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Un balbuceo que pretendía sonar como una queja salió de los finos labios de Nam en cuanto su madre tiro de sus bracitos, colocándola nuevamente de pie, aún no sabía contar pero si sabía que habían sido demasiadas las veces en las que ya había hecho eso ese día.

–Vamos solo dos pasitos– alentó la alfa.

Solo hace unos días había aprendido a mantenerse de pie sin sostenerse de alguna otra cosa pero gracias a eso su madre había comenzado a insistir con enseñarle a caminar, pero ella ya estaba cansada de eso.

Primero ella sostenía sus brazos y ambas caminaban juntas, pero luego la soltaba e insistía en que lo hiciera solita, pero la bebé se negaba a hacerlo.

–Ahora tu– dijo la tailandesa soltando sus manitas, esperando que la menor diera un paso.

Nam por el contrario se sentó sobre su pañal cuando vio la oportunidad.

–No– respondió la niña.

–¿No?– repitió, sorprendida ante la respuesta de su hija –¿Desde cuándo sabes decir no, mocosa?

"Estuve practicándolo hace algunos días, me quedo bien ¿no es cierto?"

La inglesa apareció en bata de baño secando su cabello con una toalla, dejando en claro que venía después de un relajante baño.

–No estreses a la bebé con eso, Sarocha– advirtió la omega a su esposa.

Freen tomo a la niña y dejo un beso en su mejilla, la alfa claramente no quería estresarla, sabía muy bien que todo era a su tiempo y cuando la pequeña esté lista para dar sus primeros pasos lo haría, pero quería cumplir con su papel de madre alentándola, estando allí junto a ella en cada nueva etapa.

"Si aprendo a caminar no van a querer cargarme así como lo haces ahora"

–Solo estoy intentando motivarla– se defendió la mayor.

–Me da algo de miedo como lo haces, se puede caer.

Freen rió ante lo dicho por su esposa, pues le parecía que estaba demás decirlo.

–Es normal que se caigan cuando están aprendiendo– dijo la alfa –Mamá me contó una vez que aprendiendo a caminar me caí de frente, eso dejó un moretón.

Nam al escuchar la historia de su mamá abrió sus ojitos más de la cuenta.

"Ah bueno, te me cuidas"

Se removió entre los brazos de la mayor con la intención de que la dejara por fin sobre el piso, y en cuanto estuvo allí comenzó a gatear alejándose de sus madres, huyendo.

"Libertad he dicho"

–Creo que la asustaste– acuso la castaña.

–¿Quién empezó con eso de las caídas?– reto su esposa.

–¡Yo solo no quiero que mi bebé se lastime!

Mientras sus madres discutían la pequeña aprovechaba para recorrer su casa sin restricciones, entrando al cuarto de sus progenitores, todo era tan aburrido allí dentro y el aroma era un tanto diferente al que estaba acostumbrada, después de recorrerla sin encontrar algo interesante observo que la última gaveta de ropa de su mami estaba abierta, curiosa se acercó, viendo que era tan espaciosa que cabía allí, como abundaba el aroma de su mami parecía un buen lugar para dormir.

"Uhm, no estaría mal una siesta"

–Hey, ¿y Nam?– preguntó la omega, en un momento de distracción la pequeña había salido de la sala sin que se dieran cuenta.

La alfa no respondió, en cambio comenzó buscándola con la vista por toda la sala comprobando que no estaba allí, así que ambas empezaron a buscarla, sabían muy bien que no era nada bueno dejar a un bebé sin supervisión.

No fue hasta que Freen llegó a su habitación que la vio allí, quitándole un peso de encima y robándole de inmediato una sonrisa, ¿cómo era posible?

–Amor, creo que deberías ver esto– llamó la mayor.

Como era de esperarse la omega llegó con rapidez hasta donde estaba su esposa, quedando igual de embobada que ella al reconocer donde estaba la cachorra.

–¿Cómo hizo eso?– preguntó entre risas la menor.

Un poco de su ropa estaba regada en el suelo pero no podía importarle menos, le parecía sumamente adorable la imagen frente a ella.

–Buscaré mi teléfono, necesito una foto de esto.

Becky concordó, hasta para dormir su bebé era genial.

Baby Thoughts [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora