Extra 5

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Nam miro el mensaje emergente en la pantalla de su teléfono, interrumpiendo su juego y suspiro al leer lo que este decía, bostezo y se estiro como un gato sobre su cama. Realmente pensó que podría pasar todo el día en la cama ese domingo, pero al parecer no seria así.

Con pesar aparto las sabanas que la cubrían y bajo de su cómoda cama, aun se encontraba en pijama pero no se importó con eso, dando los pocos pasos que la separaban de la puerta y abriendo la misma, fuera de su cuarto no estaba la silenciosa paz que tanto le gustaba, aunque hacía tres años que se había acostumbrado a ello, no era para menos con tres mocosas habitando la misma cama.

Paso por la sala ignorando el desastre que sus hermanas estaban armando mientras hacían la simple coreografía de una canción infantil que enseñaba las partes del cuerpo y su mama aplaudía emocionada.

Digito el código abriendo la puerta, encontrándose con la alfa recostada en el muro de su casa, mordiendo sus uñas ansiosamente, rodo los ojos, no podía ser que tuviera dieciocho años.

―¿Vas a hablar o te quedaras allí parada?― hablo, llamando la atención de la menor.

La alfa se acerco a ella, terminando con la distancia que las separaba.

―¡Mamá se va a casar!― exclamo, la preocupación tiñendo su voz.

Nam tuvo que contenerse para no reír, entendía que la mente de los alfas funcionaba de una forma que quizás nunca llegara a comprender, pero en serio le parecía tonto que la chica estuviera siendo tan dramática por algo como eso.

Sus madres habían pasado parte de su infancia pensando que seria una alfa por ciertas actitudes, hoy en dia agradecia no ser uno.

Apretó los labios al oír en sus pensamientos la voz de sus mamás burlándose del gran crush que tenia con Irin, la amiga de su mamá Becky. Y no lo olvidaría nunca porque se encargaban de recordárselo cada que podían, incluso Sam se burlaba de ella, aunque se avergonzaba mucho se sentía tranquila, Irin se lo tomaba con humor y ternura, después de todo era una pequeña y adorable bebé en aquel tiempo. No podía decir lo mismo de Noey, quien no escatimaba en burlas.

―Wow Heidi, ¿Te acabas de enterar que existe el matrimonio?― pregunto sarcástica, la otra le miro seria, no había nada de broma en su preocupación.

―No te burles de mi Orntara, esto es...

―Es la decisión de tu mamá― corto antes de que la chica siguiera su discurso ―Tu mamá la ama y ella a tu mamá, listo.

―¡Pero! ...Mi mamá no... ― se quedo callada, no tenia nada mas con lo que refutar.

La omega rodo los ojos y se acerco a la dramática alfa, y palmeo su hombro.

De pequeña tenia cierta aversión hacia Kade, no tenia clara la razón solo sabia que existía, luego de haber crecido se dio cuenta que de lo tonta que era, aunque no se culpaba, era solo una niña probablemente celosa porque le estaban robando la atención de su madre. El punto era que sabia que Kade merecía ser feliz y si ella no siendo tan cercana a la omega lo entendía no había razón para que su propia hija no lo hiciera.

Quizás era cosa de alfas ser tontos.

Recordaba que hace tres años atrás Heidi había estado reclamando de la nueva novia de su mamá, pero ella no pudo decirle demasiado porque en ese tiempo estaba mas interesada en llorar porque su mamá estaba esperando un bebé, que resultaron ser en realidad tres, pero eso ya era otra historia. Lo que importa es que ahora Heidi volvía a reclamar, ahora porque se aproximaba una boda.

Antes de que Nam pudiera decir alguna palabra sintió los fuertes brazos de la alfa rodear su cintura, acercándola a un abrazo donde recargo la cabeza en su hombro.

Baby Thoughts [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora