4º. Las peores rivales.
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El joven se despertó, y nada más abrir los ojos vio a pocos centímetros suyo a su prometida, la observó, ella tenía un poco la boca abierta y reparaba con suavidad, lo tenía abrazado, y una pierna de la chica encima suyo. Se quedó un rato mirándola, y sonrió. Cada vez le gustaba más despertar con ella a su lado, compartir cama. Pensó en el momento de que se acabara el torneo y volviesen al dojo, volviesen a la locura. A las persecuciones de esas tres locas, de los tres chiflados y las locuras de su familia y lo peor, ¡dormir separados¡
Negó con la cabeza no quería volver, esos días juntos a Akane estaban siendo fantásticos, lo mejor que le había pasado desde que la había conocido.
Le costó levantarse y separarse de ella, se deshizo de su abrazo en contra de su voluntad. Se levantó, se puso una bata y se la ató y fue al balcón, el aire le hizo respirar hondo, era tan puro, cerró los ojos y se relajó. Su mente se alejó del mundanal mundo y se encontró en paz con él mismo.
El chico miró al parque del hotel, y su mirada se dirigió hacía bajo, hacía la entrada. Y…
Akane despertó, miró a su lado, estaba sola. Buscó a Ranma y lo vio en el balcón. Se enfureció. Ella se tenía que haber despertado primero y poderlo observar. Le gustaba verlo dormir. Más de una vez se había colado en la habitación del chico, en el dojo, para poderlo verlo dormir. En esos momentos se lo veía tan tranquilo, pero era algo que no debía saber ni el chico, ni la familia, pensarían que era una pervertida. ¡pero el chico estaba tan guapo con esa camiseta y esos boxers!
Eran dos adolescentes que jugaban, en esos momentos, a ser adultos. Estaban en un torneo y algunas veces parecían dos niñatos tontos y estúpidos.
Se destapó un poco y sintió frío, aunque eso sólo duro unos segundos, se levantó, se puso su bata y se dirigió dónde estaba su prometido.
Lo abrazó por detrás, no supo de donde sacó esa audacia, si ella era muy recatada.
- ¡Ranma! – ¿Qué haces aquí? – preguntó- ¿Por qué no me has despertado?, no me gusta despertarme y que tú no estés a mi lado- la chica se sonrojó por lo que dijo, y por el temblor que notó en el chico, él también se sonrojó- No podemos seguir aquí, debemos vestirnos y bajar-el chico seguía inmóvil, mirando hacia abajo, ella se preocupó- ¿Qué miras?
El chico señaló hacía abajo. Había muchos coches de la televisión y alguno de la policía.
-Ha debido pasar algo- dijo Ranma- seguro que algunos de los luchadores han hecho algo y han venido la tele y la policía. Debe ser algo muy grave.
-Si, espero que no nos impliquen a nosotros -dijo la chica- aquí como en Nerima hay gente muy rara. Y ya me estoy cansando de tanto acoso, sobre todo de esa maldita reportera y de su canal de televisión de tele mierda.
Ranma la miró y sonrió.
-Si te oye Kasumi o mi madre, se ofrendarán, y te lavaran esa sucia lengua tuya con lejía- dijo él riendo- pero tienes razón, esa mujer es insoportable, pero a Nabiki le gusta. No entiendo como a la gente le gustan esos programas de chismorreos.
-Porque son tan chismosos y chafarderos como los presentadores de esos programas. Los suelen ver gente sin una buena educación. Aunque no entiendo como mi hermana le gusta, no es tonta. Pero si muy chismosa. Haría buena pareja con esa periodista de pacotilla.
Los dos se rieron.
-No me hagas reír- dijo Ranma con un ataque de risa- vivir en el dojo con esas dos sería insoportable. No tendríamos ni un minuto de descanso. Tú mandarías a esa periodista a volar continuamente. Y le cogeríamos medidas a Nabiki para su pijama de madera.
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Nadie nos vencerá
FanficLos días se suceden, con ellos una pequeña evolución. Poco a poco los dos prometidos se van acercando, no hay tantas peleas aunque sigue habiendolas. Los dos prometidos se unen por lo que quieren, aunque para ello, se deban enfretar al mundo..