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Por más ridículo que podía parecer la situación, Satoru usaba la tapa de una olla como escudo en su intento de combatir con su mayor enemigo como rey de los chamanes: La cocina.

Maldita sea agradecia aveces tener el privilegio de no tener que tocarla seguido, era un sufrimiento cada ves que era forzado a estar allí. Pero esta ves tenía buenas intenciones para tocarla, queriendo hacer una crema pastelera.

— Que no exploté. — Rogaba. En todo el lugar se veían cáscaras de huevos partidos, el desastre que hizo queriendo separar las yemas de las claras, ¿Enserio esto se hacía con puro huevo, azúcar y mantequilla? Mira, no sabía. Que sorprendente era el proceso.

Es que ni sé quería imaginar cómo hacían este proceso antes que existiera una batidora electrica porque llevaba unos 15 intentos queriendo mezclar eso. Ya temia porque explote. 

— A ver desgraciado vas a salir bien antes que lleguén Toji y Megumi. — Maldijo nuevamente, el cronómetro que tenía ya había sonado señalando que estaba listo, y si, unas gotas ya era una mesa bastante gruesa.

— Parece que salió bien. — Tomando la batidora probó, y sonrió satisfecho. No estaba tan buena como de varias pastelerías que había visitado pero eso no quitaba que tenía un buen sabor. Sentía que había desbloqueado un logro nivel A.

Rápidamente busco chocolate y colorante rojo, y a rogar porque no pase nada grave. Cuando pudo ver todo listo sacó la mezcla e hizo su esfuerzo para limpiar todo lo que destrozó, porque decir "ensució" era muy poco.

Su amante e hijo adoptivo no tardaron en llegar, Megumi por su parte pasó de largo y fue directamente a su cuarto y cambiarse, mientras Toji veía con asombro lo que sea que esté haciendo Gojo.

— ¿Tengo que asustarme de verte en esto? — Cuestionó, parado frente a él mirando alrededor de la cocina.

Cuando se dió cuanta, Satoru había tomado una porción de crema pastelera de un boll bastante grande generosamente relleno en crema, untandola en su cara creando una franja de color rojo en su mejilla, que no tardó en lamer hasta dejarlo nuevamente su mejilla limpia.

— Solo quise mezclar mis cosas favoritas. Pero como no logré conseguir, quise intentar hacer la crema yo mismo. — Explico.

Toji sé quedó quieto unos minutos, bastante serio mirando el objetó en menos de su amante, ensanchando una sonrisa hasta tomar de ese mismo en manos y ponerla sobre los labios de Satoru, atrayendolo a un beso rudo y fuerte.

— Veo que quieres jugar. — Cuando se separaron los labios los tenía rojos, pero sin rastros de la crema azucarada. El pulgar de Toji acariciaba la comisura del labio contrario, aún manchado por el azúcar. — Que considerado que esté en la lista. Sabes que soy fan de lo dulce pero contigo haré una gran excepción. — Volvió a tomar una porción bastante buena de la crema, jugando con ella en su rostro. Limpiando nuevamente con su lengua, seguidamente abrió la camisa del peliblanco para mostrar su cuello, repitiendo lo mismo que hizo en su rostro, tomar crema, ponerla en su cuello y bajar a limpiarla con su boca, besando su piel, un sabor dulce del azúcar contra el sabor de su piel.

Un pequeño sonido los sacó de su ensoñación recordando que estaban en la cocina y Megumi seguramente esté con ellos.

— ¿Nos habrá visto? — Aún sin apartarse enteramente de Gojo, era un cuestionamiento bastante entendible.

— Espero que no, pero por si acaso, ve al cuarto, me pondré una bata para que puedas comerme mejor junto a esa deliciosa mezcla. — Orgulloso de su trabajo exclamó, siendo obedecido, Toji se lamió los labios gustoso de imaginarlo.

Tardando unos 7 minutos en aparecer, Gojo dejó la crema que había hecho en la mesa de noche que estaba en su cuarto, entre abriendo la bata. Su abdomen estaba cubierto por una fina capa de crema pastelera, invitando a su contrario a comer de él,  como era de esperarse no se hizo de rogar.

Tras largos minutos, Toji tomó el miembro de Gojo en su boca. Usando su mano derecha para sostener sus genitales, el tacto de su mano áspera, apretando suavemente hizo que le temblaran las piernas.

Al sacarlo de su boca, Toji envolvió bastante de su largo con crema, volviendo a tragarlo de forma que la crema roja manchada con chocolate terminará acumulándose fuera de sus labios.

— Cuánta maldad. — Sentía las piernas débiles, al borde de un orgasmo que le fue negado, Toji lo había soltabo como si supiera que su miembro estaba por explotar en un orgasmo. Tomando bastante crema pastelera, untandola en sus brazos, cuello, pecho y pene  

Veía que ya iba por la mitad, pensó que le duraría más.

— Perdona. Pero te toca usar esa boquita tuya amante del azúcar. — Estirando el cuerpo posó de forma que sus músculos se vieran a notar, invitándolo a probar. Era más que obvio que Gojo no pudo decir un no.

La penetración se veía muy lejos a este punto, prácticamente quedando olvidaba, comiéndose el uno al otro en la crema.

Kinktoker 2023 TojiGo Versión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora