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Freen estaba por volverse loca. Si es que ya no lo estaba.

Nam lloraba impaciente sobre su mecedor, ni las graciosas piezas de animalitos que colgaban sobre ella podían calmarla, pues aunque entendía un montón de cosas, en su mente de bebé aún no entendía lo que era esperar y mucho menos ser paciente.

Freen se movía con toda la agilidad posible por la cocina, echando el agua caliente dentro del biberón, pero siendo notablemente perturbada por los llantos de su retoño, fue cuando observo aquello que podría ser la medicina por unos minutos, así que lo tomo sacándolo de su estuche.

"NO ESO NO ¿creen que no me doy cuenta de que de ahí no sale nada? quieren engañarme pero es una Es.Ta.Fa"

Pero ya era tarde, su madre ya había colocado el chupón en su boquita, y bueno, era un bebé asi que su instinto le obligo a succionar, calmando su llanto.

"voy a tomarlo pero me ofende muchísimo"

No paso mucho tiempo cuando su madre volvía con el biberón en mano, por supuesto que no era su favorito pero era mejor que la estafa del chupón. Freen la tomo en brazos y se sentó en el sofá al lado de la mecedora, acomodándola entre sus piernas.

"así me gusta ver a la plebe, trabajando"

Nam sabia muy bien quien era la reina de la casa, Freen dirigió el biberón a su boquita, y por fin la bebé pudo comenzar a saciarse, la alfa pudo sentirse tranquila y feliz al ver a su niña comiendo. Comenzó acariciando su escaso pero suave cabello, haciéndola cerrar sus ojitos.

— Becky lo hace ver fácil— comento la tailandesa, realmente solo habían pasado cuatro horas desde que su omega se fue un rato con sus amigos y ya había entrado en pánico dos veces.

"no me duermas aún mamá, todavia no termino mi trabajo"

Nam coloco su manita sobre la mano de su madre que sostenía el biberón, ella ya sabia agarrarlo solita pero su mamá Freen insistía en dárselo ella. La alfa sonrió ante la acción, sintiendo la pequeñita mano sobre la suya, definitivamente se sentía orgullosa de que sus genes corrieran por las venas de esa pequeña cosita adorable e inocente.

Cuando Nam termino Freen sintió paz, la coloco de manera que su cabecita estuviera en su hombro y comenzó a dar suaves palmaditas en su espalda, con fin de que tomara una siesta, de preferencia larga. Pero Nam no estaba pensando lo mismo.

—¿Acabas de...?— había sentido el olor y oh Dios, su tarea menos favorita era cambiar pañales, justo en ese momento se escuchó un pedito, había terminado.

"seh"

Y faltaban unas cuantas horas para Becky regresara ¿se molestaría si la dejaba así? Um, probablemente.

Baby Thoughts [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora