La cadera del mayor se movía en un vaivén, adelante y atrás, empujando su miembro erecto hasta lo más profundo posible en el cuerpo de su compañero. Habiendo posicionado las piernas de este sobre sus hombros, dejando más expuesto ese agujerito y seguidamente punto dulce donde su miembro hacia pasó, alojandose con gusto.
Sosteniendolo del rostro lo besaba a su gusto mientras le penetraba, sintiendo las caricias de las manos contrarias en su ancha espalda.
Siempre en el mismo lugar y a la misma hora. Ya una tradición prácticamente, difícil de definir, difícil de verle final, una costumbre a la que prácticamente estaban atrapados en el disfrute personal que ambos eran capaces de ofrecer, en la soledad de esas 4 paredes, cuando sus cuernos, el de Toji y el de Satoru se unían en lo que dicho en palabras de Toji era simplemente, olvidarse de su entorno y culiar placenteramente. Pero en palabras de Satoru que podía ser más sutil si lo quería, era unirse mutuamente en el calor de sus cuerpos.
Siendo justos la relación que mantenían no podían llamarla la más hermosa, la más dulce, la más cercana o algo similar, de hecho eso era lo más interesante a los ojos de un tercero que se pudiera enterar de la situación. ¿Por qué?
Toji, una simple rata a los ojos de un clan lleno de ratas, sin la capacidad de serles útiles pero atado allí. Por otra parte Satoru, un hombre de prestigio, un hombre nacido en cuna de oro, bendecido con una cualidad única entre su clan lo que lo hacía bastante afortunado. Dicho de forma rápida, obvia y sencilla eran 2 puntos muy opuestos dentro de una sociedad regida por clanes y ocultismo. Haciendo hasta, hilarante imaginar el posible drama si algo como esto se viera a conocer.
Sin necesidad de palabras los 2 sabían eso, por lo que eran suficientemente sutiles. La fuerte lluvia había sido su compañera esa noche, sirviendo de excusa para prolongar más su encuentro.
Su cuerpo aunque bien definido de contextura delgada, uniéndose bastante bien al suyo. La mano de Gojo se movió hasta quedar envuelta en su cabello y la otra en los músculos de su brazo. Envolviendo sus lenguas en pleno beso.
— Vate la vuelta. — De un momento a otro ordenó quedando de rodillas, tomando una apariencia casi intimidante para un acostado e "indefenso" Satoru. Una postura bastante sexy a su parecer, no era un secreto que Toji tenía unos músculos de acero, haciendo deleitable verlo así; Desnudo.
— Como ordene. — El ego del mayor subía cuando decía eso, le hacía sentir fuerte porque estaba seguro que era el único al que su compañero le aceptaba órdenes.
Ya todo el estímulo anterior hacía fácil volverlo a penetrar, pero no edito que disfrutará acariciando el largo de su erección entre los glúteos de Gojo. Algo que le tenía que admitir era que tenía un buen trasero, hasta ganas de morderlo le daban, lástima que su ropa cubría tanto tan buen espécimen. Era hermoso.
De repente cada penetración se volvió en Gojo un gemido bastante sonoro, ayudando con un pequeño azote a su trasero.
La lluvia aún seguía cuando ya habían quedado satisfechos por esa noche. Satoru le había ofrecido panes que había traído junto con otros dulces, aceptandolos tranquilamente. Uno al otro comieron, Toji se mantenía serio, pensativo mientras Gojo se mantenía como era su costumbre.
— "¿Que pasará a veces por esa mente?" — Cuestionamiento que encontraba válido. Odiaba admitir, que todos sus encuentros le habían dado fuerza y una excusa para quedarse en clan, retomando fuerzas para pararse y darse a respetar, cosa que si bien funcionó por el tiempo que llevaba, tampoco era lo mejor. Odiaba a ese clan, odiaba la hechicería.
— Tengo que avisarte algo, Gojo.
— Debe ser serio, te dije que me dijeras por mi nombre. — Sonriendo de medio lado Toji recordaba ese día aún con extrañeza sentida, ¿Tanta confianza le tenía?
— Si. Es serio, tome la decisión de independizarme e irme del clan Zennit para siempre. Así que, puede que está haya sido nuestra última noche. — Sin más le respondió.
— Vaya, debe ser serio, la última noche no creo que sea. Pero si necesitas ayuda para eso, dímelo y tómalo como mi agradecimiento.
— ¿Agradecimiento? No entiendo de qué hablas.
— Yo si me entiendo. La he pasado tan bien, sin chamanes, sin clanes, un poco de sexo sin compromiso. También, he disfrutado hablar contigo cada que terminamos de tener sexo. — Le hizo saber.
— Me vas a atender que estabas tan necesitado de una buena cogida que por eso terminamos así. — De cierta forma él también, una pequeña aventura que le hizo sentir tanto placer, no solo por el sexo si no también por quien tenía a su lado. Fuera del prestigio Gojo era bastante coqueto y galante cuando lo quería. — Supongo que tienen que ver con esa costumbre tuya de ser un infiel. — Sabía eso, eran rumores que logró confirmar cuando supo que Satoru tuvo un novio en el tiempo que habían formado su rutina. Él cuál me terminó unos meses después por razones que no supo, no le importaba y no eran su problema.
— No tiene nada que ver. No soy así por presión o una cosa de esas, simplemente soy yo.
— Eso no me parece una buena respuesta si me lo preguntas. Me es irónico como tú relación más "estable" es un viejo que por azares del destino te has estado comiendo en bandeja de plata por 4 años. — Se jacto, aunque Gojo no se molestó o inmutó.
— No te desmerites. Que está bien rico el viejo, y tampoco está no tan viejo. — Ambos rieron por ese comentario.
— Eres uno en un millón. Pocos son tan extraños como tú. — Tomando otro dulce lo comió a gusto. — Al menos le vimos un buen uso a esta vieja cabaña, ahora quedará grabada con los gemidos, los recuerdos, el esperma y el olor de nuestras cogidas. Nada mal. — Forzadamente sonreía, ¿Porque parecía que extrañaría ese escenario? Ni quería ver a Satoru a la cara por eso.
— Cierto. Fue una primera noche única. ¿Aún quieres mi ayuda para tu mudanza? Luego de tanto, no me gustaría ser tan cínico en dejarte solo.
— Haz lo que quieras, no me quejaré. — Aunque sonaba seco, Satoru no creía que lo fuese realmente.
_____
Todo pasó como había querido, desligándose del clan. Tardó meses, aún con ayuda de Satoru pero ya con su propio trabajo, casa y por sobre todo, vida. Sentía un peso menos en sus hombros, aunque no quería darse por relajado aún.
Una noche, un sonido llegó a su puerta. Una vaga idea llegó a su mente sobre la persona que lo visitará, pero lo veía tan hilarante que prefirió abrir la puerta seguro que estaría equivocado pero no fue así.
— Lamento venir de imprevisto. Pero, quería visitarte. — Con ropa casual, nada del uniforme que solía usar, dejando la venda los unos lentes oscuros, sin contar algo de comida en manos Satoru Gojo se puso frente a su puerta.
— Adelante, puedes pasar. — Parecía que no podía sacarlo de su vida. Al final de la noche, aceptó eso como su destino.
Arrodillado en el sofá, Satoru chupada el miembro de Toji. Ágil sobre su carne, sabiendo cómo manipularla de sobra.
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Kinktoker 2023 TojiGo Versión.
Fanfictionreto originalmente organizado por la página Esdefanfic, actualmente perteneciente a la página We love Draco Top, al cuál participó con éste Ship tan controversial que creo merece más atención.