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Cuando a la puerta unos golpes se hicieron escuchar la expresión de Satoru cambio totalmente. El salón estaba vacío, varios alumnos estaban practicando, los maestros con ellos por lo que Gojo tomó eso como un momento indicado para reencontrarse con alguien.

— Dime, ¿Cómo ves está situación? — Toji no respondió en primer momento, a paso lento sé sentó en la mesa donde Satoru estaba sentado. Sin vergüenza alguna, inclinó su piernas para apoyar su brazos, mirando fijamente a su esposo.

— ¿Hablas del mocoso, Yuuji? — Cuestionó en voz lenta. Riendo entre dientes, una pregunta que estaba seguro ya había respondido al ser llamado de último momento en la noche para darle un asesoramiento rápido al más joven. Claramente, sin saber aún lo que se había tragado. Gojo solo le dijo "Lamento arruinar tu buen sueño, pero tengo una situación muy especial que requiere tu proeza para manipular armas, te explico los detalles luego"

Gojo se inclinó en su asiento, apoyando su rostro en sus manos, asintiendo para que hablara.

— Entre más lo pienso, ese niño no es normal en nada. Dejando de lado su nulo conocimiento, yo no creería que no es un chamán. Sin contar que toda esta situación me parece… Muy específica ¿No crees?

— Quiero creer que son cosas de la vida. Investigue un poco y no encuentro alguna ascendencia de Chamán en él. Es lo contrario a tu caso por lo que veo. — Ironizó, Toji no se mostró molesto por ese tipo de bromas, al contrario. — Por lo que veo también tiene una fuerza sobrehumana.

— Pequeño desgraciado. Yuuji tiene bastante suerte de aprender rápido.

— Fungir como sello de Sukuna tampoco es poca cosa.

— Todavía no creo eso, ve un dedo momificado y se lo traga, ¿No sé pudo tragar a uno de sus compañeros? Total, estaban solos y de noche.

— Recuerda que es un niño. Tiene la edad de Megumi, de hecho, lo noto bastante cercano a él. Yuuji y Sukuna. — La mirada de Toji de repente se endureció, volteando bruscamente a Satoru. — No sabía que eras un padre celoso. — Bromeó.

El mayor chasqueó la lengua. Provocando una risilla en su esposo.

— La verdad me agrada eso, Megumi hace un buen dúo con él. Pero cambiando de tema. Lamento tenerte tan desatendido. — Cuánto Toji volteo la miraba, el albino ya estaba parado frente de él, a punto de reclamarle un beso. — Te extraño un poquito, pero desde que pasó lo de Geto, he tenido que ir de allá para acá, y ahora tengo que estar pendiente de Yuuji. No me quejo, pero te extraño.

— ¿A mí o ha otra cosa? — Seductoramente le dijo, dejando sus manos cerca de la cintura del albino.

— No puedo negar una cosa ni la otra. — Se hizo el desentendido. — ¿Al menos has estado mejor con Megumi cuando están solos?

— Ya te habías tardado en preguntar. — Hasta le sorprendió. — Lo suficiente.

— Me gusta saber eso. — Moviendo el rostro, le hizo una indirecta para pedir un beso. Siendo complacido fácilmente. — ¿Quieres que aprovechemos el tiempo perdido?

— Si no tienes miedo de que te escuchen gritando como zorra. Adelante. — Reto. Cómo respuesta, Gojo se separó rodeando el escritorio, inclinándose de forma que sus brazos y pecho se apoyen en él pero sus piernas queden fuera.

Toji no necesito más. Aflojando la ropa de Satoru, bajo sus pantalones hasta el rango de sus tobillos. Su pálida piel respiro al tener contacto con el aire, de forma que estaba seguro que vio sus glúteos moverse, lamiendo sus labios por eso.

No sé hizo de rogar para sacar su pene de sus pantalones, golpeando el fuerte trasero de Gojo con él unas veces.

— No sean tan malo alargando mi sufrimiento. — Indico, a lo que Toji sonrió. — No sé si podré verte está noche.

— Si lo logras, créeme que allí seré más fuerte contigo.

— Suena perfecto, lo intentaré entonces. — Su expresión dejaba ver qué se encontraba complacido cuando sintió sus glúteos ser separados. Toji no desperdicio el tiempo para masajearlos de forma casi morbosa mientras detallada ese lindo agujerito vuelto un hoyo negro, acostumbrado a él, abierto y adaptado pará el.

De forma rápida sacó y metió su dedo de en medio en boca, presionando con este el interior de los glúteos de Gojo, empujando lento pero fuerte, hasta dejarlo bien enterrado.

— Oh. Se siente tan bien. — Gimió.

— Vaya que estás interesado en ser escuchado. — Dicho esto, tomó su cintura en sus manos, alineando su miembro de forma que de un solo empujón este quedaría dentro y al fondo del culo de Gojo.

— ¡Ohm! — Anuncio, y de un movimiento de cadera penetró sin piedad. Empujando con fuerza cada que su cintura debía moverse hacia delante, provocando el rebote involuntario de su culo con su pelvis.

— No me quiero imaginar si nos vieran. — Mordiendo su labio contuvo sus ganas de gemir. Estaba sintiendo un placer sabroso luego de meses sin nada interesante entre los 2, Satoru lo podía enloquecer fácilmente sexualmente hablando.

— El gran y poderoso rey de los chamanes, en esta situación. Sería un caos. — Rio. Aguantando un gemido. — Pero asegurarme que no pasa. Hazme gritar.

Kinktoker 2023 TojiGo Versión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora