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Cruzaron por aquella pequeña puerta, más no esperaban ver lo que encontraron allí.
Parecían ser las ruinas de lo que había Sido un orfanato de poco presupuesto. Era un lugar pequeño, tenía techo, pero parecía caer a pedazos, sus paredes no entregaban refugio a ese lugar, más bien, lo volvía húmedo y frío. En aquel suelo húmedo, había bultos de sábanas ligeras que parecían cubrir a pequeños cuerpecitos que ya no estaban en este mundo. Y al rededor, un gran patio de tierra fértil con algunos cultivos abandonados hace ya un largo tiempo.

-- Esto es algo delicado, agradecería que respeten este lugar-- pidió la azabache con algo de nostalgia.

-- Si......-- Akutagawa se acercó hacia uno de los pequeños bultos del suelo y apretó sus puños-- las primeras personas a las que no pude proteger, el lugar donde me di cuenta de mi debilidad-- dijo cerrando sus ojos con fuerza.

-- No tenías control sobre esto, no es culpa de nadie-- Le dijo el albino acercándose hacia él y palmear su espalda.

Chuuya y Dazai solo guardaron silencio, comprendían la escena.

-- Muy bien, si ya están más calmados, continuemos-- Dijo la azabache con una voz dulce-- Como podrán ver, esta es una escena trágica, pero, he añadido algo aquí que quizás no recuerdes pero que era realmente importante, su misión será encontrarlo y...... devolverlo a dónde pertenece.

-- ......... bien-- Dijo el azabache que tenía su cabeza mirando hacia el suelo, apretó nuevamente sus puños y miró a Atsushi-- Tú me ayudarás, busquemos.
 
El pelirrojo y el castaño estaban callados, demasiado, temían bromear con algo y decir algo desubicado.

Comenzaron a recorrer aquel lugar y a analizarlo un poco, detrás de la escena principal que habían visto anteriormente, se encontraban unos cuantos paños de tela con algo rojizo en ellos, sangre probablemente. Un par de cartuchos de balas, y un diamante.

-- Eso es..?-- le miró el albino mientras era sujetado por el contrario.

-- Habían visto algo que no debían, como si morir de a poco en este estúpido intento de refugio no hubiera Sido suficiente-- miró hacia abajo y sonrió irónico.

-- Tranquilo, ellos quizas ya no estén aquí, pero han dado sus vidas a fin de que tú puedas vivir hoy-- el albino le sujeto de los hombros y lo obligó a verlo-- no desperdicies su sacrificios, además, me tienes a mí-- le sonrió-- Tal vez no sea un buen enemigo, pero si quieres que alguien te escuche, siempre estoy disponible.

-- Tienes razón, gracias Jinko-- se limpio con su saco las lágrimas que había dejado derramar.

-- Okey, sigamos. ¿Que puede ser algo que no coincida?

-- Mm la verdad no estoy seguro.

-- Por aquí no pasamos-- Dijo el albino dando la vuelta en una esquina del lado exterior de allí.

-- Oye Jinko no vayas por a-

Algo sujetó a Atsushi y lo arrastró lejos de donde se encontraba Akutagawa.

-- Vaya, vaya, a quién tenemos aquí-- unos hombres que tenían capturado a Atsushi, Chuuya y Dazai salieron de donde había ido el albino-- es el mocoso que dejamos vivo aquella vez, tú y tus amigos nos robaron aquel diamante.

-- Que?! No es posible, estoy seguro de que los asesiné aquella vez-- expresó confundido e intentó sacar a Rashomon, pero como sospechaba, no respondía.

-- Claro que no mocoso, ahora, acabaremos con tus amigos mientras miras, y luego acabaremos contigo-- Uno de los hombres se acercó a dónde tenían a los demás y les apuntó con un arma.

-- La lección que les daría si tuviera mi habilidad-- rechino los dientes Chuuya-- Akutagawa!! No los escuches, no pueden hacer nada, son solo un recuerdo, No los ataques!!!

Retos y VerdadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora