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–¿Porque los hawaianos no se hospedan?–

Bec, que se encontraba doblando la ropita de Nam, rodó los ojos al escuchar la voz de su esposa hacer esa pregunta, sabía lo que se venía.

–¡Porque se alohan!– concluyó su chiste acompañado de su escandalosa risa, bajo la mirada confusa de la omega. –¡Vamos! Porque se alo-han ¿entendiste?

La bebé que estaba en ese momento sentada en el tapete con algunos juguetes a su alrededor, estaba muy confundida, su mamá siempre decía aquellas cosas extrañas y terminaba riéndose de esa forma que le daba un poquito de miedo.

"La abuelita dijo que mamá Freen se le había caido"

–Sarocha, por favor– dijo la menor, en tanto acomodaba la ropita en las gavetas de madera.

–Cuando empezamos a salir me dijiste que te gustaban mis chistes– se quejo la alfa siguiendo los pasos de la omega.

–Mentí porque me gustabas mucho– confesó la omega, recibiendo una cara de asombro de su mujer.

–¿Viví una mentira todos estos años?– se hizo la ofendida llevando una mano a su pecho, Becky se río por su mala actuación –¿Entonces ya no te gustó?

La menor se acercó a la alfa, pasando sus brazos alrededor de su cuello, quedando realmente cerca, Freen sonrio por su acción y llevó sus manos a la cintura de su omega.

–Cada día me gustas mas– susurro finalizando con un beso que duró más de lo debido –incluyendo tus chistes.

Freen se sintió tan llena en ese momento, nunca pensó en encontrar a alguien que amara cada parte de ella, era guapa, ella lo sabía, por eso jamás le faltaron pretendientes, pero nunca esperaban algo serio con ella, era como si fuera solo eso, una cara bonita, hasta que llegó Becky y le mostró que no era solo una cara bonita, que tenia muchas cosas para ofrecer que realmente son atractivas y auténticas, por primera vez amó y fue amada.

La alfa apretó su cintura buscando más los labios de su esposa, profundizando, sin recordar que estaban en el lugar incorrecto, cuando las traviesas manos de Freen fueron bajando desde su cintura recibió un empujón que la dejo desconcertada.

–¿Que?– reclamo extrañada por esa acción.

–La bebé nos está viendo– señaló hacia el piso donde Nam estaba en el tapete mordiendo uno de sus juguetes.

Freen tomo la muñeca de la omega tirando de ella, sentándose en el sofá y la menor en sus piernas.

–Ella no entiende– respondió la mayor, llevando su mano al mentón de Becky, atrayéndola nuevamente en un beso.

"cuidado donde dejan sus manitas"

–No podemos traumarla, Freen– Becky nuevamente la empujó y Freen bufo –Eres la peor madre.

La mayor simplemente se río, por supuesto que no iba a llegar demasiado lejos pero no le parecia mal unos cuantos la bebé ni sabia lo que eso era.

–Esperemos a que se duerma– propuso la alfa, sonrojando las mejillas de la preciosa omega en sus piernas, que simplemente asintió.

–Dejame darle de comer– dijo esta, levantándose, caminando para tomar en brazos a la tranquila y angelical bebita.

"¿comer? Dime que es lo que estoy pensando por favor"

Becky se sentó en el sofá y Nam aplaudió, su mamá se sentaba en el sofá sin ir a la cocina era una muy buena señal, la omega se río por la acción de la pequeña, le sorprendió cuan inteligente podía llegar a ser para su corta edad, sin más descubrió su pecho, dejando a la pequeña con toda la libertad de alimentarse.

"por fin, me tienen castigada, ni siquiera se que hice mal"

La cachorrita acercó su cara a su pecho sabiendo lo que debía hacer exactamente y comenzó a alimentarse mientras era envuelta en el aroma maternal de su mami, siendo arullada, el ambiente perfecto para dormir, estaba batallando porque quería seguir tomando su leche, pero poco a poco sus ojitos se cerraban.

–¿Ya se durmio?– pregunto Freen, más alto de lo que debería.

La pequeña Nam volvió a abrir los ojitos.

Baby Thoughts [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora