Capítulo doce: ¿Matar y ver al amor de tu vida o vivir sin saber dónde está?

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Erik y Lipa se pasaron varios meses en aquella isla (ni diez minutos chavales, la virgen que pesaos).

Durante esos meses pescaron y cazaron seres imaginarios, degustaron todo tipo de comidas y no comidas y participaron en un montón de actividades en las que ganaban mogollones de dinero (los tours en los que no te dan ni un duro).

Pero a pesar de estar con Lipa, una chica que la tenía embobado y en una isla paradisíaca de extremado lujo (no han cambiado las instalaciones en 11 años), Erik seguía pensando en Ángel cada día, y cada vez con más frecuencia.

Era como si algo lo estuviera llamando a  reunirse con él.

En un día nublado de tormenta, a los dos ilumianos estos se les ocurrió ir a nadar a él mar en bolas y hacer allí el amor (ojalá les caiga un putísimo rayo, Zeus haz lo tuyo).

Los dos, cogidos de la mano, se metieron en el agua, hasta el fondo, aunque seguían haciendo pie. Entonces Lipa se colgó de Erik como buena niña chica que es, y le pegó un buen morreo salado en los labios.

Erik comenzó a manosearla mientras le susurraba improperios en el oído, haciendo que Lipa se estremeciera cada vez más y más...

- Te voy a meter la micropolla hasta el fondo, de mi no te libras pequeña... Vas a soltar tanto chorro que vas a crear playas en lugares en los que nunca había. Voy a meterte los dedos y darte placer hasta que ya no puedas más y te desmayes de tanta excitación.

- Por... favor... Erik... - gimió Lipa, agarrada a él como tal monillo, mientras que esté le besaba el cuello y la espalda con intensidad y pasión. - Hazme el amor...

- Lipa, yo no hago el amor, - aseguró Erik con voz de machote. - Yo follo. Ahora, ¿Quieres que te folle, nena? (Eso ha sonado super fockboy que lache que lache que lache)

- ¡POR FAVOR! ¡FÓLLAME, BIEN DURO!

Y Erik, como buen obedecedor de las mujeres que es, se la metió hasta el fondo.

Durante una hora estuvieron en el agua, dándose embestidas submarinas y toda la paranoia, hasta que ya estaban tan exhaustos que se quedaron enganchados flotando por el mar.

- Erik... Tengo que decirte dos cosas.

- Adelante pequeña.

- Estoy embarazada, de ti.

Erik se quedó en shock (con 12 años padre, illo ni los gitanos).

- ¿En serio?

- Ya se que es horrible, pero quiero tenerlo, y se que a lo mejor tú no quieres... se que no soy suficiente para ti.

- Ey, ey, ey pequeña, no digas eso, eres perfecta. - dijo Erik, mirándola a sus ojos de color mierda. - Claro que quiero tener el hijo contigo y ser su buen padre. Quiero estar contigo y con el bebé.

Al decir eso, sintió un pinchazo en el corazón.

- Te quiero muchísimo Erik... más de lo que te puedas imaginar

- Yo también...

- Siempre has estado para mí y quería preguntarte si... te querías casar conmigo.

A Erik casi le da un chungo en ese momento. No debería haberle dicho que el también la quería.

Él amaba a Ángel.

Aunque también la quería a ella.

- ¡qu-qu-qué!

- ¿Quieres casarte conmigo Erik, y tener a nuestro... ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!

- ¡QUÉ PASA! - gritó Erik, aterrado por el horrible grito de Lipa.

- ¡ME HA PICADO UNA MEDUSA! ¡SOY ALÉRGICA! ¡TENGO QUE IR AL HOSPITAL YA! (Joder que delicadita la niña)

Erik la saco corriendo del agua y se dio cuenta del problema. La medusa había picado a Lipa en la pierna, la cual ahora mismo tenía el tamaño de un putísimo cerdo, y la inflamación se le estaba distribuyendo por todo el cuerpo.

- ¡N...no....pu...pue.....puedo.....re....re....!

- ¡LIPA NO HABLES! ¡INTENTA RESPIRAR!

- Para el carro amiguito, deja a tu follaamiga en la arena. - espetó un hombre con una pedazo de porra más grande que la pierna de Lipa.

Era Alex, el tipo que le secuestro la última vez cuando estaba borracho. Esta vez, llevaba dicha porra y un pedazo de porro en la boca.

- ¡Alex, ahora no es momento! ¡Lipa se va a morir!

- Y lo va a hacer si quieres los certificados que se comió tu abuela y la ubicación de Ángel.

- ¿Qu-qu-qué? ¿Cómo que la ubicación de Ángel?.

- ¿Qui...én....essss... Án... Án...gel...?

- ¡Cállate puta! - le espetó a Lipa, la cual ya estaba completamente roja debido a la reacción alérgica. Después de giro hacia Erik. - Lo que tú has dicho. Así que si quieres esa puta ubicación, cipote, y también quieres los certificados, - Alex sacó unos papeles arrugados del bolsillo y se los restregó por todo su feo careto. - tendrás que dejarla aquí.

- ¡Pero se está muriendo!

- ¡SI, Y VA A MORIR IGUAL! - gritó Alex, ya de mala ostia. - ¡SI NO VAMOS AHORA, ANGEL SE MARCHARÁ DE ESA UBICACIÓN Y LO PERDERÁS PARA SIEMPRE! ¡ASÍ QUE ELIGE!

Erik estaba demasiado nervioso. Necesitaba ver a Ángel pero no podía dejar morir a Lipa.

Pero aún así recordó que cada vez que se la follaba pensaba en Ángel.

Y pensó que Lipa después de su separación se quedaría destrozada.

Así que tomo una (estúpida) decisión.

- Llévame con Ángel. - murmuró Erik. Cada vez se escuchaba más como Lipa se ahogaba.

- Tenemos un trato. - Dijo Alex, con voz firme. - pero antes, ponte ropa, no soporto verte desnudo, pedazo de cerdo.

Y así fue como Erik volvía de nuevo a reencontrarse con el hombre del que estaba enamorado.

Pero no de manera limpia.

Acababa de matar a alguien solo por estar con él amor de su vida.

Y eso lo pagaría bien caro.

Erik x Ángel (Macho Alfa lemon fic +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora