su compañero mordía contento aquella fruta.—No la lavaste, Carlos.

El madrileño subió ambos hombros desinteresado.— Yo si quiero tatuarme. Si me tatuo, ¿vas a gustar de mí?

—¿Por qué crees que "gustaría" de ti? .—enfatizó haciendo el gesto de comillas con sus dedos.

—Porque soy lindo y con tatuajes lo seré el doble. Entoces, si dices que te gusta en otros, claramente van a gustarte en mí y por ende, te vas a enamorar. —rodó los ojos el español con una expresión de "lo que digo es algo obvio, no jodas".

Charles desvío la vista queriendo ocultar su pequeño sonrojo haciendo que Carlos sonriera ante la ternura que daba su amigo.

—Eres bonito cuando te ruborizas.

—¡Cállate, no digas cosas así! .—el carcajeo de Carlos se escuchó por todo el lugar cuando fue golpeado por el monegasco.

—No quiero pero si quieres callarme hazlo con un beso. Si es de esa manera, ¿quién soy yo para objetar?

—Ugh, un idiota, eso eres.

El monesgaco lo fulmino con la mirada e hizo oídos sordos. Carlos sonrió con sorna al ver la expresión del ojiverde. Le daba gracia la facilidad que tenía para hacer sonrojar y enojar a aquel joven.

—Venga, que era broma. —dijo con una sonrisa lasciva que fue devuelta.

—Lo sé. Que yo me enamore de ti debe ser considerado un privilegio, algo mandado por el mismísimo Dios. —Carlos soltó una melodiosa carcajada ante la respuesta.

—Claro que sí bonito, que tú te fijes en mí sería un milagro. No cualquiera podría tener tanta suerte para que alguien tan atractivo como tú se interesé.

Charles le proporciono un golpe en la cabeza y el español rápido se sobo la área haciendo un puchero.— Deja de habladurías y vayamos a donde quieres ir.

[ . . . ]

Ambos pilotos se encontraban en un restaurante–exageradamente–elegante y todo por decisión del español, quien fue el de la invitación. Se encontraban viendo el menú y el mozo esperaba pacientemente frente la mesa, a la vez que evitaba mirar a las personas que estaban por ordenar, en un intento de calmar su emoción al ver que su piloto favorito estaba en sus narices.

—¿Qué vas a pedir? —indagó el monegasco haciendo un lado el menú mientras apoyaba sus codos en el borde de la mesa y apoyaba su barbilla en sus manos, la cuales se encontraban entrelazadas por la posición que se encontraba.

—Estoy entre pedir Tortellini o Tagliatelle al ragù a la bolognese. —contestó sin dirigirle la mirada, ya que se encontraba concentrado en que decisión tomar.— pediré Tagliatelle al ragù a la bolognese y una copa de vino tinto. —el mozo rápido sacó su libreta para anotar.

Charles miró–nuevamente–el menú sin estar del todo seguro en lo que estaba por pedir.

—Un Tortellini y de acompañamiento un tinto también.

—¿Eso es todo? —asintieron y con un "gracias" por parte de ambos, el joven se alejo.

—Creo que era tu fan. —Carlos se aclaro la garganta.