Como una lágrima en la arena

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Nunca había escuchado tantas veces la frase "¿quién diría?" dentro de mi cabeza. Eras una mujer al otro lado del mundo y enfrente de la calle, yo un transeúnte que se paseaba mirando las vitrinas con poca fuerza, el clásico sujeto con un cigarrillo, de saco, un poquito perdido, sin hablar de suerte.

Ahí estabas, ahí estuviste, ahí jamás. Hay tantas partes bonitas de la vida, una de ellas es dejar alguna atrás. Parece ser que de tanto no querer, nos quisimos, de parecernos tanto y no aceptarlo.  Así nos llegó, caída del cielo una flecha que congeló el ser, en el segundo más inesperado, nos llenó de fe, de esperanza, de madurez, de fortunio. 

¿Quien diría? sonaba fuerte, aún sin saberlo, no había que entenderlo. Dos cuentos por separado, pero que curioso que ahí estábamos, fallando en cometido, reservando energía, eligiendo un camino, ¿quién lo diría?

Soledad, nunca te abandonaría...Where stories live. Discover now